SE REALIZÓ LA SEGUNDA AUDIENCIA DEL JUICIO “LA CACHA” Etchecolatz: “Estos son juicios de revolucionarios”
(Por Sebastián Pellegrino, Agencia) “Me sorprende que todos los magistrados empleen esa carátula de ‘sistema ilegal’: yo no actué fuera de las leyes vigentes de aquellos años que pusieron a las fuerzas policiales subordinadas a las fuerzas armadas. Esas leyes fueron implementadas por gobiernos constitucionales. Por eso digo, y sin intentar ofender a nadie, que estos juicios son juicios de revolucionarios”, dijo el exDirector de Investigaciones de la Policía bonaerense, Miguel Osvaldo Etchecolatz, al comienzo de su declaración indagatoria en el marco de la segunda audiencia del juicio en el que se investigan los delitos de lesa humanidad cometidos en el Centro Clandestino de Detención conocido como La Cacha.
“Este poder judicial que hoy nos juzga hace la vista gorda sobre los terroristas que iniciaron la lucha, la muerte y la división entre los argentinos”, continuó el ya condenado excomisario. Frente a él, los integrantes del Tribunal Oral Criminal Federal 1 de La Plata; a metros detrás suyo, sentados en el interior de un corral y custodiados por personal del Servicio Penitenciario Federal, los demás imputados del juicio (con excepción de dos exmilitares que participaron de la audiencia mediante videoconferencia desde Ezeiza y Neuquén).
En el presente juicio, Etchecolatz está acusado de haber intervenido, como coautor mediato, en los homicidios de Marcelo Bettini y Luis Eduardo Bearci perpetrados durante un operativo policial en Tolosa a fines de 1976. “Por mi cargo y jerarquía, a mí me tocó matar, pero no sé a cuánta gente ni a quiénes. No conozco el episodio por el que se me juzga porque hay que tener en cuenta que la lucha, iniciada por los terroristas, fue diaria y muy cruenta”, agregó el exDirector de la Investigaciones de la policía.
Más adelante, intentó aclarar que “no era que yo salía a matar indiscriminadamente sino que cuando se originaban los enfrentamientos con los terroristas se resolvía la vida de uno o de otro”, lo que motivó la pregunta del Presidente del Tribunal: “Si usted, como dice, mató gente pero no recuerda a quién ¿Cómo puede estar seguro que no mató a Bettini ni Bearzi?”.
Además de Etchecolatz, también declaró el ya condenado a prisión perpetua Jaime Lamont Smart, exministro de Gobierno bonaerense durante la última dictadura. Smart está siendo juzgado por haber participado, como coautor mediato en su calidad de ministro de Gobierno, en los asesinatos de Bettini y Bearzi, así como por haber intervenido en la privación ilegal de la libertad y aplicación de tormentos contra víctimas secuestradas en La Cacha.
“Sobre la causa de La Cacha, voy a reiterar declaraciones mías anteriores: este festival de causas en mi contra responden a mi rol de ministro de Gobierno a cargo de las más de 500 dependencias policiales, por lo que, de aquí en adelante, mi presencia en estos tribunales será frecuente”, comenzó diciendo Smart.
Acerca de Bearzi y Bettini, afirmó que el primero fue asesinado por disparos de armas de fuego realizados por una comisión policial, en ocasión de una cita programada que Bearzi tenía con Bettini. Con respecto a este último, que tenía 21 años en aquél momento, “le señaló al oficial que lo había ingresado al patrullero que no se preocupara porque se había tomado la pastilla de cianuro”.
“Asimilar el suicidio por ingesta de una pastilla de cianuro con el delito de homicidio es una falta de respeto a las víctimas del Holocausto que fueron secuestradas y vejadas en los campos de concentración nazi”, agregó el exministro.
Durante la segunda audiencia del juicio también declararon los imputados Jorge Di Pascuale, exteniente coronel del Ejército; Edgardo Gargano, exdirector general de Seguridad de la Policía bonaerense; Horacio Luján, exjefe de la unidad regional La Plata de la Policía; y Julio César Garachico, exjefe del servicio de calle de la unidad regional policial La Plata, entre otros.
La declaración más extensa de la jornada fue la del veterinario jubilado y exintegrante del Destacamento de Inteligencia del Ejército 101, Claudio Raúl Grande, quien basó su exposición en la supuesta confusión que existiría sobre su identidad, a pesar de que distintos testigos y víctimas de vejaciones sufridas en el Centro Clandestino La Cacha lo señalan como agente de inteligencia del Ejército infiltrado en la Facultad de Veterinaria de la UNLP y como guardia de La Cacha.
La próxima audiencia del juicio se realizará el viernes 7 desde las 10 en la sede de la exAMIA, situada en calle 4 entre 51 y 53.