Encuentran en el patrullero peritado un objeto similar al que tenía Facundo Castro el día de su desaparición
Esta tarde, durante un nuevo peritaje sobre patrullero del destacamento de la Policía Local de Bahía Blanca, se encontró en el baúl del vehículo un pedazo de una piedra de turmalina, similar a la que llevaba en un colgante Facundo Astudillo Castro el 30 de abril pasado cuando salió de Pedro Luro en dirección a Bahía Blanca. El móvil policial peritado es el mismo que, de acuerdo al registro de localización, el 8 de mayo estuvo parado por más de media hora a pocos metros del cangrejal donde fueron hallado los restos óseos de Facundo. Este nuevo hallazgo es importante para la investigación y refuerza, tal como vienen sosteniendo las querellas, como hipótesis más concreta la desaparición forzada seguida de muerte.
ANDAR en Bahía Blanca
(Agencia Andar) El Toyota Etios, registro policial 20610, que estaba destinado a la Policía Local de Bahía Blanca había sido secuestrado el 25 de agosto de pasado tras un informe entregado por la Auditoría General de Asuntos Internos, ante un pedido de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) que interviene en la causa como querellante institucional, en su calidad de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura de la provincia de Buenos Aires.
Luego de que el 15 de agosto se hallaran restos óseos en un cangrejal en la zona de Villarino Viejo, que finalmente se comprobaría pertenecían a Facundo Astudillo Castro, la CPM había pedido se informe la geolocalización por AVL de todos los móviles policiales que se hubieran desplazado entre las localidades de Teniente Origone, General Cerri y sus adyacencias, desde el 30 de abril hasta el 15 de agosto.
Por el informe de AVL se supo que el 8 de mayo pasado el patrullero ahora peritado estuvo parado por más de 30 minutos a unos 800 metros del lugar en donde fueron hallados los restos óseos de Facundo. Es decir, sin razón que lo amerite, el móvil se alejó varios kilómetros de su radio de patrullaje común.
Tras el secuestro del móvil policial marca Toyota Etios, el pasado dos de septiembre se realizó un primer peritado; en esa oportunidad, el perro Yatel —del adiestrador canino y perito de parte de la familia Marcos Herrero— detectó rastros de Facundo en el vehículo, particularmente, en el asiento trasero y el baúl.
Luego de aquel primer resultado, a pedido del perito Herrero, los abogados de Cristina Castro solicitaron que se realice un nuevo peritaje sobre el patrullero, pidiendo expresamente que se desarmen los asientos y otras partes del vehículo para realizar la inspección.
Durante ese segundo peritaje, que se realizó esta tarde, con la participación nuevamente del perro Yatel y expertos de Gendarmería Nacional, se encontró en el pliegue de la alfombra que tapizaba el baúl un pedazo de piedra de turmalina, similar a la que llevaba Facundo en un colgante el día de su desaparición.
Ese objeto secuestrado tras el peritaje será, ahora, analizado con el objetivo de hallar pruebas científicas que puedan confirmar que efectivamente pertenecía a Facundo. Para los investigadores, este hallazgo es importante y para las querellas refuerza la que, hasta ahora y de acuerdo a la prueba de la causa, es la hipótesis más segura: la desaparición forzada seguida de muerte y la responsabilidad de la Policía de la provincia de Buenos Aires en este hecho.
Hay otra prueba en el expediente judicial que también podría vincular a Facundo con el patrullero peritado: su celular se activó el 1º de mayo en Bahía Blanca y la señal fue tomada por una antena de telefonía que cubre el área del destacamento de la Policía Local Bahiense de calle Pacífico 281, donde estaba destinado el móvil Toyota Etios.
Otro indicio podría reforzar la participación de agentes de esa dependencia en la desaparición forzada seguida de muerte de Facundo: en el destacamento de la Policía Local prestaban servicio policías de Mayor Buratovich, localidad donde detienen por primera vez a Facundo el 30 de abril pasado y lo infraccionan por violar la cuarentena. El joven sería nuevamente detenido en Teniente Origone. Ese es el último día que alguien lo ve con vida.