REPUDIO Censuran a los familiares de la masacre de Quilmes
Documento de los familiares y amigos de la Masacre de Quilmes tras encontrar tachaduras en las pintadas que realizaron conmemorando esos hechos a 12 años de las muertes.
ANDAR en Quilmes
La tarde del jueves 20 de Octubre, como hace 12 años, los familiares de las víctimas de la Masacre de Quilmes nos convocamos en la Plaza frente a la Estación para recordar a nuestros hijos. Como hace 12 años hacemos memoria de los crueles hechos sucedidos en la Comisaría Primera de Quilmes cuando era titular el Ex – Comisario Juan Pedro Soria. Como hace 12 años pintamos las calles con la profunda necesidad de no olvidar y de grabar el nombre de nuestros hijos en las tierras quilmeñas. Es que si algo no nos quitado es la posibilidad de escribir nuestra historia donde queremos.
Sin embargo el domingo por la tarde ya habían sido cubiertos los nombres de los policías condenados con un color negro para evitar que se vieran. No fueron los condenados, están todos en sus casas beneficiados con arresto domiciliario, sino sus compañeros de tareas, sus compañeros de armas que siguen encubriendo a un grupo de al menos 10 ex – policías culpables de pegar y torturar niños y adolescentes.
Los familiares pintamos a la luz del atardecer, a la vista de todos. Así estuvimos estos 12 años. Los censuradores actuaron de noche, escondidos, ocultos, disimulando su complicidad. Lo sabemos: no fueron 10 los responsables de la Masacre de Quilmes. Fueron muchos más pero no tuvieron la “oportunidad” de estar esa noche pero estén seguros que de ser posible hubieran actuado igual que el resto de policías torturadores.
A 12 años aún hay policías que reivindican al Ex – Comisario Soria pensando que es inocente. Seguramente han aprendido de él prácticas tan violentas como las aplicadas por Pedreira y su tropa esa noche.
A 12 años siguen intactas en muchas comisarías las prácticas de tortura, abuso de los detenidos y escarmientos por parte de los policías.
Pero lo que no saben es que volveremos una y otra vez a pintar las calles, pintaremos esta plaza y muchas más pues pintura amarilla, por suerte, sobra en este mundo.