6 AÑOS DE LA MASACRE DE CARCOVA Plantar árboles donde hubo balas
A 6 años de la masacre de Carcova, el barrio, las familias y organizaciones políticas y sociales marcharon para seguir pidiendo justicia por los jóvenes heridos y asesinados el 3 de febrero de 2011 tras una brutal represión policial. La Comisión Provincial por la Memoria acompañó la marcha y las actividades.
ANDAR en José León Suárez
(Agencia) “Apenas se disipa el olor a pólvora los vecinos vuelven a tomar las calles. Esa tarde nadie de Carcova va a la quema. Los familiares y amigos de los pibes fusilados salen en masa del barrio y toman la diagonal Joaquín V. González para llegar al centro de atención primaria Nº 4 Dr. Luis Agote. El centro de salud queda justo enfrente de la comisaría 4ª”, describe el periodista Matías Ortega en su libro “Carcova. Historias marcadas por la violencia institucional”. Ese recorrido es el que se volvió a caminar ayer, 10 mil pasos, por sexto año, para recordar, reclamar y acompañar a las familias de Mauricio Ramos (17), Franco Almirón (19) y Joaquín Romero (19), víctimas de los disparos policiales aquel 3 de febrero de 2011.
Ese día un tren carguero descarriló en las vías que cortan el barrio tras la estación de José León Suárez. Mauricio, Franco y Joaquín se preparaban en sus bicis para ir a trabajar a la quema y se acercaron al accidente como muchos otros vecinos. El personal del ferrocarril llamó a la policía. Y los móviles llegaron con balas de goma, de plomo y gases. Franco, recibió siete disparos por la espalda y murió al instante; a Mauricio, lograron llevarlo hasta el Hospital Belgrano donde falleció herido por las balas. Sólo Joaquín pudo sobrevivir.
“Estamos acá para compartir con ustedes, porque después de 2011 siguieron matando Francos y Mauricios en distintos barrios, para disciplinar a nuestros pibes, para que sean colaboradores con la policía, para que trabajen para ellos, para que se quiebren. Pero los pibes de los barrios, de las escuelas con una oportunidad son capaces de construir un modelo de Argentina y un modelo de sociedad distinto, solidario. Estamos acá, para compartir lo que ustedes vienen construyendo, desde la movilización, la rebeldía y la capacidad de organizarse, porque eso hizo que se revise la causa por la muerte de los chicos y se abrió la posibilidad de condenar a quien había sido absuelto. Por eso estamos aquí, para contribuir a esa organización”, aseguró Víctor Mendibil, presidente de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) en una breve charla donde compartió panel con Felix Croux (PROCUVIN) y Leonardo Grosso (Campaña contra la Violencia Institucional) antes de que se inicie la marcha.
La movilización encabezada por familiares de víctimas de violencia policial acompañados por referentes de la CPM y otros organismos partió de la estación, pasó por la Comisaría 4ta y la sala de salud, y tomó esa diagonal que lleva hasta las vías, hasta el lugar del descarrilamiento y la represión. Allí el Padre Pepe y Adolfo Pérez Esquivel recibieron a los familiares y la larga columna de amigos, organizaciones y vecinos que los seguían. Los esperaban con su abrazo y un árbol de olivo que plantaron como símbolo de paz en ese lugar donde la policía quiso sembrar balas.
“Este es el lugar donde pasó todo, estar acá no es fácil. Pero así vamos a seguir, pidiendo justicia por Mauricio, por Franco y por todos los pibes”, dijo la tía de Mauricio sobre el escenario y agradeció la compañía de otros familiares de víctimas de la policía y a las organizaciones. “Joaquín todavía se despierta sobresaltado a la noche, con miedo, por los recuerdos que tiene encima. Por suerte hoy tiene una familia y un trabajo, pero todavía hay muchos chicos que siguen yendo a trabajar al CEAMSE. Porque no es solamente Joaquín o Franco o Mauricio, son muchos pibes. Por favor, unámonos como pueblo por esos pibes”, pidió la tía de Joaquín.
“Estamos aquí para que nunca más le roben la vida y la esperanza a ningún joven”, dijo Perez Esquivel cuando tomó el micrófono. “El futuro se construye con el coraje que tengamos para hacer el presente, no hay otro camino. Hay que apuntar a la fuerza de la esperanza, y eso está en ustedes, en esta reunión”, agregó y, entre aplausos, se pronunció “rotundamente” contra la baja en la edad de punibilidad.
“Los gobernantes en todos sus niveles están ahí para servir al pueblo y no para servirse del pueblo según sus intereses. Democracia no es poner el voto cada cuatro años, democracia significa derechos e igualdad para todas y todos y es indivisible con los derechos humanos”, concluyó para despedirse: “hasta la victoria siempre”.
Ya había oscurecido. La gente se fue desconcentrando y al apagarse el murmullo de los tambores y los micrófonos volvía a escucharse el murmullo de la cumbia en las veredas de las callecitas de Carcova.