Cuando mayor seguridad se traduce en mayor hostigamiento
Frente a la próxima incorporación de 140 policías locales en Ramallo, preguntas y reflexiones en torno a la seguridad.
ANDAR en Villa Ramallo
Por Fernando Latrille
En Ramallo la policía bonaerense sigue dando muestra de operativos inútiles que van llenando los libros de parte diarios que dan a conocer a través de medios radiales locales. Se florean con detenciones a jóvenes que son interceptados en la vía pública, requisados, y en caso de que se les encuentre un porro llevados a la comisaría. Ese accionar policial no se detiene, aunque ya se sabe que estos operativos son inútiles, se siguen repitiendo con mayor frecuencia y por el visto bueno que la fuerza política que gobierna Ramallo le brinda a ese accionar.
En uno de los últimos fines de semana unos jóvenes que transitaban por las calles de Ramallo pasada la medianoche, uno en patineta y los otros dos en una bicicleta, fueron interceptados por la policía que los hizo parar, poner contra el móvil policial donde fueron registrados y requisadas sus pertenencias. Uno de ellos no contaba con su DNI, vinieron así las preguntas de dos oficiales, una mujer y un hombre, el joven respondía de mala gana y el policía mostró su lenguaje soez al expresar: “mirá que si quiero hago que me chupes la pija”, dejando en claro que podía hacer abuso de poder sin que nada pasara y aún sin que se inmutara su compañera que lo acompañaba y se limitó a un silencio cómplice ante sus palabras.
En varias ocasiones y desde hace unos años vengo dando cuenta públicamente de situaciones que viven los jóvenes en Ramallo. El poder político ha mirado siempre para otro lado, y ahora prefiere como respuesta saturar de policías las calles. El concejo deliberante podría crear un espacio, si se pretendiera un concejo de puertas abiertas haciendo realidad aquello de la democracia participativa, para que también e involucrando a la secretaría de la juventud municipal se dispusieran a crear políticas tendientes a dar cuenta de la situación actual de lo jóvenes en la vía pública, de los jóvenes y los espacios públicos para buscar erradicar cierto hostigamiento que puede traducirse en violencia policial.
Sería importante la creación de un foro de seguridad democrática que tenga una función muy distinta a los actuales y fallidos foros de seguridad que se traducían en reuniones con los jefes de la fuerza de seguridad. Ramallo necesita formar parte del acuerdo por una seguridad democrática dándole prioridad a los derechos humanos que no pueden violarse en nombre de la seguridad.
La política, los políticos de Ramallo deberían preguntarse cuanto antes ¿qué delito persigue la policía bonaerense en Ramallo? Porque los partes diarios siguen dando cuenta que las actuaciones del fin de semana se basaron en perseguir a los jóvenes que necesitan tener un espacio político donde se visibilice una problemática que viene creciendo año tras año y a la que nadie atiende y que tiene como resultado el hostigamiento por parte de las fuerzas de seguridad hacia los jóvenes. La violencia institucional debe ser abordada por alguien, debe tener una respuesta política de quienes son funcionarios y gobiernan.
Cuando a fin de año tengamos la policía local las prácticas persecutorias pueden agravarse, vamos a tener 140 policías locales que tendrán que justificar su accionar y ese accionar dependerá de la función que el Intendente pretenda darle, de su posicionamiento ideológico y político dependerá que la tarea que realicen no traiga más problemas de los ya existentes.
El Intendente en diferentes declaraciones ha expresado lo que pretende y sus dichos de: “queremos recuperar los espacios públicos para la familia”, y su aclaración seguida que no despeja, sino más bien confirma: “No para seguir a jóvenes en la plaza”, no deja de estar en sintonía con los operativos policiales de la bonaerense que sigue teniendo al joven como sospechosos de todo lo que ocurre.
¿Quién controlará a la policía local? ¿Qué organismo de control existirá para que esa fuerza no caiga en violencia institucional? ¿Utilizaran el arma reglamentaria durante el tiempo en que están en funciones o se la podrán llevar a su domicilio incrementando como sucede en la actualidad los casos de muertes por armas utilizadas por policías que no estaban en funciones? ¿Cómo se distribuirán los 140 policías locales en el Partido de Ramallo? ¿Cuál será su función específica ? Preguntas que deben tener respuesta y que desde el poder legislativo se deberá trabajar seriamente en darlas. No se puede tener una fuerza policial controlada por el Ejecutivo Municipal sin que exista un organismo de amplia participación ciudadana que pueda juzgar su accionar, es ahí que debe estar el trabajo legislativo de quienes nos representan.
En la obra de Lombroso “El Hombre Delincuente” de 1889 propone que hay ciertos seres humanos propensos a delinquir según sus fenotipos. Aún cuando esta teoría sirvió como pretexto para persecuciones de los regímenes más salvajes de la humanidad como el fascismo y el nazismo todavía hoy la policía sigue utilizando estos prejuicios para pedir documentos y detener a los que no encajan con las caras que deberían tener- según ellos-los hombres y mujeres decentes. Los que padecen esos prejuicios que se repiten una y otra vez por parte de la bonaerense en sus operativos, y que seguramente será el “prototipo de sospechoso a seguir” por parte de la fuerza local, serán nuestros jóvenes que no son peligrosos, sino que están en peligro y sufren los hostigamientos que aquí una y otra vez he señalado.