MEGAJUICIO POZOS DE BANFIELD Y QUILMES Y BRIGADA DE LANÚS Declara la defensa
Luego de transitados dos años de juicio, la jornada 90 comenzó con la presentación de los testigos de la defensa de los imputados en la causa. El encuentro de la fecha se realiza de forma virtual y cuenta con cinco declarantes de concepto convocados a favor de Enrique Augusto Barré: Miriam Barré, Nancy Barré, Josefa Sanjurjo de Barré, Hugo Rodolfo Saez y Rodolfo Sainz.
ANDAR en los juicios
(Por diario del juicio) La primera declarante es Miriam Barré, citada como hija de Enrique Barré. Sostiene que durante 1976 su padre se desempeñó como policía especializado en robos, hurtos, secuestros y delitos comunes, con una trayectoria laboral destacable. Recuerda que, en una ocasión, Ernesto Sábato le envió una carta de agradecimiento por el buen trato que tuvo con un detenido. Sobre su carrera, uno de los títulos que obtuvo en la vuelta a la democracia fue el de Comisario General y, una vez retirado, fue nombrado por decreto como parte del Tribunal de Ética de la Provincia de Buenos Aires.
Miriam recuerda que durante su juventud, en el hogar familiar, no se hablaba de política, que eran “apolíticos”, y que solo se trataban temas como el trabajo, el estudio y el progreso personal. Por ello, declara sobre la injusticia que representó para ella y su familia la detención de Enrique en 2015: fue arrestado por la Gendarmería mientras estaba junto a la hija de Miriam, que en ese entonces tenía 14 años, y lo llevaron a Ezeiza. Sostiene que su padre es inocente y destaca que cuenta con el apoyo de familiares y amigos: “Estamos sufriendo mucho toda la familia, papá es inocente. Argentina tuvo un gran policía”. Hacia el final de su declaración, manifiesta:“Como hija lo voy a defender y cuidar siempre”.
“En casa no se hablaba de temas políticos”
Nancy Barré es la siguiente testigo, hija del imputado. Afirma al comienzo: “Mi padre es un hombre de bien, muy buena persona, con valores positivos sobre los que construyó su familia”. Recuerda que siempre trabajó mucho en su cargo como policía, en la división de secuestros extorsivos, robos y hurtos, y destaca el reconocimiento que tuvo por su trayectoria y labor por parte de la comunidad, los medios y la gente que lo conocía. Al igual que su hermana, rememora la carta de agradecimiento de Ernesto Sábato.
Nancy cuenta: “Siempre estuvo con nosotras, nos inculcó valores, la honestidad. En casa no se hablaba de temas políticos, éramos apartidarios. Siempre hablábamos del estudio, el trabajo, el esfuerzo, el crecimiento personal, la solidaridad con nuestros pares. Estoy orgullosa del policía ejemplar que fue”. Finalmente, sostiene que lo vivido como hija, el dolor que trajo la detención de Enrique en San Bernardo en 2015 y la causa de este juicio contra su padre de 84 años son injusticias.
“Fue un funcionario policial ejemplar”
La tercera testigo convocada es Josefa Sanjurjo de Barré, esposa del imputado. Cuenta que se conocieron hace 63 años y que así como él desarrolló su carrera policial, ella lo hizo como maestra, directora e inspectora de educación. A través de una declaración leída, sostiene que Barré «fue un funcionario ejemplar» con valores democráticos, generoso, solidario, que se dedicó con amor a la policía”, cuyos casos resueltos llegaban a los periódicos. Afirma que en la década de 1970 -en particular entre 1976 y 1978- solía pasar tiempo (días, semanas e, incluso, meses) fuera de su domicilio porque, por su trabajo como especialista en secuestros, “se instalaba en las casas donde debía realizar las negociaciones para salvar a las víctimas y devolverlas a sus familias”.
Al igual que sus hijas, Josefa destaca que Barré “jamás fue una persona de carácter político” y que “es absolutamente injusto que al final de su vida tenga que enfrentar un proceso por gravísimos delitos que él no cometió. El dolor que hemos padecido es incalculable”.
“Barré tenía un alto conocimiento de su profesión”
El próximo en declarar es Hugo Rodolfo Saez, abogado, convocado por su conexión laboral con el imputado. El primer contacto que tuvieron fue en 1974, cuando la brigada de San Justo en la que Barré trabajaba como oficial intervino en un robo sufrido por Saez. “Me llamó la atención la educación y los modales que tuvo el personal policial y Barré en particular”, afirma.
Su relación se tornó más cercana en 1999, año en el que Saez fue designado para integrar el Tribunal de Ética del Ministerio de Seguridad. El organismo, que establecía cargos específicos a ser ocupados, seleccionó a Barré para tomar el puesto de oficial superior retirado. “En ese entonces yo tenía 30 años de profesión e igual me llamó la atención la calidad humana de ese ex funcionario policial. Quienes habían sido sus subalternos e, incluso, quienes habían sido detenidos por él destacaban esa cualidad. Era respetado”, dice Saez. Y añade: «Barré tenía un alto conocimiento de su profesión». «Pude aprender mucho del manejo de la fuerza y del personal policial”.
Sobre su ejercicio durante el Golpe de Estado y en la época de represión, Saez recuerda que el imputado “tuvo choques con la fuerza y con el ejército. En una oportunidad, cuando Patricio Kelly fue secuestrado, lo sancionaron por haber actuado contra el personal del ejército y de la SIDE (Secretaría de Inteligencia del Estado). Tiempo después, Kelly quiso publicar una carta donde decía que Barré había sido víctima del accionar del personal de Inteligencia. A raíz de ello, la familia de Barré sufrió amenazas y persecución”.
“Fue un gusto conocerlo”
El último convocado en declarar es Rodolfo Sainz, abogado de profesión que en 1997, cuando fue designado como juez en el Tribunal de Ética, comenzó su relación con el imputado. Sostiene que “fue un gusto conocerlo por su sencillez, por su humildad, por su prestigio como policía dentro de las fuerzas. Hasta los propios detenidos le tenían un gran respeto por su sentido de justicia y su bondad. Era de un prestigio muy grande”.
La presente sesión se realizó días después del deceso de Carlos del Señor Hidalgo Garzón, ex capitán del Destacamento de Inteligencia 101 de La Plata, imputado en la causa de este juicio que falleció impune. Debido a los crímenes de lesa humanidad cometidos en el Centro Clandestino de Detención “La Cacha” y por la apropiación de bebés, cumplía una condena de 15 años de prisión.
La próxima jornada del debate oral y público se realizará de forma virtual el 20 de diciembre.
*Con la cobertura de Fátima Nolli y Agustina López.
Cómo citar este texto: Diario del juicio. 6 de diciembre de 2022. DECLARA LA DEFENSA. Recuperado de https://diariodeljuicioar.wordpress.com/?p=1459