Julio López será doctor honoris causa de la UNLP
La Universidad Nacional de La Plata le entregará a la familia de Jorge Julio López la distinción en un acto este lunes 12 de diciembre a las 11 hs en la Sala de Consejo Superior del Rectorado.
ANDAR en las memorias
(Agencia/UNLP) La Federación Universitaria de La Plata (FULP) solicitó el otorgamiento del título y fue apoyada por la Prosecretaría de Derechos Humanos de la Universidad que entendió que esta mención “distingue y reconoce a Jorge Julio López” y “redobla su compromiso como querellante en estos procesos y convoca a la sociedad toda, para evitar que ese cometido se cumpla y denunciar cualquier intento de retroceso que afecte los derechos humanos”.
El 28 de junio de 2006, en el Salón Dorado de la Municipalidad de La Plata, Jorge Julio López brindó su testimonio en el juicio a Miguel Etchecolatz. El 18 de septiembre de ese año volvió a desaparecer.
El impacto de su desaparición, en una ciudad atravesada por el genocidio y por las desapariciones en democracia de Miguel Bru y de Andrés Núñez, perdura al día de hoy. Mientras por primera vez un Tribunal reconocía que lo sucedido en nuestro país fue un genocidio, nuevamente se escuchó la consigna “Aparición con vida” en las calles. A diez años de su desaparición aún no se sabe qué sucedió con él y quiénes son los responsables.
Este año se intentó otorgar la prisión domiciliaria a Miguel Osvaldo Etchecolatz, alegando “razones humanitarias.” El reclamo social pudo evitarlo y señaló el contrasentido de liberar a Etchecolatz mientras la desaparición de Jorge Julio López sigue impune, mientras sus delitos sigan vigentes, mientras no se sepa donde está Clara Anahí Mariani.
López y su testimonio
El 27 de octubre de 1976, Jorge Julio López fue secuestrado, también Guillermo Cano; luego, siguieron Norberto Rodas y Alejandro Sánchez. Fueron llevados a Arana y torturados. En la madrugada del 5 de noviembre de 1976, secuestraron a Ambrosio De Marco y a Patricia Dell Orto, y los llevaron al mismo lugar. Allí, López presenció el fusilamiento de Patricia, Norberto y Ambrosio. Luego, fue trasladado a la Comisaría 5ª de La Plata y a fines de diciembre de 1976, a la Comisaría 8ª también de La Plata. El 4 de abril de 1977, tras atravesar más de cinco meses en la condición de detenido-desaparecido, fue trasladado a la Unidad Penitenciaria Nº 9, donde fue “blanqueado” y puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional, hasta el 25 de junio de 1979.
El 7 de setiembre de 1999, cuando la lucha de los organismos de derechos humanos permitió la apertura de los Juicios por la Verdad, declaró por primera vez. Ese día, su testimonio enriquecido por las averiguaciones que solitariamente realizó luego de su liberación, generó una inspección ocular en la zona de Arana, que constituyó un aporte fundamental en la reconstrucción de los lugares que funcionaron en La Plata como centros clandestinos de detención. Ese testimonio permitió también el encuentro con otros sobrevivientes, nucleados en la Asociación Ex Detenidos Desaparecidos. Allí encontró el espacio para el diálogo y para poner en palabras lo sucedido con él y sus compañeros.
Poco tiempo después de su declaración, a pesar de las leyes de impunidad vigentes, el camarista Leopoldo Schiffrin solicitó a la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata que se citara a Miguel Osvaldo Etchecolatz a declaración indagatoria sobre los nuevos casos conocidos en el Juicio por la Verdad que no habían sido incluidos en el juzgamiento del año 1985. Entre ellos, el de Jorge Julio López y el de Patricia Dell Orto y Ambrosio de Marco. La causa tomó nuevo impulso a partir de la anulación de las leyes de punto final y obediencia debida. Allí volvió a declarar Jorge Julio López, el 16 y el 30 de noviembre de 2005 y se constituyó como querellante, junto a Nilda Eloy y la Asociación Ex Detenidos Desaparecidos. Poco tiempo después, se esa causa convirtió en la primera en llegar a la instancia de juicio oral.