PRIMERA AUDIENCIA DEL JUICIO POR LA CAUSA “LA CACHA” Rozanski: “El tribunal no va a permitir maniobras dilatorias desde el inicio del juicio”
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(Por Sebastián Pellegrino, Agencia) Minutos antes del mediodía, desde la esquina de 4 y 53, por una angosta abertura del vallado que desde temprano cerraba la calle ingresaron tres combis del Servicio Penitenciario Federal: una ambulancia, una unidad de personal y un móvil de la Dirección de Traslados. En el interior de la última combi, apoyada entre el tablero y el parabrisas, había un expediente judicial en cuya solapa decía: Miguel O. Etchecolatz – Cuerpo IV.
El exjefe de la Dirección de Inteligencia de la Policía bonaerense, además del expenitenciario platense, Héctor “El Oso” Acuña, entre otros represores ya condenados por delitos de lesa humanidad, eran ingresados a la sede de la exAMIA -4 entre 51 y 53- donde se llevaría a cabo el inicio del juicio oral y público por los crímenes cometidos en el Centro de Detención Clandestino conocido como “La Cacha”.
La causa que finalmente llegó a instancia de juicio es el resultado de la unificación de tres investigaciones penales sobre homicidios, privaciones ilegítimas de la libertad, tormentos y sustitución, ocultamiento y retención de menores. Los más de 120 hechos que se investigan fueron cometidos entre 1977 y 1978 en el centro clandestino que funcionó en la antigua planta transmisora de Radio Provincia, a pocos metros de la unidad penitenciaria 1 de Olmos.
Entre los 21 imputados, 13 pertenecieron al Destacamento de Inteligencia 101 del Ejército; 2 fueron penitenciarios bonaerenses; 4 fueron policías bonaerenses; 1 fue integrante de la Armada; y el restante, un civil: el exministro de Gobierno, Jaime Lamont Smart, quien resolvió realizar su propia defensa en juicio. De todos ellos, 19 estuvieron presentes en el teatro de la exAMIA, y los dos restantes –uno internado en el Hospital Penitenciario de Ezeiza, y el otro en la sede del juzgado federal de Neuquén- estuvieron comunicados con el Tribunal mediante tele-presencia.
Al momento de dar inicio a la audiencia, la sala del teatro de la exAMIA estaba repleta: abajo, el público general; en la platea superior, la prensa y los familiares de los imputados. “De pié, por favor”, anunció la secretaria del tribunal antes del ingreso de los magistrados. “Todos de pié, por favor”, insistió en seguida, mientras muchos de los que estaban en la parte superior permanecían sentados.
No sería una audiencia “ordenada”, y eso ya había sido preanunciado con el ingreso de los imputados a la sala: el Oso Acuña, sonriente, saludaba a la platea con los dedos en V y, simultáneamente, con la otra mano apuntando hacia el público, mostraba un gesto obsceno y ofensivo.
Con el ingreso de los jueces del Tribunal Oral Federal 1 de La Plata -presidido por Carlos Rozanski e integrado por los vocales Pablo Jantus y Pablo Vega- y la apertura de la audiencia, varios de los defensores de los imputados tomaron la iniciativa y, desde los primeros minutos, comenzaron a desandar planteos y recursos procesales –de los cuales, varios habían sido realizados con anterioridad a la audiencia y resueltos por el tribunal-.
Uno de los planteos, por ejemplo, fue el que realizó el abogado Juan José Losinno, quien solicitó que se impidiera a los fotógrafos presentes en la sala tomar imágenes de Claudio Grande, su defendido, por estar previsto un reconocimiento fotográfico durante el juicio. El pedido fue rechazado.
La insistencia de Losino, que hacía uso de la palabra a pesar de las advertencias de los jueces, motivó una encendida respuesta por parte de Rozanski: “Le voy a pedir –porque aún ni siquiera hemos declarado abierto el debate oral y público- que permita sesionar al Tribunal de acuerdo a lo que establece el Código de Procedimientos. Le voy a pedir que no interrumpa y, de lo contrario, va a ser usted desalojado de la sala por las atribuciones que la ley confiere a esta magistratura”.
Luego, el Tribunal dio lectura a la resolución tomada recientemente en torno a un planteo de recusación, interpuesto también por Losinno, contra el Presidente del cuerpo, Carlos Rozanski, al que el abogado había acusado por prevaricato en función de la actuación del magistrado durante el juicio a los responsables de los delitos de lesa humanidad cometidos en la unidad penitenciaria 9 de La Plata. El pedido también fue rechazado.
El momento de mayor tensión entre el Presidente del Tribunal y el defensor Losino, que seguía interrumpiendo el normal desarrollo de la audiencia, llegó luego de la lectura de una de las resoluciones recientemente adoptadas por el tribunal: “El doctor Losinno, no hace mucho tiempo, llamó por teléfono al tribunal en horas de la noche, que no corresponde, e intimidó a la funcionaria que lo atendió diciéndole que su nombre saldría publicado en los medios. Hoy el mismo abogado se ha expresado de forma indecorosa y grosera ante el tribunal, y quiero dejar en claro que no vamos a permitir las maniobras dilatorias desde el inicio del juicio”.
“También aclaro que este Tribunal no se ha rascado las pelotas durante todo el año, como sugirió el doctor Losino… Este debate va a transcurrir con total normalidad y se van a cumplir todas las normas del debido proceso”, agregó.