ESTE JUEVES 23 DESDE LAS 18 EN EL SALÓN AUDITORIO Se presenta en la CPM la segunda parte del libro “El pecho en la ruta” sobre la historia del movimiento piquetero
Como continuación de la primera parte del trabajo que examina los orígenes y desarrollo de las organizaciones piqueteras camino a la rebelión popular (1996-2001), esta segunda entrega aborda a esas mismas organizaciones, con sus cambios y procesos internos, pero durante el gobierno de Duhalde (entre enero de 2002 y mayo de 2003) quien, según el autor de El pecho en la ruta, inyectará recursos a las bases populares con más de 2 millones de planes sociales “intentando horadar los cimientos sobre los que se construyen las organizaciones populares y, para quienes no se plieguen al esquema, desarrollando una política de ‘plomo’ que terminará con la Masacre del Puente Pueyrredón”.
ANDAR en los libros
(Agencia) Nicolás Salas, autor de la obra historiográfica sobre el movimiento piquetero, señaló a ANDAR que El pecho en la ruta es, además de una reconstrucción de procesos de más de 20 años, un intento por examinar a estas organizaciones en y desde el presente.
“Las organizaciones han variado, han cambiado, han surgido otras, y hay nuevos debates, y por eso, además de recuperar las definiciones y objetivos de aquellos años de surgimiento y desarrollo del movimiento piquetero, pretendo hacerlo desde las discusiones del presente porque la pobreza y la desocupación siguen existiendo como problema estructural”, afirmó.
Sobre este último aspecto, destacó que “cuando uno ve cómo Duhalde afrontó en 2002 la conflictividad social en términos de pobreza y desocupación con una política de ‘plata o plomo’, se encuentra con que mucho de sus planteos se reiteran hoy por parte algunos sectores políticos, incluso desde el interior del gobierno nacional”.
“Es decir, las mismas personas y dirigentes que hoy critican y ponen a las organizaciones populares como factor principal de los problemas de pobreza son quienes han gobernado durante las últimas décadas, y perpetuado la condición objetiva que hace precisamente que crezca el movimiento piquetero: la desocupación ”, agregó.
El libro que se presentará en el salón auditorio de la CPM es la segunda parte de El pecho en la ruta que examina a las organizaciones piqueteras durante el gobierno de Eduardo Duhalde. Editado e impreso por Legüero y Anred, el libro se expondrá este jueves 23 de junio desde las 18 con un panel convocado bajo la consigna “Puente Pueyrredón, un antes y un después para el movimiento piquetero” del que participarán militantes de distintas organizaciones populares.
Además del autor, integrarán la mesa la exmilitante del MTD Solano y actual integrante del colectivo Kosteki, Neka Jara; el exmilitante del MTD Lanús y actual editor de la revista Lanzas y letras, y La fogata editorial (Colombia), Pablo Solana; el exmilitante CTD y actual integrante de la corriente Surge, Ángel Ibáñez; y la exmilitante MTD de Berisso y actual militante feminista del Frente Popular Darío Santillán Corriente Plurinacional, Celina Rodríguez Molina.
Además, habrá una muestra fotográfica realizada por el Colectivo Argentina Arde; una galería de arte a cargo de AwkaChé; música en vivo por parte de la murga la Re Tirada; y una mesa de publicaciones de editoriales y organizaciones. Toda la actividad que se desarrollará de manera presencial y de entrada abierta y gratuita, será transmitida por Youtube a través del canal de Anred.
El pecho en la ruta, desde la perspectiva de su autor, expresa una historia de disputas y discusiones en los territorios porque las organizaciones sociales surgen en franca oposición al “puntero político del PJ a cuyas órdenes la gente tiene que obedecer más allá de que nada tienen que ver con sus problemas cotidianos. Por eso llama la atención las críticas al movimiento piquetero de las últimas horas por parte de la vicepresidenta y otros actores del gobierno que reclaman dejar de ‘tercerizar’ la ayuda social, cuando es el propio Estado el que no puede garantizar ni la logística ni los alimentos ni mucho menos las fuentes de trabajo”.
“Durante la pandemia, en los barrios eran precisamente las cuadrillas de salud de las propias organizaciones las que garantizaban la provisión de medicamentos y comida a quienes debían permanecer aislados. Sin esos niveles tan elevados de solidaridad no podrían haberse desarrollado esas tareas en muchos lugares, precisamente porque el Estado no lo pudo hacer. En realidad, hay que pensar que esos dichos, o aparentes críticas que se hacen en público, tienen como trasfondo algo mucho más profundo que es la propia disputa interna en el gobierno en el que el Movimiento Evita pretende disputar el año que viene La Matanza”, consideró.
En otro orden de ideas, Nicolás Salas se detuvo en dos aspectos de la historia del movimiento piquetero: el feminismo y la comunicación.
“Estas organizaciones nacen reclamando por trabajo y comida, con mucha precariedad pero con conciencia de la realidad. Con el paso de los años empezaron a ver la necesidad de construir herramientas de comunicación que al menos puedan dar la disputa frente al relato que de ellas realizaban y aún lo hacen los grandes medios, descontextualizando las problemáticas y deteniéndose en el corte de ruta o en la acción de protesta en la calle. Así fue que surgió primero La Hoja, luego la articulación de organizaciones con medios alternativos y talleres destinados a la gente del barrio para que pudiera contar lo que le pasa. Son valiosas herramientas de contra información, que incluso en Puente Pueyrredón sirvieron para dar a conocer la verdad de los hechos mientras en los medios dominantes acusaban a los piqueteros de estar matándose entre ellos”, sostuvo.
Y en cuanto al feminismo, apuntó que “tratándose de organizaciones mayormente integradas por mujeres, han sido dirigidas históricamente por varones. No obstante, existe un momento dentro de la historia del movimiento piquetero en el que va surgiendo el primer germen de compañeras que se van organizando en espacios de contención para otras que sufren la violencia en sus casas o en otros ámbitos y allí es donde, como lo trabajo en este segundo libro especialmente, se ve cómo ellas empiezan a trabajar más consciente y organizadamente a través de espacios de género, talleres de formación y otras actividades”.