PRÁCTICAS POLICIALES Artistas callejeros, el blanco de las contravenciones
A partir de un recrudecimiento de las prácticas policiales que intentan correrlos del espacio público, los artistas callejeros nucleados en el Frente de Artistas Ambulantes Organizados (FAO) pidieron asesoramiento en la Comisión por la Memoria. Luego de una reunión donde plantearon los distintos problemas con las fuerzas policiales que fueron teniendo en varias localidades de la provincia, la CPM evalúa hacer un seguimiento de la situación para intervenir.
ANDAR en la calle
(Agencia) Alejandro Cabrera Britos es el presidente de la Asociación Civil Frente de Artistas Ambulantes Organizados para el mejoramiento del espacio público artístico (FAO), un colectivo cultural cuyo objetivo es “fortalecer la defensa del derecho al arte callejero en el espacio público tradicional y móvil, o sea, en los medios de transporte”. Los artistas se acercaron a la CPM para pedir acompañamiento a partir de cómo la persecución policial fue aumentando en lo que va del año.
“Este año se han recrudecido las denuncias por casos de violencia sobre todo en el conurbano bonaerense. Una de las más fuertes fue en febrero en Pergamino donde un colega fue interceptado por personal policial y municipal, se lo multó con más de $1300 se le secuestraron los elementos de trabajo y la jueza de faltas Marcela Noé ordenó la destrucción de los mismos. Esto por estar compartiendo su arte en su semáforo”, denuncia Cabrera Britos.
Este tipo de escenas se están repitiendo en diferentes municipios con distinta intensidad. El hostigamiento se intensifica en lugares del conurbano como Lanús o La Matanza donde, por ejemplo, detuvieron a un payaso en la plaza de San Justo por ejercer su actividad a la gorra. Una de las localidades con más denuncias es Tigre. Cabrera Britos describe que allí “las situaciones son un poco más graves y tensas porque la policía local y el cuerpo de tránsito, el COT, amedrentan a nuestros compañeros, inclusive con expresiones verbales poco felices como ‘te vamos a hacer desaparecer’ o ‘te vamos a hacer una causa’, o amenazas de alojarlos en un calabozo con personas denunciadas por delitos sexuales”. Ante este escenario, se acercaron a organismos como la CPM, la clínica jurídica del CELS, la ProcuVIn y buscan tener reuniones con algunos diputados bonaerenses.
El referente del FAO asegura que el trabajo junto a la CPM será de “vital importancia”. “Es necesaria una articulación intensa y la concientización de que nosotros no somos gestores sino que tenemos que informarnos para tener la posibilidad de denunciar en primera persona algunas cuestiones. Sin la presencia de estos organismos ya habríamos sido arrasados hace tiempo, y la articulación va a ir fortaleciéndose. Hemos sido más que cordialmente atendidos en la CPM y las herramientas que nos han brindado nos hacen sentir absolutamente acompañados”, dice Cabrera Britos.
El FAO se constituyó en 2014 cuando se transfirió la seguridad de los subterráneos a la policía metropolitana: en dos meses cerca de 60 artistas denunciaron que fueron obligados a bajarse de los vagones, salir de los andenes o amenazados con labrarles un acta convencional o secuestrar sus instrumentos. En ese momento la organización logró hacer un breve instructivo que llaman “manual del artista ambulante de la ciudad de buenos aires” en el que figuran los artículos, decretos, normas y leyes vigentes pero que se usan “subjetivamente” desde el estado porteño: cómo firmar una contravención en disconformidad y los contactos para buscar acompañamiento. Ahora buscan que en el territorio de la provincia la CPM pueda capacitarlos y acompañar sus denuncias para poder ejercer su actividad sin la presión de la arbitrariedad policial sobre sus espaldas.