SU HISTORIA FUE ABORDADA EN DOS PRODUCCIONES DE JÓVENES Y MEMORIA La escuela secundaria 68 de Lomas de Zamora llevará el nombre de Gregorio “Guyo” Sember
La Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia resolvió en los últimos días imponer el nombre “Guyo Sember” a la EES 68 de Lomas de Zamora, a partir del resultado de una votación llevada a cabo en la comunidad educativa. El nombre corresponde al de un exalumno de esa institución que fue secuestrado el 30 de mayo de 1976 y permaneció desaparecido hasta julio de 2012, cuando el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) identificó sus restos junto a otros que habían sido ilegalmente enterrados en el cementerio de Avellaneda. Su historia fue abordada en 2016 por alumnos de la misma escuela en el marco del programa Jóvenes y Memoria de la CPM.
ANDAR en la Memoria
(Agencia) “La idea de trabajar sobre la historia de Guyo Sember generó entusiasmo en los alumnos porque él también había cursado sus estudios en esa misma institución, la escuela secundaria 68 de Lomas de Zamora. Fue una experiencia muy importante para los jóvenes que realizaron la producción porque se propusieron, a través de fotos de Guyo ubicadas en distintos lugares, que pudiera volver a recorrer y habitar las aulas de la escuela, los pasillos, el patio”, afirmó la docente Patricia Fleitas.
El proyecto llamado “Las ausencias que siempre están presentes” fue realizado en 2016 por un grupo de 10 alumnos de 5° año de la secundaria 68, en el marco del programa anual de la CPM Jóvenes y Memoria. Es un video de poco más de 6 minutos en el que los portarretratos de Guyo Sember dan cuenta de su presencia en la memoria de la comunidad educativa y de las nuevas generaciones.
Asimismo, la producción contiene fragmentos de video de un homenaje realizado en la escuela en el que Silvio “Lito” Sember coloca una imagen de su hermano Guyo junto a otras placas históricas en el hall principal de la institución.
En la misma jornada Lito conoció un cuadro pintado por el artista plástico estadounidense Brian Carlson en una pared de la escuela secundaria 68 a partir de una foto de Guyo: “Este ejercicio de entrar en contacto con las imágenes es esencial en la recuperación de la memoria y en el mantenimiento de la memoria”.
“Se discute sobre la cifra de los desaparecidos, si son 9 mil, 30 mil… frías estadísticas, pero no son verdad porque en la realidad los desaparecidos son gente que tenía esperanza, ilusión, impulso, energía, y esa gente fue destruida por una maquinaria infame creada por aquella dictadura cruel que los desapareció no solo físicamente sino también para borrarlos definitivamente de la memoria de su pueblo”, agregó.
Cabe aclarar que en 2015 –también con la coordinación de la docente Patricia Fleitas pero con alumnos de la escuela secundaria 49 de Lomas de Zamora- ya se había realizado una investigación, en el marco de Jóvenes y Memoria, sobre Gregorio Sember como parte de las biografías de desaparecidos de Lomas de Zamora.
Este camino de construcción y fortalecimiento de la memoria a través de los jóvenes de dos escuelas secundarias se profundiza con la imposición del nombre Guyo Sember a la escuela que él mismo asistió y que hoy lo recuerda.
En este sentido, la resolución de la Dirección General de Cultura y Educación plantea, entre sus considerandos, que el valor de la nominación de las instituciones educativas está directamente relacionado con la importancia de su identidad como parte indisoluble de la cultura institucional”.
La historia de Guyo Sember
Gregorio Marcelo “Guyo” Sember era profesor de educación física, docente y deportista. Fue secuestrado en la casa donde vivía con sus padres el 30 de mayo de 1976 y permaneció detenido desaparecido hasta que en junio de 2012 el Equipo Argentino de Antropología Forense identificó sus restos enterrados en el cementerio de Avellaneda.
De acuerdo a la reconstrucción realizada, habría sido asesinado el 20 de junio de 1976 junto a otras 10 víctimas en el marco de un simulacro de enfrentamiento con efectivos del Ejército. En agosto de 2012 se realizó una ceremonia de sepultura en el Cementerio Israelita de Lomas de Zamora.