LA NIÑEZ EN LAS CALLES DE MAR DEL PLATA Los invisibles
El Consejo Local de Niñez y Adolescencia del partido de Gral Pueyrredón presentará un documento a raíz de los hechos de violencia registrados en el último tiempo en la zona y la precariedad de políticas públicas para los niños y adolescentes en situación de calle. Para Andar una mirada hacia esas vidas que nadie quiere ver.
ANDAR en Mar del Plata
(Mariana Cuesta) Año 2006. Comenzábamos un proyecto para acompañar a chicos y chicas con conflictos con la ley penal. Nos presentamos en la calle. Siempre usaba una gorra, no me miró a los ojos durante varias semanas. Era un nene de 13 años pero parecía muchos menos, era chiquito, no le dabas más de 9. Hacía malabares con limones junto a un hermano más grande en un semáforo de la avenida Luro. A su viejo nunca lo conoció. Su mamá había fallecido hacía un par de años: “Se murió de sida y yo no sé si estoy enfermo”, me dijo un día mientras caminábamos por la calle. Lo habían expulsado de la escuela en tercer grado, casi no sabía leer. Vivía con sus hermanos y su abuela en una casa con ventanas sin vidrios, donde siempre hacia más frío adentro que afuera.
Buscarlo en las rancheadas. Preguntarme cada noche dónde dormiría. La Policía y sus abusos. Acompañarlo a los controles de salud. Los robos y la violencia. Mis angustias con sus días de caravana y excesos. Lograr que tenga su DNI. Romper con mis prejucios y pensamientos románticos. Hablar de sus sueños. De a poco ese pibe se había vuelto el centro de mis pensamientos. Esa idea de que su vida era el fruto de las malas intervenciones, de la desidia y de los fracasos colectivos.
Un conocido que me escuchaba contar lo que venía laburando con ese nene me interrumpió y me dijo:»Lo que hacés no sirve para nada. No está mal, pero no sirve”. Su comentario me molestó pero no le dije nada, quizás porque en sus palabras había una verdad, una certeza.
Durante un tiempo le di vueltas a la idea de lo que sirve y lo que no, de las cosas que hacemos. Y vino a mi mente una frase de Paulo Freire que dice «La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo».
Conocer a ese pibe, vivir la necesidad de él como propia, sentir un profundo asco por los funcionarios tibios o mediocres, saber que cada día de lluvia iba a pensar cuanta agua entraría por esas ventanas sin vidrios me hizo saber para siempre de qué lado del mundo iba a estar.
Desde el año 2011, con el Consejo Local de Promoción y Protección de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, venimos abordando la temática de los pibes y pibas con experiencia de vida en la calle. Primero tuvimos que luchar para que se visibilice la situación, escuchar una y otra vez que nos nieguen que hay chicos que están en calle: “tienen casa”, “no son muchos”, “les gusta estar en el centro” fueron sólo algunas de las frases que escuchamos reunión tras reunión con los funcionarios municipales.
[pullquote]Desde el año 2011 funciona en Mar del Plata el Consejo Local de Promoción y Protección de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes[/pullquote]
Luego elaboramos una propuesta integral, porque sabemos que es la única manera de abordaje para una problemática compleja. No hay respuestas simples, ni mágicas.
Aún no hemos logrado que desde el estado municipal se lleve a cabo un abordaje integral, con dispositivos acordes, donde los pibes sean considerados sujetos de derecho y protagonistas de las políticas públicas. Ni siquiera hemos logrado que reciban a los pibes con experiencia de vida en calle con un plato de comida y la posibilidad de bañarse con agua caliente.
Estoy conmocionada. Murió otro de nuestros pibes. Tenía 14 años, con experiencia de vida en calle. De nuevo el destino para nuestros pibes son las balas. La muerte joven. La cárcel.
De nuevo fallamos.
La indignación me invade. Leo en las noticias que comerciantes le pegan a un nene de 5 ó 6 años que supuestamente quiso robarles. Me cuesta pensar cómo alguien no siente más ganas de abrazar a un nene que de pegarle. Me preocupa, me asusta, me da asco.
[pullquote]Una provincia que desfinancia y vacía el Sistema de Protección y Promoción, que invierte más en seguridad que en políticas sociales de inclusión[/pullquote]
Una provincia que desfinancia y vacía el Sistema de Protección y Promoción, que invierte más en seguridad que en políticas sociales de inclusión. Medios de comunicación que estigmatizan. Dirigentes políticos que pareciera que hacen una competencia descarnada por quién es el que propone mayor demagogia punitiva.
Hay días que el pesimismo de la razón le gana por goleada al optimismo de la voluntad. Por suerte nuestras luchas son colectivas, y algún compañero o compañera estará con más fortaleza.
Nosotros ya elegimos de qué lado del mundo estar. Nosotros elegimos poner el cuerpo.
Cierro los ojos: mañana será otro día.