SEXTA AUDIENCIA DEL JUICIO LA CACHA “Un río de sangre separa al pueblo argentino de los militares asesinos”
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(Por Sebastián Pellegrino, Agencia) Perla Amelia Diez fue la primera testigo en declarar en el comienzo de la sexta audiencia del juicio oral y público conocido como La Cacha –nombre del Centro Clandestino de Detención que funcionó en las antiguas instalaciones de las antenas de radio Provincia, a metros de las unidades penitenciarias 1 y 8 de Olmos-. Pasado el mediodía, el Presidente del Tribunal Oral Federal en lo Criminal 1, Carlos Rozanski, realizó la pregunta de rigor: “¿Jura decir la verdad…?”. “Sí, juro por la verdad histórica, en contra de la impunidad y por estas chispas de justicia que hemos sabido conseguir”.
Perla Amelia Diez fue militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y pareja de Jorge Horacio Moura –también militante del PRT, secuestrado en su casa de City Bell el 8 de marzo de 1976 y alojado en La Cacha hasta su posterior desaparición forzada- con quien tuvo dos hijas, una de ellas nacida en cautiverio. Perla fue detenida a fines de febrero de 1975 en Mar del Plata y luego trasladada a la unidad penal 8 de La Plata. Casi 30 años después se enteraría de que su compañero Jorge había estado detenido en La Cacha.
“Hace unos años, un amigo me dijo que en una lista de víctimas de La Cacha realizada por H.I.J.O.S. figuraba el nombre de Jorge. Al conocer ese dato, fui a la Comisión Provincial por la Memoria y allí me permitieron acceder al testimonio de Horacio Molino –un trabajador de una obra social de un banco que había estado en La Cacha y decía haber compartido la celda con Jorge-. Fui a la casa de Molino y le pedí, en nombre de mis hijas, que accediera a contarme lo que sabía porque necesitábamos reconstruir la historia”, relató Perla ante los magistrados.
[pullquote]Perla Diez: “El cuerpo médico (de la maternidad de la unidad penal 8) lo conducía Rodolfo Leone, alguien muy particular: maltrataba a las mujeres embarazadas, era infernal, un fascista terrible”[/pullquote]
Días después, Molino llamó a la mujer y la citó a una confitería de la zona de Plaza Italia para conversar “durante 5 minutos”, según la condición de la esposa de Molino. “Sí, yo estuve con Jorge Horacio Moura, cuyo seudónimo militante era ‘Manuel’. Era sargento del ERP y había estado en el asalto a Monte Chingolo. Toda esta información la conocían los militares”, le explicó Molino.
A partir del relato del compañero de celda de Moura, que Perla Diez reconstruyó ante los magistrados durante la audiencia del miércoles 19, ella conoció también el episodio en el que, tal vez, “Manuel” fue visto con vida por última vez: “El 24 de marzo de 1977, lo sacan a Jorge de su cautiverio y lo llevan en un camión cargado de guardias hasta un descampado de Parque Pereyra Iraola. Allí había sido citada su madre para que se despidiera de su hijo. Ella le preguntó qué podía hacer por él, y la respuesta fue que sólo cuidara de sus dos hijas. Se despidieron y no volvieron a verse”.
Acerca de La Cacha, Perla declaró que, estando detenida en la unidad penal 8, era frecuente que la despertaran a ella y a las demás detenidas por las noches pidiéndoles “pañales y elementos de higiene” en cantidades superiores a las que las detenidas preveían que podrían necesitarse en la unidad. Por eso comenzaron a sospechar que habría algún lugar de encierro clandestino cerca del penal.
“Una de mis hijas nació en la maternidad de la unidad 8, un quirófano que fue construido a las apuradas, sin elementos de seguridad e higiene apropiados y sin personal médico capacitado. Ni siquiera había gasas y todo estaba muy sucio. El cuerpo médico lo conducía Rodolfo Leone, alguien muy particular: maltrataba a las mujeres embarazadas, era infernal, un fascista terrible”, explicó Diez.
Narró una anécdota sobre el cinismo de Leone: “Yo estaba terminando de parir sola, sin asistencia de nadie, y Leone, que estaba a mi lado, me amenazaba con que, luego, yo debía decir que me había asistido durante el parto”.
El testimonio de Perla Diez fue de casi dos horas y, antes de finalizar, se produjo un duro intercambio entre uno de los defensores y el Presidente del Tribunal a partir de una pregunta a la testigo que fue desestimada por improcedente.
Al final, la compañera de Jorge Horacio Moura, profundamente emocionada, concluyó su declaración: “Quiero dejar mi reconocimiento a Jorge y a todos los revolucionarios de antes, ahora y de siempre, que van a encontrar los caminos para ser libres, justos y solidarios. Por todos ellos, no sólo por los que murieron, sino por los que se exiliaron y por quienes lucharon por el país”.
[pullquote]“Quiero dejar mi reconocimiento a Jorge y a todos los revolucionarios de antes, ahora y de siempre, que van a encontrar los caminos para ser libres, justos y solidarios”[/pullquote]
“Estamos pidiendo Justicia con mayúscula y en contra de cualquier intento reconciliatorio. Un río de sangre separa al Pueblo argentino de los militares asesinos. El pueblo argentino no se va a reconciliar jamás con los genocidas”, cerró Perla Diez.
El viernes 21 continuarán las declaraciones de testigos. Cabe recordar que las audiencias del juicio La Cacha se realizan los miércoles y viernes a partir de las 10 de la mañana, en la sede de la ex AMIA, calle 4 entre 51 y 53 de la ciudad de La Plata, y pueden ser presenciadas por mayores de 14 años con acreditación de identidad.