“DESAPARECER SIGNIFICA SECUESTRO” Una infancia sin primeras palabras
La jornada de la fecha se realizó de forma virtual y contó con la ampliación indagatoria de Jorge Héctor Di Pasquale, ex capitán de artillería y jefe de la sección de Operaciones Especiales del Destacamento de Inteligencia 101 de La Plata; el testimonio de Mercedes Alvariño Blanco, sobreviviente; y el de Carolina Ghigliazza, hija de Ricardo Mario Ghigliazza e Irma Noemí Tardivo, ambos desaparecidos.
ANDAR en la Justicia
(Diario del Juicio) Di Pasquale inició su ampliación de indagatoria afirmando que este es un “juicio anti–constitucional” porque los magistrados que integran el Tribunal Oral Federal Nº1 de La Plata “no son mis jueces naturales” y expresó que se consideraba “un preso político”. Continuó leyendo segmentos de la acusación fiscal y sentenció que “no existió ningún plan sistemático de delitos de lesa humanidad ni tampoco de aniquilamiento y menos aún un plan sistemático de apropiación de niños y niñas”.
Adicionalmente se manifestó sobre el trato y procedimiento aplicado hacia las personas travestis y trans en el ejército “eran remitidos a la enfermería, tenían una entrevista con el médico, se le firmaba la libreta de enrolamiento y era dado de baja”. También afirmó haber conocido a dos personas trans y no haberlas maltratado, ni violado. Expresó que “la sociedad entera los rechazaba” y concluyó diciendo: “pienso que es un negociado, que estos señores están buscando una indemnización, una pensión”.
Continuó menospreciando a los Derechos Humanos y comparándolos con el tráfico de armas. “Hay muchos que viven de los Derechos Humanos”, sostuvo, y luego se preguntó irónicamente si los militantes de organizaciones armadas son considerados “población civil” y “perseguidos políticos” y aseguró que “todo el Ejército Argentino participó en la lucha antisubversiva” mientras él fue Teniente Coronel del Ejército.
Posteriormente el juez Esteban Rodríguez Eggers le hizo varias preguntas al imputado sobre la estructura y el funcionamiento del Destacamento, en respuesta el acusado negó que los oficiales a su cargo y él mismo hayan participado en acciones en la llamada lucha contra la subversión; reconoció que la Policía Bonaerense estaba subordinada al Ejército, pero negó tener relación directa con la Policía; aunque también dijo que “en lo operativo, la Policía dependía del Ejército”.
“Sacó la 9 mm y me la puso en la sien”
Mercedes Alvariño Blanco fue secuestrada por primera vez en junio de 1974 por la Triple A. En la madrugada del 19 de noviembre de 1975 volvió a ser secuestrada en la casa de una prima en Ramos Mejía, donde estaba de casualidad, pues hacía meses que andaba de un lado a otro como consecuencia del primer secuestro.
La testigo relató su paso por el CCD conocido como “Puente 12” y describe los métodos de tortura que sufrió. A los dos o tres días la trasladaron a “El Infierno” de Avellaneda, donde cree haber estado tres días. Allí la visitó en su celda “un tal Castillo, Luis Castillo”, manifestó, a quien describió como un hombre “delgado, alto, de anteojos (…) Muy elegante y muy violento”. Sabía que se trataba de Castillo por inteligencia de la organización Montoneros, en la que ella militaba. “A este señor Castillo lo conocía desde el año 73, teníamos una unidad básica y este señor se pasaba con un Peugeot siguiéndonos cuando íbamos y veníamos de la unidad básica”, expresó.
Castillo le quiso hacer firmar documentos que, según él, habían “encontrado material del ERP y Montoneros” en su casa, a lo que Mercedes respondió que “No era mi casa, no había nada”, y continuó “A la tercera negativa a firmar, sacó la 9 mm y me la puso en la sien para que firme”.
El 27 de noviembre de 1976, Mercedes Alvariño Blanco fue trasladada a la cárcel de mujeres de Olmos.
“Nunca pudimos pronunciar las primeras palabras, mamá y papá, porque los habían desaparecido”
Carolina Ghigliazza es hija de Ricardo Ghigliazza e Irma Noemí Tardivo, militantes del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Ella y su hermana, María Helena, fueron criadas por su abuela paterna en General Rodríguez, luego de que su padre fuera fusilado, el 19 de septiembre de 1975, y meses después su madre fuera secuestrada.
Carolina declara que su mamá fue secuestrada el 8 de julio de 1976 en la escuela Nº 52 de Moreno, frente a niñas y niños de seis años. Fue “arrastrada de los pelos” y la metieron en un auto, relató. Por testimonios de sobrevivientes supo que su mamá estuvo secuestrada en “El Infierno” de Avellaneda y gracias al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) supo que su mamá fue asesinada en agosto de 1976. Sobre su madre, emocionada, contó que “era maestra, tenía 24 años cuando la asesinaron. Era militante. Estudiaba Filosofía y Letras. Participaba en dos revistas de poesía y militaba junto a mi padre en el Ejército Revolucionario del Pueblo”
“Nunca pudimos pronunciar las primeras palabras, mamá y papá, porque los habían desaparecido. Esa palabra, desaparecer, sabemos lo que significa en nuestra historia: secuestros, golpes, quemaduras, violaciones, torturas y asesinatos de las formas más crueles que uno no pude ni siquiera imaginar”, afirmó. Al momento del secuestro Carolina tenía 1 año, mientras que su hermana tenía cinco meses de vida.
Además agregó que su madre escribió en un diario íntimo: “Papá murió por todos los que sufren, por aquellos que no tienen derecho a vivir. Murió para que todos tuvieran la oportunidad de ser felices, por los pobres, porque queríamos otro mundo para ustedes y para todos los nenes”, y mencionó que, junto a su hermana, lo consideran un legado familiar.
Asimismo relató su experiencia en la búsqueda de verdad por sus padres e indicó que el cuerpo de su madre fue hallado enterrado como NN en el cementerio de Benavídez, mientras que los restos de su padre aún no aparecen. Concluyó su testimonio reclamando la “injusticia es que 47 años después estemos discutiendo esto” y “les pido que tengamos justicia”.
El juicio pasó a un cuarto intermedio hasta el 14 de marzo de 2023, la audiencia será virtual, desde las 8.30 am.
*Cobertura realizada por Facundo Galván para Diario del juicio. 7 de marzo de 2022. “DESAPARECER SIGNIFICA SECUESTRO”. Recuperado de https://diariodeljuicioar.wordpress.com/?p=1509