“El nuevo parque nacional Ciervo de los Pantanos nace amenazado”
La Red del Río Luján emitió un comunicado urgente con críticas al gobierno bonaerense. “El estado provincial se propone llevar adelante una serie de obras hidráulicas que, en algunos casos, no representan una solución sino más bien generará nuevos problemas pues afectará el funcionamiento del ecosistema de humedales”, dicen numerosas instituciones desde Suipacha hasta Tigre, que a su vez exigen la constitución del consejo consultivo del Comité de cuenca del río Luján.
ANDAR en Luján
(Red del Río Luján) Las obras del plan maestro para la cuenca del río Luján comienzan a ejecutarse sin importar las consecuencias. Hace unos meses las organizaciones ambientalistas y vecinales festejaron el proyecto de creación de un nuevo parque nacional, el Parque Ciervo de los Pantanos que integrará a las actuales 3.000 hectáreas de la reserva natural Otamendi otras 1.500 de la reserva natural Río Luján.
Las organizaciones evalúan la constitución de este espacio protegido como una noticia muy alentadora para la conservación de los humedales de la zona, pero existen una serie de amenazas a su integridad. Como en toda cuenca, lo que ocurre aguas arriba repercute aguas abajo y el futuro parque nacional Ciervo de los Pantanos que se ubicará en la cuenca baja del río Luján y el Delta del Paraná, será receptor de varios de los impactos que recibe el río en su recorrido de 128 Km. Dos de los principales impactos son la contaminación y la alteración hidrogeológica. La primera es el resultado de los efluentes líquidos (industriales y agrícolas) y de los residuos sólidos de todo tipo que, con escaso y casi nulo control de las autoridades competentes, son arrojados al río Luján y sus arroyos tributarios. Como lo demuestran diferentes análisis, sus aguas contienen metales, pesticidas y otras sustancias peligrosas. La segunda, la alteración hidrogeológica, es producto (entre otros factores) del avance de emprendimientos inmobiliarios e industriales que rellenaron zonas antaño anegables, ocupando unas 10.000 hectáreas aproximadamente. Esta modificación ha tomado estado público debido a que ha modificado el escurrimiento del agua y contribuido a las recurrentes inundaciones de los últimos años.
A fin de mitigar estas inundaciones el estado provincial se propone llevar adelante una serie de obras hidráulicas que según los ambientalistas, en algunos casos, no representan una solución sino más bien generará nuevos problemas al afectar el funcionamiento del ecosistema de humedales. Uno de los aspectos más sensibles que puede verse alterado es la recarga de los acuíferos (napas de agua subterráneas) de los que la población se abastece de agua potable.
Las obras
Incluso la evaluación de impacto ambiental y social elaborada por la propia Dirección Provincial de Obras Hidráulicas (quien llevará a cabo la obra del canal), reconoce que el humedal tiene una importante función, al frenar el escurrimiento del agua hacia el Río de La Plata y permitir que el agua quede estancada y pueda ir lentamente filtrándose, empapando el suelo de donde la pueden tomar las plantas y llega hasta la napa de donde la podemos extraer como agua potable. Textualmente dice “si no existiera este humedal el escurrimiento rápido de las aguas hacia el mar provocaría la pérdida de agua dulce y la salinización del agua de la napa.”
Es decir que se reconoce el valor del humedal pero igualmente se lo destruye y rellena, alterando el escurrimiento natural e impidiendo la recarga de acuíferos. El relleno de una parte del mismo se hará con los suelos que se extraerán de la construcción del nuevo canal aliviador y se depositarán en el predio de un emprendimiento privado inmobiliario, que se verá beneficiado con el alteo. Por su parte, no se sabe con certeza el destino que se dará a los barros extraídos del canal Santa María y que están contaminados con metales, hidrocarburos, etc.
Las otras obras hidráulicas planteadas para la cuenca soslayan esta valiosa información y agravarán la situación porque implican el ensanche de tres tramos del río, que juntos suman 48 km. Esto drenará aún más rápidamente el agua de los humedales y alterará su funcionamiento, generando un fuerte impacto en el nuevo parque nacional y en la recarga de los acuíferos. Esto es particularmente grave cuando, uno de los mayores consumidores de agua de la cuenca, el Parque Industrial de Pilar , tiene previsto ampliar su capacidad un 40% y, además, avanza en el Delta el ilícito relleno del Parque Industrial de Loma Verde (Escobar), a escasa distancia del nuevo Parque Nacional. Por lo tanto, la contaminación y las obras hidráulicas amenazan al nuevo Parque y también a la calidad y cantidad de agua indispensable para la sobrevivencia de la población y su producción.
La opinión de la ciudadanía que vive y conoce el territorio, si bien no es vinculante, aporta un análisis de situación tan importante como los cálculos realizados desde mapeos satelitales, planillas Excel y proyecciones matemáticas. La falta de constitución del Consejo Consultivo del Comité de Cuenca del río Luján es una deuda para con los habitantes del lugar que no poseen este espacio para expresar las serias dudas que generan estas obras. Así se ven vulneradas las garantías constitucionales (art. 41), e incluso, lo declarado en el mismo Plan Integral de Regulación y Saneamiento para la cuenca, que la provincia de Buenos Aires ha tomado como base para las obras que se proyectan realizar.
El río no es una sucesión de segmentos estancos, por ende, lo que se modifica en la cuenca alta repercute en la baja, y viceversa. Se cuenta como experiencia con la desidia e ineficacia del saneamiento del río Reconquista. Allí también los hechos demuestran que el planteo de organizaciones ambientalistas y vecinales estaba y está en lo cierto. El río sigue contaminado. «Desde la función pública se suele responder tarde, de manera irreflexiva, con intereses electoralistas. Es necesaria una visión global del problema, no simplemente ingenieril, que mitigue el drama de las inundaciones pero preserve las importantes funciones de los humedales y sancione a los que contaminan», señalan las organizaciones.