“Ahora más que nunca confío en que puede haber justicia”
Esta semana se desarrollaron las tres audiencias previstas para el desarrollo del juicio al policía Diego Walter Flores por haber matado a Omar Cigarán. Se prevé que los alegatos sean entre el 31 de marzo y el 3 de abril.
ANDAR en la justicia
(Agencia) “Yo desde el primer día hasta hoy tengo mucha más expectativa de que se llegue a la verdad. Antes medio como que no confiaba en que iba a haber justicia, ahora más que nunca confío en que va a haber justicia. Hubo muchas irregularidades en muchos testimonios y los veo muy nerviosos”, dice Sandra Gómez, la madre de Omar, a la salida de una de las audiencias. “Yo pensé que cuando viera la cara del asesino de mi hijo iba a explotar como una bomba. Pero tomé un consejo que me dio la mamá de Luciano Arruga: que no llorara delante de los canas nunca y que les demostrara que yo estaba fuerte. Ese consejo me sirvió para ayer entrar y mirarlo directo a los ojos. No lloré delante del policía ni en mi declaración, sí me quebré después cuando salí. Le tenía mucho miedo a mi declaración, a enfrentarme a él pero la verdad que le clavé la vista desde que entré hasta que salí y lo seguiré haciendo hasta que termine el juicio”, agrega.
«La mamá de Omar solicitó desde siempre ayuda estatal», respaldó con su testimonio en la segunda jornada del juicio la defensora penal juvenil María Klapenbach, que llevó una causa por la que Omar había quedado detenido a sus 16 años. La funcionaria aseguró que esa causa llegó a juicio con Omar acusado de un robo sólo por indicación policial. «Sufría persecución de la comisaría 2ª, incluso al recuperar su libertad «, constató la defensora.
Entre los testigos que prestaron declaración también se sentaron frente a los jueces del TOC 4 varios funcionarios policiales que acudieron a la escena del crimen. Ninguno de ellos vio en la escena otra arma que no fuera la de Flores. De hecho, quien encuentra el arma en la ropa interior de Omar es el forense Menzulo, que sostuvo que «en el traspaso de la bandeja al carro descubro algo extraño en la región genital: era un arma de fuego en el slip». Su actuación está fuertemente cuestionada por la querella y el médico podría quedar imputado en una causa anexa por encubrimiento.
“Cuando el código penal define el delito de homicidio dice el que matare a otro, no dice el que matare a un ciudadano probo sin antecedentes con medalla de honor en el secundario nunca sospechado de haber cometido un delito. Es el que matare a otro ser humano, a otra persona y, mal que le pese a la defensa o a la policía en su conjunto, Omar era una persona”, dice María del Carmen Verdú, representante del particular damnificado.
La abogada de CORREPI describió que “los defensores de policías están trabajando en la línea que lo hicieron siempre, usufructuando una supuesta opinión pública que yo prefiero llamar opinión publicada que tiene que ver con, por ejemplo, lo que contaba uno de los testigos que escuchó que alguien dijo cuando reconocieron a Omar: ‘qué suerte, uno menos’. Esto de deshumanizar a la víctima se puso en evidencia desde el primer momento que la defensa planteó sus lineamientos, cuando tuvieron que decir qué esperan probar en el juicio nosotros habíamos dicho ‘vamos a probar que Flores fusiló a Omar’ y ellos -en vez de decir que iban a probar legítima defensa o que él que tiró fue otro o lo que sea- empezaron a hablar del malandra que venía cometiendo delitos desde su más tierna infancia”. Los abogados de la defensa no quisieron dialogar con la prensa hasta la sentencia.
Hasta el momento sólo quedan dos testigos que no se presentaron aún a declarar y tendrían que comparecer en la próxima audiencia, que se desarrollará el viernes 31 de marzo, donde también podrían concretarse los alegatos.
Imagen de portada: Juan Cicale