Organizaciones de DDHH recorrerán por primera vez el Pozo de Banfield
Trabajan junto a las secretarías de DDHH de Nación y Provincia para establecer un espacio de memoria en el excentro clandestino
ANDAR en sitios de memoria
(Agencia) El jueves 29 de mayo, por primera vez, un sector del Centro Clandestino de Detención (CCD) conocido como Pozo de Banfield será recorrido por organizaciones de derechos humanos que vienen trabajando, desde hace años, en la concreción del proyecto Espacio para la Memoria.
Durante la última dictadura el edificio fue utilizado por la Brigada de Investigaciones de Banfield, que dependía del Regimiento de Infantería Mecanizada 3. También conocido como “La Maternidad” por el gran número de embarazadas que dieron a luz allí, el Pozo de Banfield fue declarado en 2010, Centro para la Memoria, la Verdad y la Justicia por parte del gobierno bonaerense, aunque hasta mayo de 2014 no se han podido materializar los objetivos de tal reconocimiento.
El obstáculo para la intervención del lugar por parte de los organismos de derechos humanos se remonta al año 2006, cuando el juez Arnaldo Corazza dio curso a una medida de no innovar, un recurso cautelar que impide la utilización del predio. Al año siguiente, la sala 1 de la Cámara Federal de Casación Penal ordenó que la causa por los crímenes de lesa humanidad cometidos en el Pozo de Banfield debía tramitar ante el Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal 3 de La Plata, por lo que Corazza fue apartado de la instrucción del expediente.
De allí que el 28 de abril de 2014, el juez subrogante del Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal 3 de La Plata, Manuel Blanco, ordenó limitar la medida cautelar dando lugar al pedido formulado por el secretario de Derechos Humanos de la Provincia, Guido Carlotto, con respecto a la utilización de un sector del Pozo de Banfield en el que se construirá un espacio para la Memoria. Se trata de una parte y no de la totalidad del inmueble debido a que aún se lleva a cabo la recolección de pruebas e inspecciones judiciales en la causa por el Pozo de Banfield.
A partir de la orden de Blanco, un equipo de antropólogos especializados realiza una inspección del lugar habilitado para la recorrida e intervención de los organismos, a fin de establecer los modos de preservar las marcas y características del sitio.
El jueves 29 desde el mediodía, representantes de organismos de derechos humanos realizarán la primera recorrida por el lugar, actividad para la cual ya hay 97 inscriptos, tres por cada organización. Los docentes Alejandro Fabián de León, Patricia Fleitas y Marcia Figueroa, estarán en la jornada como representantes del Programa Jóvenes y Memoria de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM). El sábado 31 de mayo desde las 10.30 se avanzará para organizar el material y distintas acciones, tales como conversar con los vecinos, establecer visitas con escuelas y elaborar volantes para la difusión.
Los relatos de los vecinos
(Por Patricia Fleitas) A pesar de tiempo transcurrido y el anuncio de la apertura del Pozo de Banfield como un espacio de la memoria, algunos vecinos se animan a dar testimonio pero sin que los nombren totalmente. Parece que sigue el miedo y muchos recuerdan que los comisarios que estuvieron allí hoy siguen vivos, como si la sombra del horror quisiera tocarlos.
Caminamos con dos de ellos, fuimos hasta el Pozo y allí comenzaron los testimonios, cargados de muchos años de silencio. Juan era electricista y vive muy cerca. Dice que una noche llegó un uniformado a buscarlo a su casa, le pidió que lo acompañe al Pozo por que “se les había cortado la luz”, inmediatamente vi en sus ojos el espanto de la relación porque se les había cortado la luz y allí nomás agregó… «se les paso la picana a los h de p… entré, recorrí el lugar, vi lo que estaban haciendo y les digo que no iba a arreglar la luz que se busquen a otro, el policía molesto me sacó rápido pero antes de irme me dijo que no hablara de lo que había visto porque sino me iban a ir a buscar sabían quién era y dónde vivía…».
[pullquote]Los vecinos eran amenazados por el personal policial que les decía que si hablaban o denunciaban algo les iba a pasar lo mismo que a los que llevaban allí [/pullquote]
Otra vecina llamada Luisa dice que su familia estaba muy entusiasmada por la compra de un terreno que había costado “barato” y en un lugar no muy lejos el centro de Lomas, esto había alegrado a todos. Al tiempo comenzaron con la construcción y luego a vivir en el lugar donde sólo había un gran edificio y dos casas. Recuerda que había muchos gritos especialmente de noche y autos que entraban y salían continuamente. Ante tanta intriga le preguntaron a una vecina, que les contó que «allí traían a los montoneros, que los torturaban o los mataban, que los picaneaban, y que la mayoría de los vecinos eran amenazados por el personal policial que si hablaban o denunciaban algo les iba a pasar lo mismo».
Intenté preguntar cómo aguantaban tantos años sabiendo lo que pasaba y me respondieron «no teníamos otro lugar para ir y el temor era muy grande». Hoy no dejan de tener miedo, pero les parece que está bien que se construya un espacio por la memoria, están más felices aunque no logran asumir que vivieron tan cerca del horror. Quieren que el lugar sea de los jóvenes, intuyo que vieron ingresar a muchos de ellos por eso el pedido. Me voy caminando y no puedo pensar cómo se construye y se vive alrededor de tanto horror.