EL NIETO RECUPERADO ES GUIDO, EL HIJO DE LAURA CARLOTTO “Seguiremos buscando porque otras abuelas tienen que sentir lo que hoy siento yo”
Dos semanas después de que un joven de 36 años decidiera realizarse los estudios genéticos, se confirmó que sus padres fueron víctimas del terrorismo de estado y que su abuela materna es la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, la incansable luchadora por la restitución de los niños apropiados en dictadura
ANDAR con las Abuelas
(Agencia) El martes 5 de agosto, al mediodía, Estela recibió la noticia por parte de la jueza federal María Romilda Servini de Cubría. Hasta ese momento, la titular de Abuelas había desandado más de tres décadas de dolor, de esperanzas y de lucha, en la búsqueda de centenares de niños apropiados durante la última dictadura, entre ellos, su propio nieto, Guido, a quien ahora Estela podrá conocer, abrazar y besar.
“He encontrado lo que busqué. Tengo a mis 14 nietos conmigo”, dijo Estela emocionada durante la conferencia realizada en la sede de Abuelas horas después de conocida la noticia. “Ya lo he podido ver, es hermoso. Es un artista, un chico bueno. Él me buscó. Nos enteramos que Guido tocó en Música por la Identidad y se vio con algunos nietos”, agregó.
El joven cuya identidad acaba de ser restituida vive en Olavarría, tiene 36 años, es músico y compositor y en las últimas semanas había decidido averiguar si era hijo de desaparecidos y, en ese caso, quiénes habían sido sus padres.
Para Estela, “esto es para los que todavía dicen ‘basta’, los que dudan si hacemos bien, los que pretenden que olvidemos como si nada hubiera pasado. Como falta mucho, hay que seguir buscando, porque otras abuelas tienen que sentir lo que hoy siento yo”.
Similares palabras, pero en circunstancias radicalmente opuestas, distintas, había expresado a comienzos de junio la madre de Laura Carlotto –asesinada en 1978 luego de haber permanecido en cautiverio y de haber dado a luz a su hijo Guido- en el juicio por los crímenes cometidos en el exCCD La Cacha.
“Los asesinos de Laura habrán pensado que nuestra familia quedaría destruida, con los hijos dispersos y los padres en estado de locura, pero se equivocaron. Porque ¿Qué madre olvida? ¿Qué abuela no busca? Contrario a la ley de la vida, lloré en su tumba y reuní fuerzas para decir que seguiría luchando por los 30.000 compañeros desaparecidos y por su hijo Guido, mi nieto que aún me falta”, había declarado Estela frente a los magistrados del TOF 1.
Hoy, cuando faltan pocas semanas para que se dicte sentencia en torno al caso de Laura, entre más de un centenar de casos, “la silla vacía” de la mesa de Estela, al menos la de aquella mesa que comparte con sus nietos, ya no estará vacía.
En aquella audiencia del juicio La Cacha, Estela también advertía: “Mi nieto Guido nació, aproximadamente, el 26 de junio de 1978. Quiere decir que en pocos días más cumplirá 36 años. No se llamará así, tendrá otra historia, lo habrán tratado bien o mal, pero le robaron el derecho que tenía a vivir con su papá, su mamá, su familia. Por eso pido a la justicia que condene a los responsables y que nosotros podamos reencontrarnos con él. Tenemos poco tiempo”.
El tiempo, que tantas angustias y urgencias despierta en las Abuelas. El tiempo que también moviliza a Chicha Mariani y a tantas mujeres que, sin embargo, no descansan en su lucha colectiva por la aparición de los nietos de todas.
Hasta después de la conferencia, Estela no había podido encontrarse aún con su nieto Guido. Ella lo esperará hasta que el joven esté preparado para el encuentro. Allí sí lo podrá abrazar y besar y entregarle todos los regalos que en tantos años guardó para él.
Feliz y sonriente, la titular de Abuelas, como siempre, alentó a sus compañeras y al pueblo argentino a continuar con la búsqueda: “Los chicos están; más lejos, más cerca, pero están esperando que los sigamos buscando. No se desanimen, ya les va a llegar el día del encuentro, porque la sociedad cada vez nos entiende más”.