MARCAS DE MEMORIA Repudian las pintadas sobre un mural en el Colegio de Trabajadores Sociales de La Matanza
El frente del Colegio apareció con inscripciones negacionistas en aerosol sobre la figura de una Madre de Plaza de Mayo pintada en un mural. “Repudiamos toda forma en que se manifiesta el odio”, dicen los profesionales nucleados en el distrito y buscan difundir lo sucedido para poder pensar el por qué.
ANDAR en La Matanza
(Agencia Andar) Es la primera vez que son objeto de una intervención de este tipo. “no son 30000” escribieron sobre la imagen de una mujer con pañuelo balnco dibujada en un mural en proceso sobre el frente del Colegio Distrital de La Matanza. “El proyecto de reconstrucción de la memoria del colectivo profesional comenzó en 2019 cuando asumimos la gestión, ya que no había registros. Es un proceso que continúa. En esas actividades nunca hubo ninguna manifestación de éste estilo”, cuenta María Laura García, la presidenta de la institución.
“El origen de éste proyecto esta relacionado a nuestra identidad como colectivo profesional; consideramos que es fundamental reconstruir la memoria colectiva porque nos permite preservar nuestra identidad, recordar de dónde venimos, quiénes somos, nuestras luchas y reivindicaciones”, amplía. Comenzaron con la reconstrucción de las biografías de estudiantes y trabajadorxs sociales detenidos y desaparecidos en La Matanza en colaboración con Hijos La Matanza, la APDH y colegas que habían investigado sobre el tema. Se organizaron conversatorios y publicaciones con las biografías, entre 2019 y 2020 y en febrero del año pasado surgió la idea del mural cuando planificaban la actividad del 8 de marzo.
“El proyecto del Mural se suma de manera transversal pensando en el 8 de marzo. En ese contexto surge la iniciativa de realizar un mural colectivo en el frente de la sede, en conmemoración de las mujeres y diversidades, con el objetivo de reflejar aquellas luchas y conquistas cuyas acciones colectivas tuvieron su traducción en políticas públicas. Las madres/abuelas no podían estar ausentes”, explica García.
Se realizó una convocatoria abierta a los y las matriculadas para enviar sus propuestas, a fin de ser consideradas en el diseño y participar de la pintada. Pero se instaló la pandemia y la sede estuvo cerrada desde marzo a diciembre del 2020, la atención y actividades pasaron a plataformas virtuales. la concreción tuvo que ser suspendida por el ASPO hasta marzo del 2021.
Este año comenzó sólo con las muralistas y algunos integrantes de la comisión directiva acompañando, bajo estrictos protocolos. “Dado el contexto de pandemia y por medidas de cuidado decidimos que en la pintada del mural, que fue pensada originalmente como colectiva, sólo participara un grupo reducido de compañerxs”, dice García.
Esta semana se encontraron con la pintada. “Esta acción atenta contra la Memoria Colectiva”, entienden desde el Colegio por los que les parece importante visibilizar lo que pasó a través de diversos espacios. Mientras conversan con los organismos de DDHH sobre el tema las muralistas feministas Nair Sgüerzo y Luciana Paz continuarán con la obra y reconstruirán eso que con violencia quisieron tapar.