PARO NACIONAL En defensa de la educación pública
Trabajadores y estudiantes de la UNICEN en Olavarría se reunieron en el paseo Jesús Mendía en el marco de una jornada de paro nacional de docentes universitarios y secundarios. Se realizaron clases públicas, actividades artísticas y una marcha por las calles céntricas de la ciudad.
ANDAR en Olavarría
(AC-FACSO) La convocatoria llevada a cabo el martes 10 de mayo fue en defensa de la educación pública ante el nuevo escenario político, entre cuyos lineamientos sobresalen los recortes de programas educativos, un congelamiento presupuestario y la quita de subsidios en los servicios, que generó un fuerte incremento ante el que varias universidades públicas han hecho explícita su preocupación hasta el punto de poner en riesgo la continuidad de las cursadas en el segundo cuatrimestre.
Desde las distintas entidades que conforman la UNICEN con sede en Olavarría, se realizaron actividades para visibilizar la situación que atraviesa la educación pública y gratuita en su conjunto. “Acompañamos las luchas que se generan y que tienen que ver con las cuestiones coyunturales de la política nacional que están atacando a las universidades públicas y a un modelo educativo que hoy en día está en juego: un modelo que permite y garantiza el acceso a muchos estudiantes a la universidad pública. Y eso no puede estar distante del reclamo salarial de los trabajadores y trabajadoras docentes”, señaló Rafael Pizarro, presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales.
En la visibilización del problema, cobra una dimensión significativa el poder generar instancias de reflexión compartidas sobre lo que implica la defensa de la educación pública. Lo que hace necesario que la discusión trascienda y se pueda poner en agenda las implicancias que tiene en la vida cotidiana la universidad pública. “Es una necesidad urgente marchar, movernos, mostrarnos y hacer sobre el reclamo. Pero sobre todas las cosas construir la necesidad de vernos entre nosotros y con la comunidad como parte y no separados. Creo que somos uno de los lugares donde la derecha está atacando y hay que despertarse de esta cuestión de esperar qué va a pasar porque ya está pasando y nos está llevando puesto”, reflexionó Analía Umpierrez, docente de la Facultad de Ciencias Sociales.
“Es un contexto muy hostil a lo colectivo, a la defensa de derechos, a la organización, a la construcción. Todo está orientado a pensar la sociedad como individuos que luchan entre sí para proyectos individuales y creo que esta instancia es muy alentadora para pensar una alternativa. En todos los interlocutores que hubo hoy estuvo presente la idea de que nadie se salva sólo en este mundo y que hay que trabajar de manera solidaria. Recuerdo otras instancias en donde era muy difícil que la universidad se junte y hoy que estén Ingeniería, Sociales, Salud, la Escuela Secundaria Adolfo Pérez Esquivel, el jardín maternal Upa la lá, con docentes, no docentes, estudiantes, habla de una interesante articulación de sectores y de una visión en conjunto que es el primer paso para poder discutir el futuro de la universidad pública”, analizó Juan Pablo Matta, director de la carrera de Antropología y docente de la Facultad de Ciencias Sociales. En cuanto a la convocatoria y a la articulación de diferentes sectores, Umpierrez destacó la presencia de los y las estudiantes de todos los niveles. “A mí me parece que lo más relevante es la presencia de estudiantes. Es lo más fuerte que tiene esta marcha. Hay un número muy fuerte de estudiantes que se sienten movilizados descubriendo en algunos casos este formato de salir a la calle. Y me parece que hay que trabajar en eso: en la toma de conciencia, en la forma de la acción, en la organización”. Se trata de poder generar una articulación general dándole fuerza a las sensibilidades y convicciones que apuntan a la defensa de derechos conquistados. Y la educación es uno de ellos. Una educación que atravesó muchas situaciones y conflictos que nos compromete con su defensa para así poder ampliar, profundizar y garantizar un derecho humano, personal y social como la educación pública no arancelada