DENUNCIAN UNA CAUSA ARMADA Llega a juicio el caso de Ezequiel Bazán: “ya está abrochado”
Este 2 y 3 de junio se desarrollará en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº3 de Morón el debate oral que tiene al joven como acusado de un robo que él asegura que no cometió. La causa tiene serias irregularidades y por esto la Comisión Provincial por la Memoria solicitó ser organismo veedor del proceso judicial en su calidad de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura. Sin respuesta por parte del Tribunal 3, el organismo notificó al Comité Nacional Para La Prevención De La Tortura para que se garanticen sus facultades.
Laura, su mamá, pide justicia para su hijo aunque siente que una vez que te alcanza el sistema penal “es más fácil ser culpable que inocente”.
ANDAR en Morón
(Agencia Andar) Ezequiel está detenido, actualmente con prisión domiciliaria, desde junio del 2020. Lo acusan de un robo que aseguran no cometió y su causa cuenta con todas las señales de que se trata de una causa armada. Fue detenido por agentes de la comisaría 1° de Merlo tras el robo a un kiosco. Ezequiel tiene una camioneta muy similar a la que usaron las personas que cometieren el robo y ese es el elemento central en el cual se basa la acusación y su detención. Lo persiguió, interceptó y detuvo un Ford gris con policías de civil sin identificación, y recién cuando llegaron los patrulleros él pudo distinguir que se trataba de una detención y que no estaba siendo víctima de un robo.
Su familia tampoco imaginó lo que seguía. “Ezequiel vino ese día a mi casa, siempre le digo que me hace visita de médico, la cuestión es que estuvimos hablando un rato, uno no está pensando que va a pasar algo, él se va y me quedo tranquila. A las once de la noche me llama mi nuera y me pide que la acompañe a la comisaría porque la camioneta estaba ahí. Ella creía que lo habían parado porque se había olvidado los papeles en la casa”, recuerda su mamá, Laura Ríos, una reconocida activista contra la violencia policial en la zona; su hermano, Franco Quintero, fue asesinado por un policía en 2018 (un caso recientemente desarchivado que también acompañaron desde la CPM). “Cuando llego y pregunto quién es el oficial de servicio me dicen Ortiz, y ahí se me pararon los pelos porque él ya había tenido un problema con este hombre”, agrega.
“Al otro día lo esperé desde temprano en la fiscalía; Ezequiel salió llorando de la entrevista con su defensor diciendo que no había hecho nada. Por eso yo en seguida contrato una abogada, que inmediatamente va a la comisaría y lo encuentra golpeado, con un dedo quebrado y él ya tiene un problema serio en su tobillo por un accidente que necesita atención médica. Tuvimos que presentar un habeas corpus. Y después, cuando accedemos a la causa, encuentro cosas raras”, continúa relatando. Sin embargo, el juez el Juzgado de Garantías N° 5 de Morón dejó firme la prisión preventiva que solicitó el fiscal de la causa, Claudio Oviedo.
En ese momento y ante la denuncia de Laura, la Comisión Provincial por la Memoria intervino solicitando informes sobre la actuación a la fiscalía y acompañando a la familia de Ezequiel, en otras gestiones para garantizar el acceso a la atención médica del joven. Ahora, en el marco del debate oral, la CPM solicitó la veeduría judicial en su carácter de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura, pero fue denegada por el Tribunal 3 y, a su vez, restringida la publicidad del debate. Ante estas medidas, el organismo apeló ante el Tribunal e informó al Comité Nacional Para La Prevención De La Tortura, organismo que debe velar porque se garanticen los derechos y facultades de la CPM como Mecanismo local otorgados por ley.
“Yo no creo en la policía, es muy difícil desarmar una causa así, es más fácil ser culpable que inocente, hemos trabajado desde el día que lo detuvieron, en la causa y en las calles militando y pidiendo su absolución. No sé si esto es porque quisieron agarrar un perejil, si es porque se les fueron las personas que cometieron el delito o porque se enteraron que era mi hijo, de la activista de alguien que los molestaba. Yo lo único que quiero es que los jueces se saquen la venda de los ojos y que miren bien la causa”, espera Laura.