ACTIVIDAD DE LA DIRECCIÓN DE POLÍTICAS REPARATORIAS Estudiantes secundarios recorrieron el Destacamento de Arana
Alumnos de la Escuela de Enseñanza Media Nº 14 Carlos Vergara de La Plata visitaron el Destacamento de Arana, en las afueras de la ciudad, que funcionó como centro clandestino de detención, tortura y exterminio durante la última dictadura cívico-militar y debe ser desafectado para constituirse en un Sitio de Memoria.
ANDAR en sitios de memoria
(ReFeSiM) Alrededor de 20 jóvenes de sexto año del colegio secundario Carlos Vergara recorrieron el Destacamento de Arana el martes 30 de septiembre. Allí todavía funciona una dependencia policial que deberá ser desafectada a partir de lo establecido por la sentencia del juicio conocido como “Circuito Camps”.
El contingente de chicos, acompañado por tres profesores –dos de historia y uno de matemática- salió desde la sede del colegio de calle 4 esquina 35 del barrio norte platense, y recorrió -en el ómnibus contratado por la Secretaría de DDHH para cada visita- el camino hasta las afueras de la ciudad donde se encuentra el destacamento.
En el trayecto, el contingente pasó por la puerta de la Comisaría 5º, lugar que también funcionó como centro de detención y maternidad clandestina y que perteneció -al igual que el Destacamento de Arana- al “Circuito Camps”.
Como parte del equipo que guía a los jóvenes en sus visitas se encuentran Adriana Llamazares, Verónica Misseri y César Villanueva, integrantes del Área de Sitios de Memoria de la Dirección de Políticas Reparatorias de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia.
“Es difícil imaginarse que este lugar tan alejado del centro de la ciudad fue parte de un circuito represivo enmarcado en un plan sistemático de exterminio en un contexto de complicidad civil. En este predio aún funciona el destacamento policial”, situó Verónica Misseri frente al grupo de jóvenes y docentes.
“Es muy curioso y repudiable que tanto en la Comisaría 5º como acá funcione aún la Policía cuando debiera ser un lugar donde se recuerde lo que pasó”, se asombró uno de los docentes.
“El tema es complejo”, observó Adriana Llamazares. “En Arana, la comunidad tiene como un punto de referencia importante al destacamento, y no tiene tan presente el pasado de este lugar. Una de las preocupaciones que se plantean en el barrio es qué va a pasar cuando se desafecte este lugar, quién los va a cuidar, piensan. Y si bien la desafectación es un requerimiento a partir de la sentencia del juicio por el Circuito Camps y el poder ejecutivo debe responder esta indicación del judicial, aún queda encontrar el lugar al cual se debería mudar el destacamento para que este excentro clandestino sea un sitio de memoria”, resumió.
Durante el recorrido del predio que funcionó como centro Clandestino de Detención (CCD) surgieron varios debates, en sintonía con el anterior, sobre las rupturas y continuidades de algunos discursos. “Fueron detenidos por pensar distinto”, “Algo habrán hecho”, y frases como estas se revieron críticamente entre alumnos, docentes y coordinadores.
En ese contexto, uno de los estudiantes que había participado algunas semanas atrás de la jornada en el puerta del Tribunal Oral Federal 1 que juzga los crímenes de lesa humanidad cometidos en el ex CCD La Cacha, planteó que su abuela se atemorizó al saber de su participación habitual en estas actividades y él, a su vez, se había asombrado del temor de ella.
Preservación de las excavaciones
Arana fue el primer centro clandestino de detención, tortura y exterminio donde se encontraron restos óseos que permitieron establecer que allí se realizaron enterramientos clandestinos. Como parte del “Circuito Camps”, por Arana pasaron alrededor de 250 personas secuestradas entre mayo de 1976 y marzo de 1978. Las excavaciones, a partir de las que se hallaron los restos en 2008, son preservadas como parte de la prueba judicial.
En el momento de ingreso al sitio de preservación donde se hallaron los restos óseos hace varios años, uno de los docentes comparó el trabajo de preservación con las políticas de memoria que se desarrollaron en Alemania después de la II Guerra.
“En Argentina, a diferencia de Alemania, los sitios de memoria apuntan a una resignificación del espacio que no lo convierta en un museo donde se recuerde el horror, sino en un lugar dinámico que de cuenta de las transformaciones históricas sufridas por el lugar en cada contexto”, aclaró César Villanueva que además de co-coordinar la visita fue parte del equipo arqueológico que realizó las excavaciones que hallaron los restos óseos.
A partir de aquellos trabajos de excavación se pudo comprobar la existencia de fosas realizadas ex profeso para la quema de cuerpos y dentro de las cuales se recuperaron gran cantidad de restos quemados y otras evidencias asociadas. La preservación de las excavaciones de Arana es al mismo tiempo: preservación de la prueba material, investigación de la verdad acerca de los hechos ocurridos en el centro clandestino, y espacio de recordación de las personas detenidas, desaparecidas y asesinadas, más allá de que no se pueda aún establecer su identidad.
Encontrar los cuerpos e identificarlos fue un tema particularmente sensible, ya que toca uno de los aspectos más dolorosos y angustiantes para los familiares de las victimas: la incertidumbre sobre si su ser querido esta vivo o muerto, la imposibilidad de darle sepultura cumpliendo los ritos adecuados, la falta de justicia.
Cabe recordar que Argentina ha sido el primer país donde se comenzó a utilizar la ciencia en este tipo de investigaciones para establecer la relación biológica entre los niños secuestrados una vez que sus madres dieran a luz, y realizar exhumaciones y análisis de restos óseos de personas desaparecidas.
Todos los colegios invitados
La visita guiada del Colegio Carlos Vergara es parte de una serie de visitas de colegios secundarios que se vienen desarrollando desde 2013 por iniciativa del Área de Sitios de Memoria de la Dirección de Políticas Reparatorias de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires.
La actividad se centra en el trabajo colectivo de alumnos, docentes y trabajadores de la Secretaría de Derechos Humanos, en vistas a la construcción de la memoria histórica de nuestro país y la reflexión crítica sobre los años de la última dictadura cívicomilitar argentina.
Al mismo tiempo, los alumnos se ponen en contacto con las actividades de preservación y señalización realizadas a través de la Secretaría, pudiendo enmarcarlas en una política pública centrada en contribuir a los procesos de transmisión, reflexión y educación en relación al Terrorismo de Estado en Argentina.
El horario de la actividad es de 10 a 14 y queda abierta a todos los colegios secundarios que lo soliciten.