OTRO POLICÍA FUE CONDENADO EL AÑO PASADO EN JUICIO ABREVIADO Comienza el juicio a 3 policías por el homicidio agravado de Matías Banuera y su encubrimiento
A poco más de 5 años del asesinato del joven de 14 años –quien recibió un disparo letal en la noche del 29 de julio de 2017 por parte de un agente de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI) de la Policía Bonaerense- ocurrido en Quilmes Oeste, finalmente comenzará el próximo miércoles 31 de agosto el juicio en el que se ventilarán las responsabilidades penales por el homicidio calificado respecto al policía Cristian Mariano Alejos y el posterior encubrimiento llevado a cabo por sus compañeros de la fuerza, Maximiliano Aguirre y Lucas Bullosa. La causa tenía otro imputado por el encubrimiento, Manuel Argañaraz, pero el año pasado aceptó, en un juicio abreviado, la pena de dos años y ocho meses de prisión de ejecución condicional. En el juicio que ahora comienza la CPM patrocina a la familia de Matías y a la de su amigo Franco, quien sobrevivió al no ser impactado por las balas.
ANDAR en la Justicia
(Agencia) En diálogo con ANDAR, Rosa Banuera, la mamá de Matías, apenas contiene su emoción ante el inminente comienzo del juicio en el que se desvelarán las responsabilidades por el asesinato de su hijo.
“Peleamos por más de cinco años para llegar a este momento, que finalmente llegó. En el medio padecimos la pandemia, por lo que tuvo que ser reprogramado el juicio, pero ahora llegamos al punto en que se debe lograr la justicia. Espero que los responsables sean condenados como corresponde, así como ocurrió hace unos días con los asesinos de Lucas Verón. La familia de Matías vive, desde hace años, una realidad muy dura y por eso es tan importante que se dé inicio al debate oral”, agregó.
Durante la noche del 29 de julio de 2017 Matías Banuera junto a un grupo de amigos –entre ellos, Franco, en cuyos brazos murió la víctima, y otros cuatro jóvenes- caminaban por la calle Vélez Sarfield y esquina 402 bis de Quilmes Oeste, cuando fueron increpados e insultados por un grupo de cuatro policías fuera de servicio que salían de la casa de uno de ellos luego de un festejo de cumpleaños.
De acuerdo a la reconstrucción de los hechos realizada en etapa de instrucción de la causa, al cruzarse con el grupo de chicos uno de los policías les dijo: “Che, qué onda, ustedes no son del barrio, están de visitantes, la concha de su madre”. Instantes después, y tras un breve intercambio, los jóvenes salieron corriendo mientras que los adultos comenzaron a perseguirlos disparando con sus armas reglamentarias.
Sólo uno de los policías, Manuel Argañaráz, no utilizaría su pistola. Y, de los otros tres, quien sería responsable de la bala que impactó en la cabeza de Banuera resultaría ser, de acuerdo a las pericias criminalísticas, Cristian Alejos, quien ahora será juzgado por los delitos de homicidio calificado del que resultó víctima Matías Banuera, y tentativa de homicidio calificado en perjuicio de Franco Giménez, el amigo de Matías que pidió a los gritos ayuda a los vecinos de la cuadra para que llamaran a una ambulancia.
La versión de los efectivos, que fueron detenidos horas más tarde a pesar de los intentos por encubrir el asesinato y los disparos injustificados, señaló el presunto intento de robo de una motocicleta por parte de los jóvenes desde el patio de una casa cercana a la cual festejaban el cumpleaños.
Al encontrarlos en la esquina, según declararon los policías ante la justicia, les habrían dado la voz de alto y se habrían identificado, extremos que fueron descartados por la fiscalía ya que los testigos de la cuadra –incluso uno de ellos, que llamó al 911 tras escuchar los disparos- no oyeron advertencias ni voces sino sólo los estruendos, “en el silencio reinante de la madrugada”.
Para el fiscal que instruyó la causa, si los cuatro policías no tenían nada que ocultar respecto a su accionar (que terminó con los disparos y el asesinato de Matías Banuera) por qué “en una clara mancomunión, Alejos, Bullosa, Aguirre y Argañaraz decidieron no dar aviso a la autoridad local, cuando su deber legal imponía haberlo hecho. Máxime cuando según sus propios dichos al menos tres de los cuatro habían efectuado disparos con sus armas reglamentarias”.
Respecto a la utilización injustificada de sus armas, agrega el interrogante sobre por qué razón dos de los policías –Aguirre y Bullosa- efectuaron disparos con sus armas reglamentarias si ante su campo visual no había persona alguna que pudiera representarles una potencial fuente de agresión.
Al mismo tiempo, el fiscal rechazó de plano la presunta utilización de armas por parte del grupo de chicos, entre los que se encontraban Banuera y Gutiérrez, ya que la única mención a dicho extremo lo produjeron los propios imputados: “No existe ningún dato objetivo sobre la efectiva utilización de un arma de fuego, distintas a las empleadas por los ahora imputados”.
Cabe destacar que, con respecto a las imputaciones y a pesar de que los policías Bullosa y Aguirre también dispararon sus armas en dirección a las víctimas, sólo Cristian Alejos será juzgado desde el próximo miércoles 31 de agosto por los delitos de homicidio calificado del que resultó víctima Matías Banuera, y tentativa de homicidio calificado en perjuicio de Franco Giménez, el amigo de Matías.
Los otros imputados –Lucas Emanuel Bullosa y Maximiliano Darío Aguirre- serán juzgados por el encubrimiento “por no haber denunciado la perpetración de un delito o no individualizar al autor o partícipe de un delito ya conocido cuando estuviera obligado a promover la persecución penal de un delito de índole criminal, calificado por ser el hecho precedente un delito especialmente grave”.