LA IMAGEN, EL TIEMPO Y SUS PLIEGUES De lo cotidiano a lo atesorado: se expone una muestra fotográfica de la Bienal Sur en el MAM
Este sábado 26 a las 18 hs se inaugura, en el Museo de la Comisión por la Memoria (calle 9 N° 984, La Plata), Los pliegues del pasado, la muestra fotográfica de Jose Broide curada por Eduardo Gil que registra la vida cotidiana de los jóvenes en los años previos al golpe. Con entrada libre y gratuita la exposición es parte de la Bienal Sur coordinada por la Universidad de Tres de Febrero con sede en diversos puntos de la Provincia.
ANDAR en La Plata
(Agencia Andar) José se para frente a sus imágenes, esas que tomó en su cotidiano en los días en que iba a la escuela secundaria y no se separaba de su cámara de fotos. “Ahí vino José con ‘la nena’ -cuenta Broide que decían sus compañeros y amigos en esa época-. La máquina era algo que me acompañaba siempre realmente. Estas fotos las tomé entre el ’70 y el ’75 y eran fotos de lo que estaba sucediendo, no eran armadas”. Ese cotidiano fue luego interrumpido por el golpe cívico militar en el ’76.
Ahora ese material, cientos de rollos y negativos, es una muestra que quedó seleccionada en el marco de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo del Sur, un espacio generado por la Universidad de Tres de Febrero que busca trazar “una nueva cartografía para el arte contemporáneo” conectando lugares, creadores, públicos y comunidades. En ese mapa el Museo de Arte y Memoria es una de las sedes y aloja Los pliegues del pasado, la exposición de aquellas fotografías que Broide sacaba casi compulsivamente en su adolescencia y ahora están curadas bajo la mirada del artista visual Eduardo Gil.
“La Bienal es distinta a las tradicionales porque es desterritorializada, no sucede en un solo lugar y momento como otras, y surge además de una universidad pública. Es muy horizontal porque reivindica profundamente el derecho de todos y todas a la cultura, eso es parte de los objetivos fundantes del espacio”, explica Florencia Battiti que forma parte del equipo curatorial de Bienal Sur y eligió al Museo de la CPM como uno de sus destinos.
“Otra cuestión es que se convocan artistas de todo el mundo sin importar su trayectoria, hay artistas que en este marco han logrado hacer y concretar proyectos gracias a esta convocatoria abierta que no discrimina entre aquellos consagrados y quienes están iniciando su camino. Teniendo estas características en cuenta es que espacios como el Parque de la Memoria o los museos de arte y memoria de Rosario y de La Plata me parece particularmente interesante que participen. Incluir al MAM en este circuito y unirlo al proyecto presentado por Eduardo Gil nos pareció más que pertinente, y de esta forma se suma a una red colaborativa con otras instituciones”, agrega
La muestra
“Antes las fotos las hacían los adultos, no como ahora que con el teléfono es normal para los chicos sacar, no sé, su desayuno, las selfies… Que un adolescente esté en el mismo espacio con sus pares, compartiendo, sacando lo cotidiano era realmente algo particular … y yo siempre quise hacer algo con todo eso”, señala Broide. El paso del tiempo le fue sumando valor al material. “Esas fotos vistas antes de 76 era una historia, visto después del golpe de lo que pasó, bueno, aparecen caras de amigos que fueron desaparecidos, otros exiliados, otros que volvieron. De hecho muchas fotos por ahí a veces son las únicas que hay para la familia, la foto de los últimos tiempos de los compañeros”, agrega.
Para poder distanciarse del contenido de esas imágenes, mirarlas desde otro lugar que no estuviese tan atado a lo afectivo, el trabajo de Eduardo Gil fue fundamental. “Este es un trabajo que se resignifica en varios sentidos, la selección, la edición no fueron fáciles, particularmente cuando estamos tan tomados por los 40 años de la democracia”, señala el curador.
Las fotos son copias blanco y negro montadas sobre las paredes blancas, sin marcos ni vidrios, un encuentro directo con la captura de esos adolescentes a veces en grupo, reunidos en un espacio verde; a veces solos, fumando; a veces un retrato en primer plano o un plano detalle, o de cuerpo entero con una luz tenue que hace resaltar la textura de la fotografía. “Las decisiones fueron puramente técnicas –afirma Gil-. Yo siempre digo que lo político se filtra. No es un buen método pensar el arte desde la ideología, siempre se va a filtrar, como la sal va a salir a la superficie”.
La exposición se inaugura este sábado con la presencia del fotógrafo y el curador y de muchos y muchas de quienes protagonizan esas imágenes y se podrá ver hasta la primera semana de octubre. “Creo que es una muestra que sirve para que los padres vean con sus hijos, los abuelos con sus nietos y nietas, que vengan a conversar”, invita Gil. “Esta muestra a mí me encanta, me emociona mucho aparte –suma Broide- porque es todo un evento, aparte del evento fotográfico hay como un evento social digamos. Esto que tiene que ver con el nombre de la muestra, esa hendidura del pasado que vuelve a aparecer hoy en otras formas”.