EN LA COMISARÍA 3ª DE ALMIRANTE BROWN Calabozos inhabilitados y otra muerte en el encierro
Es la segunda vez que un detenido aparece ahorcado con su remera en la misma comisaría. El lugar fue inhabilitado para alojar personas por resolución ministerial en 2011 y 2012 y la justicia resolvió en el mismo sentido una clausura que nunca se cumplió. La familia de Maximiliano Reynoso reclama justicia y apunta a la responsabilidad policial.
ANDAR en Almirante Brown
(Agencia Andar) “El caso de Maxi ya está caminando y yo lo único que puedo hacer es que se dé a conocer, hacer marchas, pedir justicia por él. Porque ya nadie me lo va a devolver”, dice Rocío Reynoso. Su hermano Maximiliano murió en la comisaría 3ª de Almirante Brown después de ser detenido en la vía pública. La versión policial es que se ahorcó con su remera; la familia no lo cree.
“Él quería irse. Tenía su vida planeada para irse, quería viajar, tenía planeado ir a almorzar con mi mamá y su sobrina. Si yo hubiese sabido 9 y cuarto de la mañana que estaba preso, te puedo asegurar que 9 y 20 estaba ahí”, afirma Rocío y cuestiona la hipótesis del suicidio. Pero no supo el destino de su hermano hasta esa tarde. Tampoco se enteró por la policía sino por una cadena de amigos.
La mañana del jueves 19 de abril Maxi estaba en la esquina con unos amigos “la misma desde donde ahora salen las marchas”, señala su hermana. “Fueron los pitufos”, describe en referencia a dos policías de la fuerza local que se bajaron del patrullero y comenzaron a golpearlo. De acuerdo con los testigos “desde que se bajaron hasta que lo subieron al vehículo todo el tiempo le pegaron”, mientras sus tres amigos estaban arrodillados contra el paredón. Algunos vecinos que vieron la escena y los conocían les pidieron que los dejen: “los pibes que no estaban haciendo nada”, reclamaron sin resultados.
Así fue como lo detuvieron esa última vez. No era la primera en el último mes. Maximiliano había llegado de un viaje hacía 20 días y su familia da cuenta de un permanente hostigamiento del personal de la comisaría 3ª. “No lo dejaba en paz, lo acosaban todo el tiempo. ¿Motivos?: no se sabe. Estaban buscando algún motivo para llevárselo, para molestarlo, para incomodarlo. Para acosarlo. Y todas las veces que lo agarraron estaba limpio, no tenían motivo. Después supuestamente se lo llevan porque estaba armado y sin documento”, detalla Rocío.
Después de la detención una de las personas que había sido tomada como testigo por la policía volvió a la comisaría al mediodía. Lo conocía a Maxi y quiso saber de él. Le dieron la noticia de que se había ahorcado. “Esto fue circulando entre conocidos y amigos y nos llegó”, cuenta Rocío que así se enteró la familia. Dos de los hermanos fueron a la dependencia y allí mismo les hicieron reconocer el cuerpo.
Rocío pidió hablar con el comisario a cargo “están cubriendo un asesinato”, le dijo. “De todo lo que le pregunté no supo darme ni una sola respuesta. Sólo repetir leyes y protocolos, pero no respondió una pregunta jamás”, agrega la mujer. En cambio le comentó que hacía poco habían tenido un enfrentamiento y que le habían matado 4 policías, le dijo que ella tenía el privilegio de poder pedir justicia. “Vos tenés el privilegio de ser un jefe de policía en Almirante Brown, si querés pedir justicia pedila por mi hermano”, cerró la charla Rocío. La causa quedó en manos del la unidad fiscal 8 a cargo de Pablo Rossi.
En un comunicado reciente la Comisión Provincial por la Memoria detalló que hay 457 comisarías en la provincia y 331 se encuentran inhabilitadas por el Estado para alojar detenidos. Aun así, 129 de estas alojan personas en condiciones de hacinamiento y precariedad extrema. En el último parte del Centro de Operaciones Policiales (COP) se informaba que al 13 de abril había 18 personas alojadas en la comisaría 3ª.