ACTO EN EL SITIO DE MEMORIA POZO DE QUILMES Noche de los lápices, una memoria sobre los deseos de transformar el mundo
Unos 400 jóvenes de escuelas secundarias y organizaciones territoriales de Quilmes y la zona participaron de la jornada en conmemoración de la noche de los lápices en el sitio de memoria ex CCD Pozo de Quilmes. El 16 de septiembre de 1976, seis estudiantes secundarios fueron detenidos y desaparecidos en el marco del plan represivo instaurado por la dictadura militar; a 43 años, el recuerdo de las víctimas es una oportunidad para reponer los deseos de igualdad y justicia que formaban parte del proyecto político que movilizaba a la militancia en la década del 70.
Andar en Quilmes
(Agencia Andar) “Acá estamos, una vez más, recordando en este espacio asociado al horror. Estar acá, recuperando la lucha de esas víctimas, es un acto que subvierte el plan de los perpetradores del horror; estamos para reponer aquellos sueños y voluntad de cambiar el mundo que este lugar quiso exterminar, quisieron exterminar un proyecto de otro mundo posible”, señaló Sandra Raggio, durante la apertura de la jornada de conmemoración a 43 años de la noche de los lápices en el sitio de memoria ex CCD Pozo de Quilmes.
Entre el 9 y el 21 de septiembre de 1976, grupos de tareas conducidos por el general Ramón Camps secuestraron a diez estudiantes secundarios de La Plata; seis continúan desaparecidos: Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, María Clara Ciocchini, Horacio Ungaro, Daniel Racero y Claudio de Acha. La noche de los lápices fue parte del plan represivo impuesto por la dictadura militar.
En los años previos, las escuelas secundarias y las universidades fueron espacios donde se desarrolló una intensa actividad militante. Los reclamos variaron desde cuestiones más puntuales hasta demandas más generalizadas, un ideario emancipador que proponía la construcción de una sociedad radicalmente diferente y la desaparición de las desigualdades e injusticias sociales.
“En la memoria de las víctimas de la noche de los lápices están ustedes y estamos nosotros, porque este espacio de memoria nació como un conjunto de voluntades para recuperar este espacio, para saber lo que pasó en Quilmes durante el terrorismo de Estado, pero también para pensar nuestro presente. Esas voluntades fue también la unión de los proyectos de Jóvenes y Memoria, de los centros comunitarios, que ya venían pensando en el territorio todo lo que le faltaba a la democracia”, remarcó Julia Merediz, del colectivo Quilmes, memoria, verdad y justicia.
Cerca de 400 jóvenes de escuelas secundarias y organizaciones territoriales fueron parte del acto público que se realizó en el sitio de memoria Pozo de Quilmes. Durante la jornada, participaron en talleres donde sobre juventud, militancia, política y deseos; el registro de esos espacios de trabajo se volcó luego en una creación artística, una pintura sobre tela que se expuso en el frente del edificio recuperado.
Durante la dictadura militar, en el edificio ubicado en la esquina de Garibaldi y Allison Bell funcionó la Brigada de Investigaciones de Quilmes y el centro clandestino de detención denominado Pozo de Quilmes. Entre 1975 y 1979, pasaron más de 250 víctimas del terrorismo de Estado
En 2017, se creó por ley el sitio de memoria y se tomó posesión parcial del edificio que, por la misma ley, fue transferido en comodato a la CPM por 99 años; desde entonces, el consejo del sitio realiza con jóvenes de Quilmes una jornada conmemorativa por la noche de los lápices y también lo hace cada 24 de marzo. Actualmente, una parte del chalet todavía está ocupada por la DDI de Quilmes.
“Seguimos esperando la desafectación total del edifico para seguir pensando la ocupación de estos espacios como lugares de memoria, como espacios de disputas y encuentro para la construcción de otro mundo posible. Las nuevas generaciones también están en estos espacios construyendo otras democracias, porque la democracia es garantizar los derechos de todos y todas”, cerró Sandra Raggio.