CUATRO AÑOS Y UN MES Mateada popular en la esquina donde mataron a Santiago Ledesma
Al cumplirse cuatro años y un mes de la muerte de Santiago Ledesma, la familia organiza una mateada popular en la esquina donde fue asesinado. El 18 de abril de 2015, el agente de la Policía Federal Adrián Cazón, fuera de servicio, discutió con Santiago y un amigo y les disparó varias veces a quemarropa. “Yo perdí todo, pero tengo que seguir para que nadie se olvide de mi hijo, para que mi nieto que no llegó a conocer a su papá sienta que hicimos justicia por él”, dice María Caro.
ANDAR en Florencio Varela
(Agencia Andar) “Esa esquina va a llevar siempre la marca de Santiago”, dice María Catalina Caro, mamá de Santiago Ledesma. En la calle 1344, esquina 1321 hay un monolito con su nombre y pintadas en la pared. En cada aniversario de su muerte, familiares, amigos y amigas del barrio se juntan para mantener vigente el pedido de justicia.
Este sábado 18 de mayo se cumplen cuatro años y un mes del asesinato de Santiago. A partir de las 16 horas, en esa misma esquina, María organiza una sentada y mateada popular. “Siempre respetamos estas fechas y nos juntamos a recordarlo, para que el barrio no olvide quién era, para que se sepa que lo mataron sin razón”, cuenta María. En las próximas semanas también se realizará un mural con su imagen en la pared de lo que era su habitación.
En la madrugada del sábado 18 de abril de 2015, Santiago salió de su casa para juntarse con Macarena, su novia. Carlos, un amigo, lo acompañaba. Hicieron media cuadra cuando se cruzaron con el agente de la Federal Adrián Cazón, que estaba fuera de servicio; en la esquina 1321 discutieron, el policía desenfundó su arma reglamentaria y vació el cargador contra los dos jóvenes. Santiago recibió varios disparos a quemarropa y murió: tenía 18 años, estaba terminando el secundario e iba a ser padre. Carlos sobrevivió.
Adrián Cazón se entregó a la policía bonaerense algunas horas después de la pelea y quedó detenido. Declaró dos veces: primero argumentó que los disparos fueron en defensa propia porque los jóvenes quisieron asaltarlo; luego declaró que en la discusión hubo un forcejeo, que los chicos intentaron sacarle el arma y que ésta se disparó. El testimonio de Carlos los desmintió.
La causa está caratulada como un hecho de violencia institucional. Cazón fue desafectado de la fuerza y espera el juicio en prisión. “Ya le rechazaron varias veces la domiciliaria. Para mí es una tranquilidad saber que no lo voy a ver en el barrio”, asegura María. Cazón era vecino de la familia Ledesma.
Además de los pedidos de domiciliaria, la defensa del ex agente de la Federal quiso acordar la condena en un juicio abreviado: evitar el debate oral y público, reconocer su responsabilidad y cumplir 12 años de cárcel. La familia lo rechazó y espera la elevación a juicio. “Yo perdí todo. Y es muy difícil pero tengo que seguir para que mi nieto, que no llegó a conocer a su papá, sienta que hicimos justicia por él”, se esperanza.
Cuando pasó lo de Santiago, María no sabía mucho qué hacer pero salió a la calle y se encontró con familiares víctimas de violencia institucional. “Uno piensa que estamos solos pero las familias de dolor seguimos creciendo, porque hay cada vez más violencia y muertes. Uno pensaría que estos hechos no pueden pasar, o que van a pasar menos, pero no. Son cada vez más”.
María es integrante de la Red de familiares contra la tortura y otras violencias estatales de la Comisión Provincial por la Memoria. El sábado integrante de la Red participarán de la mateada, acompañando a la familia y los amigos y amigas de Santiago. Siempre presente en la esquina.