La justicia (también) convalida el Gatillo Fácil
Repudio al fallo del tribunal de Casación que confirma la absolución del policía que le disparó a quemarropa a Omar Cigarán.
ANDAR en la justicia
(Colectivo Contra el Gatillo Fácil) Desde el la familia de Omar Cigarán y el Colectivo Contra el Gatillo Fácil repudiamos el fallo de Casación que confirma la absolución del policía asesino Diego Walter Flores. En medio de los preparativos que estamos realizando para el recordatorio del quinto aniversario del asesinato de Omar, la justicia se despacha con la peor noticia. El viernes pasado, y porque la justicia no nos notificó como parte en el proceso, nos enteramos por los medios de comunicación que la Sala Quinta del Tribunal de Casación Penal, con los votos de los jueces Martín Ordoqui y Jorge Celesia, confirmó el fallo absolutorio de Flores dictado por el Tribunal Oral Criminal 4 en abril pasado.
En una resolución bastante ambigua, los jueces Ordoqui y Celesia sólo analizan dos cuestiones: si es admisible y si es procedente el recurso casatorio presentado por los abogados de la familia de Omar, donde se planteaban arbitrariedades en la valoración de la prueba y en la determinación de la materialidad ilícita, así como la ausencia de justificación para constatar en el caso una causal de legítima defensa.
A toda esa batería de argumentos, los jueces de Casación sólo atendieron al pedido de que no se aplique el inciso cuarto del artículo 34 del Código Penal, es decir, que se deseche la hipótesis de que Flores actuó en cumplimiento de deber. En ese sentido, Ordoqui dijo en su voto que la ley “prohíbe a toda persona disparar a otro sin que se den los requisitos de la legítima defensa” y el reglamento policial “sólo autoriza al personal a esgrimir sus armas de fuego reglamentarias contra las vías de hecho cuando se deba asegurar la defensa oportuna de las personas o los derechos de terceros o propios, lo que implica la actuación dentro del marco de la legítima defensa o el estado de necesidad según el caso”. Pero a la vez el juez afirmó que los argumentos absolutorios del Tribunal oral “lucen sólidos y consistentes”. Con ello convalida la versión de los hechos de los testigos Susana Palacios y Leandro Junquera, cuyos testimonios cambiaron en el juicio – cuatro años después del hecho-respecto a lo que habían dicho en instrucción –esto es a minutos de sucedido el hecho-, el relato del propio Flores de que disparó cuando era supuestamente apuntado por Omar, y la interpretación de los jueces Emir Caputo Tártara y Juan Carlos Bruni de que es legítimo para un policía tirar a matar a una persona para evitar el robo de una moto.
Recodemos que el fallo del TOC 4, pronunciado por los jueces Germán Alegre, Emir Caputo Tártara y Juan Carlos Bruni, se dio por mayoría de votos (2 contra 1) y estuvo dividido en dos concepciones básicas: la mayoritaria de Caputo Tártara y Bruni, que creyendo 100% al asesino Flores propuso su absolución definitiva; y la minoritaria del juez Alegre, que cuestionando que Flores haya estado justificado para matar, propuso su condena. Para el juez Alegre, Omar recibió el disparo mientras se iba del lugar y no enfrentando al policía, lo cual plantea que Flores no puede alegar la legítima defensa sin haberla probado en el juicio. Sin embargo prevaleció el voto de Caputo Tártara, que basó su decisión en los dichos de Flores, de un testigo, también policía, y de los efectivos de la Comisaría 3ra de Ensenada, de la Comisaría 2da de La Plata y del médico policial que realizó la autopsia. Flores fue beneficiado con una “legítima defensa” privilegiada que la ley no contempla. Los jueces de Casación tenían la oportunidad de corregir esa injusticia y no dejar el caso impune. Este fallo, símbolo de la impunidad, muestra que la “Doctrina Chocobar” está teniendo sus claras expresiones en la justicia penal bonaerense. Así como lo hace el Poder Ejecutivo Nacional estrechando la mano de los asesinos de uniforme, la justicia penal también convalida el gatillo fácil.
Desde nuestro espacio de militancia antirrepresiva no estamos dispuestos a aceptar que el asesino Diego Walter Flores siga en funciones en la Policía, caminando armado por la ciudad. Entendemos que esta justicia clasista intenta reafirmar una y otra vez la impunidad policial, avala el hostigamiento, la represión cotidiana, las amenazas y los aprietes a lxs pibxs pobres. La absolución de Flores fue una clara muestra de todo ello: fue darle vía libre al fusilamiento de nuestrxs pibxs en cada barrio. Así lo intenta convalidar el gobierno macrista con el apoyo al policía asesino Luis Chocobar. Por eso continuamos desarrollando la lucha antirrepresiva en La Plata, en momentos en que se vuelve más y más necesario construir organización en unidad para enfrentar a quienes día tras día se llevan las vidas de nuestrxs pibes.