EL MEDIODÍA DEL LUNES 7 EN LA SEDE DE LA EXAMIA DE LA PLATA Comenzó el juicio por la desaparición de Daniel Omar Favero
La causa de lesa humanidad también contempla el caso de María Paula Álvarez, compañera de Favero. Juntos fueron secuestrados de su departamento de la calle 57 por una patota de la Brigada de Investigaciones. Claudia, hermana de Daniel y testigo en el juicio que acaba de comenzar, expresó a ANDAR: “Estamos absolutamente contentos de que la causa llegue a juicio en La Plata y no en Comodoro Py -donde tramitó hasta hace 2 años- porque mi hermano y María Paula eran de La Plata”
ANDAR en los juicios
(Agencia) El lunes 7 de marzo desde el mediodía comenzó, en la sede de la exAMIA de La Plata –calle 4 entre 51 y 53- el juicio oral y público por la privación ilegal de la libertad, amenazas, secuestro en centros clandestinos y desaparición de Daniel Omar Favero y su compañera María Paula Álvarez.
Ambos eran militantes de la Juventud Universitaria Peronista y vivían en un departamento de calle 57 entre 12 y 13, cuando en la noche del 24 de junio de 1977 fueron detenidos por una patota de la Brigada de Investigaciones de La Plata.
Por estos hechos, hay 4 imputados, entre ellos el ya condenado exjefe de la Dirección de Investigaciones de la Policía Bonaerense, Miguel Osvaldo Etchecolatz, quien no estuvo presente en la sala durante la primera audiencia por un presunto problema de salud.
También están imputados Julio Cesar Argüello, Fernando Svedas y Raúl Machuca, como integrantes del grupo operativo de la Brigada que llevó a cabo la emboscada –la tarde anterior ocuparon un departamento aledaño al de las víctimas-, la detención ilegal y el secuestro.
Después de 39 años de aquel operativo clandestino, Claudia, hermana de Daniel Omar Favero, señala que fue notificada sobre el inicio del juicio durante los últimos días de febrero y que los familiares, compañeros y amigos de Daniel y María Paula están “absolutamente contentos de que la causa llegue a instancia de juicio en La Plata y no en Comodoro Py -donde tramitó hasta hace 2 años- porque mi hermano su compañera eran de La Plata”.
“Es muy importante que la gente que los conoció, que los quiso, que los extraña, pueda asistir a las audiencias. En La Plata tenemos el Centro Cultural Daniel Favero, por lo que no nos vamos a sentir tan solos. Demasiado con que la causa quedó sola en Comodoro Py durante muchos años y no pudo ser integrada a la megacausa por la que se juzgaron los crímenes del Circuito Camps”, detalló Claudia Favero.
En este juicio, los fiscales serán Hernán Schapiro y Juan Martín Nogueira, en tanto que las querellas estarán integradas por abogados de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos –APDH- y la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.
Cabe recordar que, años después de los juicios por la verdad, el caso Favero intentó ser impulsado penalmente por las pruebas fehacientes que obraban en la denuncia pero en un marco legal de vigencia de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
El largo derrotero judicial hizo que el expediente demorara 7 años más, además del cambio de jurisdicción –de La Plata a Comodoro Py, al juzgado de Daniel Rafecas quien resolvió el procesamiento de los imputados-, que impidió la integración del caso Favero y Álvarez a la megacausa conocida como Circuito Camps.
En ese sentido, a pesar de los intentos de la familia de Favero y fundado en un motivo de jurisdicciones cruzadas en un mismo caso, la justicia federal no permitió la integración del caso Favero-Álvarez a la causa que se juzgó en La Plata en 2012.
Datos de las víctimas y de la causa
Daniel Favero tenía casi 20 años cuando fue desaparecido por la patota. Estudiaba Letras en la Facultad de Humanidades de la Universidad de La Plata, y era escritor y músico. En el año 1992, se presentó su libro Los últimos poemas. Era militante de la Juventud Universitaria Peronista y vivía con su compañera en un departamento de 57 entre 12 y 13.
Casi 40 años después, en el debate oral y público se ventilarán las responsabilidades por el secuestro, privación ilegal de la libertad y desaparición de Daniel Omar Favero y su compañera María Paula Álvarez, quienes fueron sacados violentamente de su departamento el 24 de junio de 1977 en un procedimiento llevado a cabo por personal de la Brigada de Investigaciones de La Plata.
Al comienzo, la causa penal tenía 5 imputados –el exjefe de la Brigada Rubén Oscar Páez, Raúl Rolando Machuca y Julio César Argüello, como integrantes del grupo operativo, y Fernando Svedas y Etchecolatz, como autores mediatos- pero llegan 4 a la instancia de juicio ya que Páez falleció en 2012. Los imputados cumplen prisión porque ya fueron condenados en otras causas por delitos de lesa humanidad. El TOF 1 de La Plata a cargo del juicio se integra con los jueces Cesar Álvarez, Germán Castelli y Roberto Lemos Arias; el juez Carlos Rozanski se excusó de integrar el Tribunal.
El procesamiento y la orden de prisión preventiva de los imputados se produjo en diciembre de 2009 y, según las pruebas del expediente, el 24 de junio de 1977 una comisión policial “integrada por al menos cuatro efectivos de la Brigada de Investigaciones de La Plata, realizó un procedimiento en el domicilio de la calle 57 n° 880, segundo piso, depto. “E” de la ciudad de La Plata, con el objeto de proceder a la detención de Favero y Álvarez”.
“La referida comisión policial arribó al edificio por la tarde del mismo día, y se apostó en un departamento de contiguo –departamento G- al que ocupaban las víctimas esperando el momento oportuno para proceder a su detención. Aproximadamente a las 0:30 hs., cuando Daniel Omar Favero y María Paula Álvarez salían del departamento ‘E’ del mencionado edificio, los efectivos policiales los interceptaron con el objeto de proceder a su detención; en tales circunstancias se produjo al menos un disparo de arma de fuego, que le provocó a uno de los miembros de la comisión policial una herida en la pierna derecha”, se detalla en la causa.
El policía herido por el disparo era Argüello, y es a partir de las actuaciones administrativas realizadas en 1977 que se pudo individualizar, años más tarde, a la “patota” de policías bonaerenses que intervino en los crímenes de Favero y Álvarez.