Una baldosa por la memoria en el Colegio Reconquista
El próximo viernes 24 de noviembre a las 10 hs alumnos del taller Jóvenes y Memoria y la comunidad del colegio 12 Reconquista de Villa Urquiza (Av. Triunvirato 4992, Ciudad de Buenos Aires) colocarán una baldosa por la memoria de Pedro Bernardo Oviedo junto a sus familiares. Oviedo es ex preceptor del colegio y desaparecido por el terrorismo de Estado el 26 de junio de 1976.
ANDAR en Villa Urquiza
Pedro Oviedo nació en la ciudad de Buenos Aires el 29 de septiembre de 1951 y fue desaparecido cuando tenía 24 años. Era el mayor de tres hermanos. Patricia, su hermana, luchó junto a su familia por la aparición con vida de Pedro y otros militantes secuestrados, y en ese compromiso también fue desaparecida por la dictadura cívico militar.
«Pedro era un tipo inmensamente solidario, capaz de regalar su única campera de invierno a quienes no tenían nada, capaz de invitar a subir a su casamiento a personas que vivían en la calle. Era un compañero muy comprometido, formado políticamente, inteligente. También era discutidor, en años de enorme participación las discusiones políticas en mi casa eran moneda corriente», lo recuerda Carlos, su hermano menor.
Oviedo empezó a militar desde muy joven, primero en las Fuerzas Armadas Revolucionarias, que luego fusionaron con otras organizaciones para conformar Montoneros. «Era mi héroe, pero no era un héroe, los héroes son construcciones lejanas a la gente común. Mi hermano era un joven que decidió comprometerse con su tiempo y con su historia que, como miles de jóvenes, entregó su vida para construir un país justo y solidario», asegura Carlos.
Fue secuestrado el 26 de junio de 1976 y llevado al centro clandestino de detención que funcionó en la ESMA. Su hermana Patricia también fue secuestrada y desaparecida el 8 de diciembre de 1977 en la Iglesia de la Santa Cruz. «Es muy difícil describir la sensación de no saber dónde están, por eso es tan importante para nosotros, los familiares, que haya justicia, que paguen por sus crímenes los responsables de su desaparición. Por eso es tan importante sostener viva su memoria», dice Carlos.