Comenzó la segunda etapa del museo de gestión indígena en Punta Querandí
La Comunidad de Punta Querandí inició la ampliación del Museo Autónomo de Gestión Indígena que también funcionará como biblioteca. En su primer año de vida, este espacio educativo recibió la visita de cientos de alumnos, decenas de escuelas y miles de vecinos. “Somos pacíficos pero somos guerreros también”, dijeron desde el Consejo de Ancianos y advirtieron: “ser desalojados sería perder toda nuestra identidad, nuestra raíz, nuestro origen”.
ANDAR en Tigre
(Punta Querandí) Alberto Aguirre del Pueblo Qom es quien está a cargo de los trabajos en la cabaña de madera donde se muestra una selección de piezas de vasijas de mil años de antigüedad halladas en Punta Querandí. “Siguiendo con las tareas de fortalecimiento y preservación del territorio de nuestra comunidad, hoy nos abocamos a realizar la construcción del segundo núcleo de nuestro Museo Autónomo de Gestión Indígena, ampliación necesaria para expandir el espacio y anexar la biblioteca”, explicó.
El hermano qom Santiago Chara, del Consejo de Ancianos de Punta Querandí y referente de la Comunidad Cacique Ramón Chara de Benavidez (Tigre), hizo su propia evaluación: “empezar la segunda parte del Museo es reivindicar lo que venimos haciendo y darle más fuerza al lugar, todavía falta, no vamos a aflojar. Vamos a seguir demostrándole a O’Reilly que no nos vamos a quedar con los brazos cruzados. Somos pacíficos pero somos guerreros también”.
Reinaldo Roa del Pueblo Guaraní y también miembro del Consejo de Ancianos, manifestó: “tenemos todos los derechos de tener un Museo totalmente nuestro, con la historia verdadera, no contada por otra gente que no quiere reconocernos. Estamos defendiendo lo nuestro, no somos habitantes de otro lado, somos de este lugar”.
Luego de la inauguración del Museo a fines de mayo del año pasado, en agosto la comunidad fue notificada de un juicio de desalojo impulsado por el empresario Jorge O’Reilly, presidente de la desarrolladora inmobiliaria EIDICO, responsable de la destrucción de casi mil hectáreas de humedales en Tigre y un número indeterminado de cementerios indígenas. “A pesar de estar atravesando un juicio y amenazas de desalojo por parte de quienes pretenden usurpar nuestro territorio, respondemos dichos ataques con hechos”, manifestó Alberto Aguirre sobre la decisión de avanzar con la segunda etapa del Museo. “Con el acompañamiento permanente de muchos hermanos, de organizaciones y de nuestros ancestros, que nos fortalecen espiritualmente, seguimos demostrando nuestro llamado a defender nuestro territorio de Punta Querandí”, dijo el qom.
En sus paredes, con mapas, fotos y dibujos, el Museo Autónomo de Gestión Indígena invita a un recorrido desde los tiempos anteriores a la invasión europea, las resistencias de los pueblos originarios a la primera y segunda fundación de Buenos Aires y el pasado reciente de las localidades cercanas, con la llegada del tren, la fábrica de formio y la aparición del cuerpo de la militante de izquierda Ana María Martínez en 1982 durante la última dictadura cívico-militar.
Pero no es un Museo estancado en el pasado, sino que refleja y denuncia el abandono estatal y las consecuencia del modelo capitalista de desarrollo en los humedales del río Luján, con la invasión de barrios privados que destruyeron casi 15 mil hectáreas en las últimas dos décadas, proceso que generó más inundaciones y diversas problemáticas sociales.
Desde el Consejo de Mujeres de Punta Querandí también suman sus puntos de vista. Soledad ‘Jasuka’ Roa declaró sobre la ampliación del Museo que “ahora vamos a poder reforzar la información, porque la primera parte nos quedó muy chica para contar muchas cosas”. “Venimos concretando proyectos que vienen de hace años, el Salón, la Maloka, el Opy, muchos objetivos que los estamos cumpliendo con el correr del tiempo”, agregó la mujer guaraní. “
Jésica Zalazar explicó el valor del territorio para la descolonización cultural de todos los habitantes del conurbano: “el sitio continúa hablando en los restos de cerámicos que siguen desprendiéndose de la tierra, la emoción en los que llegan por primera vez y se encuentran con un sentir muy fuerte, un llamado a comenzar a encontrarse con sus raíces y descubrir lo más valioso que nos han quitado, nuestra identidad”.
En este proceso de acercamiento a las propias raíces familiares y del territorio bonaerense que habitamos, el rol de los establecimientos educativos es central. “En estos tiempos donde la educación está en lucha, donde intentan dormirnos, hay docentes que transmiten a sus alumnos otro camino posible, el de nuestros abuelos, y está construcción será una gran herramienta para ellos también”, relató. “Esto es un paso más para fortalecer la recuperación de nuestra historia, para la comunidad toda y para las escuelas también”, agregó Jésica. Reinaldo Roa señaló que las construcciones de Punta Querandí, y en particular el Museo Autónomo de Gestión Indígena, tienen como gran objetivo “que la gente, los chicos, los colegios que vayan, sepan a que región pertenecen, en este lugar todos van a encontrar su identidad, su raíz y su origen”. “Ser desalojados para nosotros sería perder toda nuestra identidad, nuestra raíz, nuestro origen. Vamos a seguir la lucha en paz y con armonía”, concluyó Reinaldo.
El Museo Autónomo de Gestión Indígena fue la respuesta de la Comunidad de Punta Querandí al abandono estatal de las tierras pese a la importancia de su patrimonio cultural, una reparación a la memoria histórica del lugar. Las autoridades primero negaron la existencia de material arqueológico y luego dijeron que carecía de valor. Tampoco tomaron en cuenta las distintas actividades culturales, talleres y celebraciones que lo constituyeron como un territorio de fortalecimiento de los pueblos originarios.
Un año atrás, explicábamos que con esta nueva construcción “nosotros le damos el valor que corresponde al espacio, a la historia y a las piezas de cerámica, veníamos haciendo este reclamo (al gobierno) y nunca lo hizo, se siente el completo abandono de las autoridades”, decía Jasuka. Y Alberto Aguirre cerraba: “Ahora tenemos una punta de lanza, un bastión para seguir bancando lo que venga, un Museo donde somos los protagonistas (…) somos los responsables de escribir la historia”.
Luego de un año, vamos por una ampliación muy necesaria para seguir fortaleciendo nuestro proyecto cultural y educativo.