COMPROBARON DAÑOS GENÉTICOS EN PERGAMINENSES Un fallo pone límite a las fumigaciones: “Están generando un envenenamiento sistemático”
Luego de que se confirmara el daño genético por agroquímicos en un grupo de vecinos de Pergamino, el Juzgado Federal N°2 de San Nicolás estableció que no se podrá fumigar a menos de mil metros de distancia en forma terrestre y a menos de tres mil, de forma aérea, respecto a la planta urbana. La causa continúa y tiene cuatro productores agrícolas imputados.
ANDAR en Pergamino
(Agencia Andar) “Para nosotros este fallo significó un alivio porque estamos viendo que la justicia responde de manera efectiva”, comienza diciendo Sabrina Ortiz, referente de la organización Madres de barrios fumigados, quien a sus 35 años convive con 48 partículas de glifosato y ácido aminometilfosfórico (AMPA) en sangre. “Celebramos que estemos consiguiendo un poco de justicia pero al mismo tiempo sabemos que la presentación de las pruebas de daño genético las hice sobre mis hijos y eso es lo más duro que me toca pasar, porque estamos consientes de que ya hay daños que son irreparables”, continúa.
Atento al reclamo de los vecinos pergaminenses, y luego de numerosos estudios realizados, el juez Carlos Villafuerte Ruzzo del Juzgado Federal N°2 de San Nicolás dictó esta semana una resolución que prohíbe las fumigaciones terrestres a menos de mil metros y las áreas, a menos de tres mil, con respecto a la población urbana. “Es muy importante que se ponga en la mesa la cuestión que las personas comienzan a movilizarse y a darse cuenta de que el modelo productivo actual es un engaño y que están generando un envenenamiento sistemático”, destaca Sabrina.
“Esto deviene de una medida anterior. Vengo con este problema desde el año 2011, en donde pierdo un embarazo expuesta a las fumigaciones. Mi hijo cumplió siete años y mi hija de 18 y tienen más glifosato de lo que su cuerpo puede resistir y, además, quedó comprobado que los cuatro integrantes de la familia tenemos daño genético”, señala Sabrina con el sustento de dos informes que concluyeron en que la cantidad de cáncer y enfermedades respiratorias y de piel tenía que ver con la presencia de 18 tipos distintos de agroquímicos en el agua analizada en los barrios afectados.
El fallo del juez Carlos Villafuerte Ruzzo, quien este año ya había ordenado suspender provisoriamente las fumigaciones mientras se determinaba el impacto que los distintos agroquímicos tenían sobre las poblaciones cercanas, se expide sobre la causa penal que compete a tres barrios de Pergamino: Villa Alicia, La Guarida y Luar Kayad.
Dicha causa se inició por una denuncia de Sabrina y tiene cuatro productores agrícolas de los campos linderos a estos barrios imputados. “Esperamos que sean más porque entendemos que no solamente los productores dueños de los campos son los responsables del envenenamiento de las napas de agua y los cuerpos de las personas, sino también el poder político y los organismos de control han fallado. Pero la condena sobre estos hechos todavía no está”, indica Sabrina.
El expediente judicial presenta 13 cuerpos. El primer estudio que detectó el daño a la salud de los vecinos de Pergamino fue realizado por personal del CONICET, del Inta-Balcarce y de la UNLP, en el cual se confirmaron altos niveles de agroquímicos en el agua. Sin embargo, el municipio de Pergamino, a cargo del intendente Javier Martínez, encomendó un estudio paralelo realizado por Bromatología y la Autoridad del Agua de la provincia (ASA), el cual contradijo a lo presentado por los familiares.
Ante el conflicto, el juez Villafuerte Ruzo dispuso que se suspendiera cualquier tipo de fumigación y ordenó que el equipo de Toxicología de la Corte Suprema de la Nación realice un nuevo análisis, que concluyó que el agua de los pergaminenses estaba contaminada.
Un informe del equipo de investigación de genotoxicidad de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) confirmó que Sabrina, su hija y su hijo tienen daños genéticos en las células por la presencia de agroquímicos en sangre. Las partículas de glifosato y AMPA encontradas en los análisis superan los niveles que puede soportar un organismo: Sabrina 48 partículas más de; su hija de 18 años, 100 veces más, y su hijo de 6, 120 veces más.
El AMPA es el principal producto de la degradación del glifosato: el herbicida se transforma, principalmente por acción de enzimas bacterianas del suelo en AMPA. Sabrina comenzó con problemas de salud en el 2011. Perdió un embarazo de cinco meses y tuvo dos ACV isquémico: “Podría haberme muerto ya”, resume.