HACINAMIENTO Y AISLAMIENTO EXTREMO La justicia ordenó bajar la cantidad de 81 personas alojadas en un pabellón para 36 en la cárcel de Junín
ANDAR en Junín
(Agencia Andar) El pabellón 4-A de la Unidad 49 de Junín está compuesto de nueve celdas de 6 metros por 3 y cada celda tiene dos cuchetas pero se alojan ahí entre 8 y 11 personas; es decir, más de la mitad deben dormir en el suelo. El hacinamiento es aún más gravoso por la situación de aislamiento extremo: las personas detenidas pasan más de 20 horas al día encerrados en sus celdas, y los fines de semana y feriados directamente no salen.
La grave situación fue denunciada por la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) en un habeas corpus preventivo y correctivo que presentó tras una inspección realizada en su calidad de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura. Además del hacinamiento y el aislamiento extremo, la CPM denunció la precaria situación edilicia, la deficiente atención sanitaria, la insuficiente y mala calidad de la comida, entre otros aspectos que significan un claro agravamiento de las condiciones de detención.
Este nivel de sobrepoblación y aislamiento impacta en la cotidianidad de las personas. A modo de ejemplo: sólo tienen una hora y media al día para ir a bañarse pero, por la cantidad de personas en el pabellón, no hay tiempo para que todos puedan higienizarse, por lo que deben hacerlo en el interior de las celdas con agua fría o calentando el agua mediante artefactos eléctricos precarios con el peligro de electrocución que eso conlleva.
Tras la presentación del habeas corpus, el juez correccional de Junín Héctor Barbera se hizo presente en la cárcel, dialogó con las autoridades penitenciarias y las personas detenidas, y recorrió las celdas del pabellón para constatar las graves condiciones de detención denunciadas por la CPM.
En la resolución favorable del habeas, el juez repone que todas las celdas tienen graves problemas edilicios: faltante de vidrios de las ventanas, celdas inundadas por el desborde de las cloacas o por el ingreso de agua los días de lluvia, condiciones eléctricas precarias y riesgosas y gran proliferación de insectos.
También constató que la alimentación es insuficiente y de mala calidad, incluso las personas detenidas le dijeron que algunos alimentos directamente no pueden ni comerlos. Sobre la atención médica, las personas detenidas sostuvieron que está mediada por la voluntad del personal del servicio, tanto para ser llevados hasta el área como para recibir medicación. Y que ante cualquier problema de salud sólo le recetan ibuprofeno o paracetamol. Además, de acuerdo al informe de los peritos, se comprobó que el personal médico en la unidad es insuficiente para atender a la totalidad de las personas detenidas.
Tras la constatación de estas graves condiciones de detención, el juez llamó a audiencia en el marco del habeas con las autoridades de la UP 49 y representantes del Ministerio de Justicia bonaerense. Los funcionarios sólo pudieron reconocer la situación y se comprometieron a gestionar algunos trámites para las mejoras de infraestructura; durante el transcurso del habeas sólo se realizó la desinfección del pabellón, que había sido ordenada cautelarmente por el juez, y la provisión de 16 colchones que faltaban.
En esa audiencia, la CPM también solicitó extender los horarios fuera de la celda, actualmente sólo tienen 1:30 horas para ir a duchas y dos horas para actividades recreativas en el patio, pero las autoridades penitenciarias se opusieron alegando “condiciones de seguridad” porque no cuentan con el personal para cumplir con las guardias. En su resolución, el Juzgado Correccional recogió esto último y se solicitó a las autoridades que consensuen con las personas detenidas mayor tiempo para ir las duchas.
En otro de los puntos resolutivos del habeas, el juez Héctor Barbera ordenó a la Dirección Provincial de Política y Gestión Penitenciaria de la Subsecretaria de Política Penitenciaria del Ministerio de Justicia realizar las gestiones necesarias para solucionar la falta de cerramiento de las ventanas de las celdas, la provisión de una bomba de agua y reparar los tendidos eléctricos. Además de garantizar la provisión de alimentos suficientes y de calidad, y lo mismo con respecto a elementos de limpieza e higiene personal.
Por otra parte, encomendó las gestiones a las autoridades de Sanidad del Servicio Penitenciario Bonaerense para aumentar la cantidad de profesionales disponibles, y disponer de una ambulancia para los traslados de las personas detenidas en las tres unidades del complejo penitenciario (13, 16 y 49). Además ordenó que se garantice la atención psicológica y que los medicamentos sean provisto directamente por los profesionales de la salud, sin intermediación del personal penitenciario o de otros internos del pabellón.
Como se mencionó más arriba, sobre la cuestión central del habeas, el juez Barbera ordenó la progresiva disminución de las personas alojadas en el pabellón 4-A hasta llegar al cupo de 36. La medida debe realizarse en un plazo de 60 días y priorizando el traslado a unidades carcelarias cercanas al núcleo familiar de las personas detenidas.