Parapeatón: Arte urbano y crítico
ANDAR en Olavarría
(Agencia Comunica- FACSO) Cuarteto Parapeatón es un grupo de artistas jóvenes integrado por cuatro amigos que, sin preguntarse demasiado por qué, intervienen con color y significado la ciudad. Su arte ‘para el peatón’ intenta decir: ‘pará, peatón’. Sus expresiones poéticas y políticas interpelan a la comunidad en múltiples sentidos.
Hormigas gigantes transitan, desde hace tres meses, sobre las veredas y desagües de cemento del Parque Mitre. Aparecieron también patos que nadan sobre agua estancada, gatos que acechan a ratas sobre un paredón de un baldío y una figura humana que abraza a los monoblocks del barrio Independencia. Así son los murales del cuarteto ‘Parapeatón’. En cada uno de ellos «se plantea un tema con una intención, que puede ser crítica, un hecho estético o poético. No tiene una sola lectura, son ambiguas por el hecho de estar en un espacio público», explica el profesor de artes visuales Leonardo Barcelona, uno de los integrantes del grupo que completan Sebastián Borelli, Aldo Fernández y Fernando García.
Desde su primera intervención realizada el 17 de octubre, con la temática de las hormigas hasta su último mural denominado ‘liquidación navideña’, los artistas encuentran respuestas de aprobación en los vecinos. El grupo interpela al peatón en un sentido político pero no partidario. «Hacemos una crítica de la situación actual, pero contemplando una lectura abierta para que cualquiera lo pueda ver y entender, buscamos que sea un arte inclusivo», amplía el estudiante avanzado en artes plásticas Fernando García.
Trabajan con pinturas de distintos colores y sin limitación en las técnicas. La única consigna es que sea en espacios públicos y con una actitud que promueva la participación del peatón. Sobre el mural pintado usan esténcils. «En el momento no pensamos en un tema. Es un juego que si se quiere puede ser puramente estético. Sobre el mural de ratas y gatos, una persona nos dijo ‘me encantó lo que hicieron porque es una conceptualización de los tiempos actuales’. A mí me parece fascinante que alguien puede interpretar algo así. En un espacio público el mensaje es ambiguo», cuenta Leonardo Barcelona.
Las participaciones con el público se generan a partir del acercamiento, el diálogo y la intervención en la obra. En esa línea se concretó el mural del barrio Independencia, donde los vecinos pintaron flores en los caminos interiores y una figura humana con los brazos extendidos en una pared. Otro de los murales que compartieron con la comunidad fue realizado en la Escuela Nacional Adolfo Pérez Esquivel de la Unicén.
«Fue con el grupo de Econciencia, sobre la ecología. Surgió a partir de plantear la imagen desde la mirada de un niño. A nosotros nos gustaría que la gente participe con nosotros o solos, que lo nuestro sea un estímulo. Porque no se necesita algo especial para hacer un mural. Sólo ganas», asegura Leonardo.
Una de las pintadas más significativas para el «Cuarteto Parapeatón» fue la realizada en el Parque Helios Eseverri y titulada ‘Un festejo a pura masa’. Cuatro días antes del aniversario de Olavarría, pintaron pasteles con velas junto a leyendas que critican la kilométrica torta que se realizó para la celebración. «Lo que más nos molestó fue enterarnos de que iban a hacer una torta de tantos kilos. Porque se podrían haber hecho otras tantas cosas en los barrios… Cuando los recorrés ves la realidad y acá en Olavarría no hay inclusión porque se da siempre a los mismos sectores. Los barrios de afuera no existen. Entonces dijimos ‘hagamos una campaña'», explica Sebastián Borelli y aclara que la intención «no es insultar a nadie sino simplemente plantear una crítica. Es nuestra postura y tenemos ganas de decirla». Leonado Barcelona agrega que «en ese momento se debatió sobre el elevado precio del pan, donde cualquiera dijo lo que se le ocurrió como que los panaderos más o menos le van poniendo el precio. En ese contexto se planteó hacer una torta que encima desde la Secretaría de Cultura se dijo ‘sin querer, vamos a batir récord’. Nos pareció todo bizarro y hecho a la bartola».
Mucho más que estética para la ciudad
Desde hace unos años, Olavarría muestra dibujos, murales y poemas en sus paredes. «Hay grupos que están queriendo decir algo y dar color. Todavía se ve mucho color gris», opina Fernando García. Sebastian Borelli encuentra otra explicación. «Tiene que ver con la posibilidad de participación que tienen los jóvenes desde hace diez años atrás. Olavarría siempre fue conservadora, muchos jóvenes están molestos con esto y me incluyo. Decido hacer arte y en él vuelco mi compromiso social».
Los cuatro muralistas acuerdan que el arte es un camino para dar oportunidades de cambio en los barrios necesitados. Así lo cree Sebastiá Borelli. «Nosotros podemos ir con arte, dar plástica para incentivarlos y decirles a los chicos ‘vos sabés lo importante que sos’. Vienen de generaciones castigadas pero hay una que puede hacer el cambio. Nosotros podemos lograr que el chico cambie y eso es genial».
Cuarteto Parapetón continuará aportando al involucramiento de los vecinos y vecinas con nuevos proyectos que inviten a la crítica social y política, haciendo intervenciones sobre temas como las cámaras de seguridad o el cemento de la ciudad. El arte urbano se sigue acercando a la comunidad local porque permite compartirlo, pensarlo y debatirlo.
Notas relacionadas:
Atravesar paredes para superar adicciones
La poesía toma las calles de Olavarría