EL DUEÑO POSEE OTRAS PLANTAS DE TELAS EN LUJÁN Y EN LOBOS 20 trabajadoras despedidas reclaman solución urgente ante el cierre de una textil en Saladillo
El viernes 10 de febrero, la textil de la firma Eva Córdoba cerró sus puertas definitivamente luego de más de un año de achicamiento en los volúmenes de producción, y anuncios de recortes de horas laborales para sus trabajadoras, que en gran número cumplían sus tareas de forma domiciliaria, en negro y sin cobertura social ni aportes. Hasta el momento, el propietario de la empresa no dio explicaciones y las mujeres sin empleo conocieron la noticia del cierre a partir de la notificación de un abogado y una contadora. A las pocas que trabajaban en blanco les ofrecieron una indemnización del 20 por ciento de lo que les correspondería
ANDAR en Saladillo
(Agencia) “Ellos dicen que, en Saladillo, la empresa les daba pérdidas y que no llegaban a pagar los sueldos. Sin embargo, la realidad es muy distinta: esto comenzó con el cambio de gobierno y la apertura de importaciones de telas, sumado a los cambios de régimen que nos impusieron a muchas de nosotras al pasar a cumplir tareas desde nuestras casas. El viernes pasado la empresa cerró sorpresivamente, no fuimos notificadas hasta ese momento y la situación ahora es muy difícil. En mi caso, por ejemplo, no puedo pagan ni la factura de luz, que me llegó de 3000 pesos. Muchas mantenemos a nuestras familias y la situación es muy complicada”, relata Graciela Gallardo, hoy desocupada y madre soltera de la ciudad de Saladillo.
Ella, junto a otras 50 mujeres, acaban de quedar en la calle sin ninguna propuesta indemnizatoria ni perspectiva de regreso a su trabajo, a partir de la decisión del propietario de la firma “Eva Córdoba”, de la ciudad de Luján, de cerrar la planta textil en Saladillo aunque no resolvió lo mismo con las otras plantas que funcionan en Luján y Saladillo y que también producen artículos de ropa deportiva para las marcas Puma, Convers, Billabong, entre otras. En realidad, según explican las mujeres despedidas, el empresario no quiere presentar la quiebra porque, de hacerlo, debería cerrar también las plantas textiles que tiene en las otras ciudades.
“El año pasado, desde el verano, comenzamos a ver que, mes a mes, caían los pedidos de las marcas y empezamos a pensar que la situación empeoraría. Yo hablaba con el encargado de la empresa y le decía: ‘esto termina mal y en algún momento me vas a dar la razón’, pero él decía que no pasaba nada. Unos meses después, llegó la orden para que algunas de nosotras –las que ya estábamos en negro- trabajáramos desde nuestras casas porque, de lo contrario, la empresa debía cerrar. Lamentablemente, siempre accedimos a los pedidos de ellos porque necesitábamos el trabajo”, explica Graciela.
En 2001, el mismo empresario había cerrado la planta en Saladillo, dejando a más de 70 trabajadoras en la calle, entre ellas la misma Graciela Gallardo, que años después, con la reapertura de la textil, recuperaría el trabajo. Esta es la segunda vez que ella padece el despido y no tiene alternativa para paliar su situación durante los próximos meses.
Cabe destacar que en los últimos días, un grupo de trabajadoras de la textil se reunió con la intendenta interina de Saladillo, Viviana Rodríguez (porque el intendente electo José Luis Salomón estaba de vacaciones y se acaba de reincorporar en su cargo), a fin de evaluar la situación de las más de 50 familias afectadas por el cierre. En principio se considera la posibilidad de gestionar incorporaciones a otras empresas locales, o la reapertura paulatina de la textil Eva Córdoba a través del acompañamiento de los estados local y provincial. Según Graciela Gallardo, esta última opción habría sido planteada por el encargado de la textil de Saladillo a la intendenta interina.
Las dificultades son muchas, ya que, por ejemplo, el encargado también les habría propuesto a las mujeres despedidas la entrega de las máquinas en concepto de indemnización para que llas puedan trabajar por su cuenta, pero esas máquinas estarían embargadas por la DGI a raíz de problemas tributarios de la firma.