Lo siguieron, lo golpearon y lo amenazaron por “zurdito”
ANDAR en La Plata
(Agencia) El lunes 14, alrededor de las 21, un militante de la Juventud Guevarista y de la agrupación estudiantil Agite de la Facultad de Arquitectura de la UNLP regresaba a su casa, luego de un partido de fútbol 5 organizado con sus amigos. Antes de llegar a su departamento, notó que dos policías del servicio de calle lo seguía a pocos metros: “Eh, flaquito, pará y dame el documento”, le gritó uno de los policías.
El joven vive en la zona de 1 y 60 y es oriundo de Almirante Brown. Esa noche llevaba una remera de la Juventud Guevarista y, en sus bolsillos, sólo las llaves de su casa y el teléfono celular. Cuando los perseguidores lo alcanzaron, sin mediar palabras comenzaron a golpearlo mientras uno de ellos le gritaba “…zurdito de mierda”.
Recibió golpes de puño en el rostro que le dejaron marcas y cortes sobre uno de los pómulos y arriba de las cejas. Aparentemente, uno de los policías tenía un anillo de gran tamaño, el cual habría provocado los cortes en el rostro del joven.
Mientras lo golpeaban, el estudiante de arquitectura pudo escapar hacia su casa, distante a pocos metros de la vereda en la que se encontraba. Un rato después, salió en su auto y en la esquina pudo ver que los mismos policías continuaban en la zona, muestra de la impunidad con la que se realizan estos abordajes violentos e ilegales sobre militantes políticos en las zonas urbanas.
A la mañana siguiente de la agresión, el joven militante realizó la denuncia penal en la fiscalía 3 de La Plata y se dispuso como primera medida la realización de pericias médicas.
De acuerdo a la denuncia pública realizada por la Juventud Guevarista, “no se trata de un hecho aislado de abuso de autoridad y violencia por parte de los efectivos de la Policía Bonaerense, sino que se enmarca dentro del accionar con que la fuerza del gobernador Scioli suele desempeñarse comúnmente en toda la Provincia, durante todo el año. Esta conducta policial muestra la realidad de una fuerza que según el oficialismo, con sus ‘mega operativos’ y cámaras de vigilancia como gran parte de la oposición y los medios con sus propuestas y demandas, puede solucionar los problemas de seguridad de la mayoría de la sociedad”.
“La agresión a nuestro compañero es mínima si se compara con los casos de gatillo fácil y abuso a los pibes y pibas de los barrios, pero hace explícita la violencia a la vuelta de la esquina, con total impunidad y libertad de acción, poniendo en riesgo la integridad física de cualquier joven o niño que transite las calles de la ciudad (en este caso de La Plata) y que ellos consideren que ‘parece peligroso’, por su forma de andar, vestir o pensar”, agrega.