TERMINÓ LA SEGUNDA SEMANA DEL JUICIO POR EL ASESINATO DE LAUTARO Gonzalo Bugatto: “En lo que va del juicio, a la defensa de Benítez se le cayó la mentira”
Van cinco audiencias del juicio oral y público. La próxima será el miércoles 27 de agosto, y el 3 de septiembre se prevé que se realicen los alegatos. En diálogo con ANDAR, Gonzalo Bugatto, hermano de la víctima, explicó el desarrollo de esta primera parte del debate.
ANDAR en los juicios
(Agencia) “A esta altura ya no se discute sobre quién fue el autor del homicidio de Lautaro Bugatto. Las pruebas que constan en la causa y que se han ventilado en lo que va del juicio han provocado que a la defensa de David Benítez -el policía que mató a mi hermano- se le cayera la mentira de su estrategia”, señaló a ANDAR Gonzalo Bugatto luego de la finalización de la segunda semana del juicio oral y público que lleva adelante el Tribunal Oral en lo Criminal 10 de Lomas de Zamora.
“Por eso seguimos diciendo que el resultado de este juicio ya no se trata de las pruebas y su valor, sino de la voluntad de los jueces por terminar con la impunidad de la que gozó el imputado y la corporación policial que actuó para el ocultamiento de la verdad”, agregó.
El juicio comenzó el pasado martes 12 de agosto y se extenderá durante las primeras semanas de septiembre. En el proceso se establecerá la responsabilidad penal del policía David Ramón Benítez, imputado por el asesinato del joven de Almirante Brown, de 20 años y jugador de las inferiores de Banfield, cometido durante la madrugada del 6 de mayo de 2012.
Luego de las declaraciones testimoniales de los familiares de Gonzalo Bugatto fue el turno de las declaraciones de los testigos aportados por la defensa de Benítez: su mujer, su hermana y su hija, que al momento del crimen de Lautaro tenía 12 años. Cabe recordar que las tres mujeres, familiares directas del policía imputado, estuvieron presentes durante la madrugada en que se produjo el crimen.
Según explicó a ANDAR Gonzalo Bugatto, las tres testigos tuvieron relatos no sólo contradictorios entre sí sino también distintos con respecto a sus propias declaraciones anteriores, realizadas durante la etapa de instrucción de la causa.
Por ejemplo, la hija de Benítez dijo ante el tribunal del juicio que en el presunto enfrentamiento –o intercambio de disparos entre el imputado y los supuestos ladrones-, uno de estos últimos disparaba de frente, con los dos brazos extendidos sosteniendo el arma. Sobre el mismo punto, la hermana de Benítez dijo que el joven disparaba su arma pero no de frente sino con su brazo extendido hacia atrás mientras corría en dirección contraria a donde estaban el policía y su familia.
La versión del enfrentamiento o cruce de disparos de arma de fuego fue construida por el imputado desde el inicio de la investigación y sostenida con la complicidad del personal policial de Burzaco que intervino en el lugar del crimen.
Para ello, se intentó fraguar varios impactos de bala en el auto de Benítez a pesar de que los peritos forenses aquella madrugada, no habían encontrado tales orificios en el vehículo ni hallado otras vainas que no se correspondieran con el arma reglamentaria del autor del crimen.
En lo que va del juicio, cuatro peritos han declarado con relación al vehículo: el perito de parte de la defensa insistió con que existieron los impactos; los otros tres, todos oficiales, negaron rotundamente la existencia de esas marcas, tal como se había registrado durante las horas posteriores al asesinato del joven.
Asimismo, acerca del arma de Benítez, con la que efectuó al menos 7 disparos y uno de ellos provocó la muerte de Lautaro, un perito oficial declaró la semana pasada, en la segunda audiencia del juicio, que tenía normal aptitud para realizar disparos y que las vainas halladas se correspondían todas al arma reglamentaria.
Otra de las contradicciones y falsedades que pretendió instalar la defensa en el juicio: según la versión de los testigos pedidos por Benítez, Lautaro Bugatto, luego de haber intentado cometer el presunto robo de la moto, habría recibido un disparo de bala mientras escapaba y se habría desplomado en el patio de su propia casa luego de haber recorrido más de 30 metros.
Sin embargo, el perito médico oficial que hizo la autopsia al cuerpo del joven, declaró en la segunda audiencia del juicio, que la causa de muerte había sido por desangramiento y no por la herida en sí provocada por el disparo. Por eso, el joven, luego de recibir el disparo, no podría haber recorrido esa distancia. En realidad, Lautaro Bugatto nunca se movió del lugar en el que estaba al momento en que Benítez comenzó a realizar los disparos.
Sobre el mismo punto, en la anteúltima audiencia del juicio realizada el martes 19 de agosto, un perito especializado en Levantamiento de Rastros declaró ante los magistrados con relación a las huellas de sangre halladas en el patio de la casa de los Bugatto. El perito confirmó que, de haber existido ese recorrido de 30 metros por parte del joven, habrían quedado rastros insoslayables de sangre ya que la causa de muerte fue, precisamente, el desangramiento.
“Todos estos elementos fueron derribando la versión de fábula de la defensa”, señaló Gonzalo y destacó que en el juicio “la actitud de los familiares de Benítez fue la de victimizarse. La madre decía que su hija se había caído de la moto durante el robo, que se había desmayado y golpeado fuertemente. Además dijo en un momento que en la comisaría 2 de Burzaco no les habían dado ni un vaso de agua, como si ellos hubieran sido las víctimas”.
“Hay un dato clave sobre la etapa de instrucción de la causa por el asesinato de mi hermano: la hija de Benítez había declarado que, en la comisaría 2 de Burzaco, habían estado ella, su padre, su madre y su tía, reunidos en una sala con el subcomisario Perea, un actor clave en el encubrimiento del imputado y que está siendo investigado en la otra causa sobre la manipulación de pruebas por parte de la policía que intervino aquella madrugada. Ese encuentro que relató la hija es importante para demostrar cómo se reunieron para fraguar los hechos y las pruebas, y deberá ser valorado por los magistrados del juicio”, agregó.
Como balance de las primeras 5 audiencias que ya se realizaron, Gonzalo Bugatto sostiene que “fue tan burda la estrategia de la defensa, las contradicciones de los testigos aportados por Benítez y la versión del enfrentamiento, que el fiscal pidió en el juicio que se cancele la reconstrucción del hecho. Sin embargo, el tribunal decidió dar lugar a esa medida, la cual se realizará el próximo lunes 25 de agosto a las 8 de la noche. El fiscal también ha pedido las actuaciones correspondientes por falso testimonio de los familiares de Benítez”.
“En definitiva, fue tan grande la mentira que quedó en evidencia lo que veníamos diciendo los familiares de Lautaro: este caso siempre fue claro, no es una cuestión de pruebas sino de voluntad de juzgar al responsable por parte de la justicia”, concluyó.