Apelan la absolución de cinco policías por el crimen de Duffau
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(Agencia) Los abogados de la familia de Gastón Duffau apelarán el fallo que absolvió a los cinco policías juzgados por el delito de torturas seguidas de muerte, cometido contra el joven en febrero de 2008 en Ramos Mejía.
El 20 de mayo pasado el Tribunal Oral Criminal Nº 4 de La Matanza, integrado por los jueces Nicolás Grapassono, Alberto Saibene y Matías Rouco, dio a conocer un nuevo fallo absolutorio para los cinco uniformados. La familia manifestó “sorpresa e indignación” por el resultado de este segundo juicio, en el que, para ellos, fue otra vez mal valorada la prueba. “Si eso no fue tortura, no sé qué es la tortura”, reflexionó Raquel Wittis, madre de otro joven asesinado por la policía que acompañó a la familia durante el juicio.
En el banquillo de los acusados estuvieron los efectivos Leonardo Brandan, Mauro Ponti, Luis Acuña, Rubén Steingruber y Natalio De Nardis, a quienes se les imputó el delito de “torturas seguidas de muerte”. En un primer juicio, declarado nulo por el Tribunal de Casación bonaerense, los cinco policías también habían sido absueltos.
Tanto el Ministerio Público Fiscal, integrado por Ariel Panzoni y Daniel Dabué, como la acusación privada, representada por el Dr. Gustavo Romano Duffau, solicitaron la pena de prisión perpetua para los cinco imputados, convencidos de que son coautores del delito tortura seguida de muerte sobre la persona de Gastón.
El equipo médico, compuesto por los doctores Alfredo Romero, Adrián Rodríguez Paquete y Virginia Creimer, ejecutó la primera y única autopsia del caso que determinó que “la muerte fue producida por mecanismo violento, y a consecuencia final de un paro cardiorespiratorio, siendo la causa originaria politraumatismos graves y combinación de mecanismos asfíxticos mecánicos con compresión extrínseca de cuello y con presión torácico-abdominal”.
Beatriz Silvane, ex mujer de Gastón Duffau, manifestó que “cuando empezamos a leer los fundamentos nos sorprendimos porque los jueces reconocen que estos imputados asesinaron a Gastón, que lo lesionaron, que por la forma en que lo trasladaron mostraron desprecio por la vida de Gastón -en una camioneta, esposado con las manos hacia atrás y con un cinturón que le inmovilizaba las piernas- pero concluyen que se trata de un homicidio culposo”, porque “lo que no tuvieron fue la intención de matarlo”. Por otra parte, Silvane pidió que se proceda al apartamiento inmediato de los cinco policías: “ellos no deberían seguir trabajando en las comisarías tal como vienen haciendo, por lo menos deberían ser pasados a disponibilidad. Es un riesgo, porque demostraron que no están capacitados para desempeñarse como policías en una sociedad civil”.
Raquel Wittis, por su parte, remarcó la gravedad de este segundo fallo: “con la nulidad del juicio anterior por Casación, (porque se hicieron las cosas mal) en donde se dijo que fue mal valorada la prueba; que después de eso, después del segundo juicio, tengamos a los cinco policías absueltos, esto es realmente grave”. Para Wittis, “entre un juicio y otro hubo cambios pero la prueba sigue sin valorarse correctamente. El tema es que ellos no consideran tortura lo padecido por Gastón. Sí observan falta en el deber de cuidado durante el traslado, que él llegue muerto al hospital, pero no que lo torturan. Así que no sé qué consideran tortura. Parece que el camino de la justicia va por un lado y los derechos de la víctima van por otro”. Y finalizó “los responsables ya están identificados, pero el estado debe reparar el daño y yo creo que lo que se ha conseguido hasta ahora es una nueva victimización de los familiares de Gastón”.
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A la luz de este fallo, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) reitera que la justicia tiene una deuda inmensa en la lucha para erradicar la tortura y la violencia institucional. Esta práctica sistemática que persiste en democracia ya ha cobrado innumerables vidas y dolores, en especial de los jóvenes de nuestra provincia. La resolución del Tribunal Oral N° 4 refuerza la impunidad como lógica de respuesta estatal ante la tortura, y genera, de este modo, las bases para su reiteración.
El caso
El crimen ocurrió en febrero de 2008, cuando Duffau fue ferozmente golpeado por un grupo de uniformados de la comisaría de Ramos Mejía. Gastón se encontraba en un local Mc Donald’s de esa localidad donde discutió con algunas personas y con el personal de seguridad. Un empleado del local llamó a la comisaría 2° y cuando los policías llegaron, lo detuvieron y lo llevaron primero a la dependencia policial y, más tarde, al Hospital Interzonal de Haedo. Gastón Duffau murió en ese trayecto. Había sido trasladado en una camioneta policial, estaba desnudo y con dos pares de esposas en las manos.