EL RECUERDO DE LOS DESAPARECIDOS EN TRENQUE LAUQUEN Riki, Yoyi, Titín, cada año
(Comisión por los Derechos Humanos Trenque Lauquen) Cada año es lo mismo, cada año es distinto. Es lo mismo porque recordar a ‘Titín’, a ‘Yoyi’ y a ‘Riki’ nos lleva a relatar hechos que han quedado cristalizados, inconmovibles, siempre iguales a sí mismos. Es distinto porque nosotros, los que hacemos memoria, no somos en absoluto los que éramos hace un año, dos o diecinueve.
Cuando se formó la Comisión por los Derechos Humanos, en agosto del año 2000, sabíamos algo de Ricardo Alberto Frank, de Sergio Antonio Martínez y de Francisco Natalio Mirabelli. Estos tres jóvenes, secuestrados y desaparecidos entre el 9 y el 10 de noviembre de 1978, formaban parte del “grupo de los 7” nativos de Trenque Lauquen que ya desde el retorno de la democracia algunos familiares y amigos trataban de rescatar de las garras del olvido. Diecinueve años después sabemos mucho más acerca de cómo eran, qué pensaban, qué soñaban, qué ideales los llevaron a militar por un país más justo, por otro mundo humano más fraterno.
En estas casi dos décadas hemos compartido muchas horas de lucha, mates y sonrisas con Lidia, hermana de ‘Riki’, y charlas plenas de afectocon Doña Lidia, su mamá. Hemos estado en Plazas y Marchas junto con Silvia y Mirtha, hermanas de ‘Yoyi’, y con Nancy, su sobrina. Hemos charlado varias veces, en actividades por la Memoria, con Virginia, que sigue llevando a Titín consigo, como uno de sus amores. Hemos caminado codo a codo con ‘Pancho’, e interactuado con otros amigos de los que para siempre serán “los chicos de Trenque Lauquen desaparecidos en Buenos Aires”.
Fuimos y somos parte de la lucha que reclama Verdad y Justicia para ‘Yoyi’, ‘Titín’ y ‘Riki’, que al igual que Dina (novia en aquel infausto 1978 de ‘Titín’) estuvieron detenidos desaparecidos en la E.S.M.A., alegrando con sus voces (capaces de cantar por las noches e incluso de contar algún chiste) a otros compañeros del horror, hasta que seguramente los trasladaron en uno de esos indescriptibles “vuelos de la muerte”, epítomes de la maldad, de la perversión de los asesinos genocidas. Esa lucha nos ha unido con familiares y amigos, y nos ha permitido ser mejores de lo que éramos al empezar a gritar:
YOYI MARTÍNEZ: ¡Presente!
RIKI FRANK: ¡Presente!
TITÍN MIRABELLI: ¡Presente!
DINA NARDONE: ¡Presente!
¡AHORA y SIEMPRE!