Nora Cortiñas y el padre Pepe Di Paola ya integran la CPM
En un emotivo acto, asumieron como miembros permanentes de la CPM Nora Cortiñas y el padre José Pepe Di Paola. Fue una jornada cargada de muchas emociones: Pérez Esquivel homenajeó a Aldo Etchegoyen, presidente y miembro fundador de la CPM recientemente fallecido, y expresó que la incorporación de los nuevos miembros es una renovación y el compromiso de continuar profundizando las políticas de memoria y la vigencia de los derechos humanos en la provincia de Buenos Aires.
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(Agencia) En un acto colmado de organizaciones políticas, sindicales, culturales, referentes de organismos de derechos humanos y trabajadores de la CPM, el presidente de la Comisión por la Memoria Adolfo Pérez Esquivel y los miembros Víctor de Gennaro, Dora Barrancos, Mauricio Tenembaum, Roberto Cipriano García, Víctor Mendibil, Elisa Carca dieron la bienvenida al padre José «Pepe» Di Paola y a Nora Cortiñas como miembros permanentes del organismo.
Adolfo Pérez Esquivel inició el acto con unas palabras en memoria de su compañero y amigo Aldo Etchegoyen, miembro fundador y co presidente de la CPM, recientemente fallecido. «Partió un hermano, un amigo, un hombre con un gran compromiso y gran espiritualidad. Hemos recorrido muchos años juntos, trabajando, tratando de aportar a un mundo mejor. Estamos en un momento de cambios globales y nacionales. Lo que podemos afirmar es que nuestra tarea será por la vigencia y permanencia de los derechos humanos y la vigencia del derecho de los pueblos. Eso es inclaudicable ante cualquier gobierno”, dijo ante un auditorio repleto. “La CPM viene trabajando hace muchos años en cárceles y comisarías sobre las continuas violaciones a los derechos humanos pero también con propuestas. En esta semana comienza en Chapadmalal comienza el Encuentro de Jóvenes y Memoria. 12 mil jóvenes que mantienen un trabajo educativo, de memorias, de conciencias. Si no generamos eso no hay valores y ahí es donde tenemos que profundizar. La CPM, como toda obra humana, tiene avances y retrocesos pero tenemos que ir mejorando, necesitamos ampliar nuestra propia mirada. Es por eso que resolvimos de forma unánime la integración del padre Pepe Di Paola y de esta compañera infatigable que es Norita Cortiñas. Su incorporación nos ayudará a seguir en la lucha por mantener viva la memoria y vigentes todos los derechos. Lo que intentamos hacer es que este mundo sea ancho pero no ajeno. Que sea de todos y todas y para eso tenemos que luchar, tenemos que construir un nuevo amanecer. La CPM viene trabajando por eso y estamos muy felices de que Nora y Pepe se integren a este proyecto, a este grupo humano”.
“Estoy muy feliz de compartir y agradezco a la Comisión por llamarme para compartir este espacio. Tenemos presidiendo ese organismo alguien que es un maestro para la Argentina que es Adolfo, quien merece nuestro respeto, por la coherencia que ha manifestado en su vida”, expresó José Di Paola. “Hoy recorrí los archivos, fue muy chocante verlos, uno sabía que existían pero hasta que no los ves, no dimensionas. Tengo presente los barrios, donde vivimos los curas de las villas, y hay tantos derechos que son vulnerados día a día, chicos que mueren por las violencias. Esto que podamos hacer desde la CPM será inspirador seguramente en mi trabajo cotidiano, para el grupo, para abrir caminos. No podemos hacer de los chicos delincuentes: tenemos que proteger a nuestra niñez, hacer que los chicos sean aquellos a los que hay que querer, que sientan que este es su país y que su país piensa por ellos. Un país donde tengan escuela, un club, espacios para crecer sanamente. Espero que desde la CPM -un espacio que reúne a tantos compañeros y compañeras- podamos pensar un camino y asumirlo como un desafío. Gracias a todos ustedes por sumarme”. Por último, en memoria del pastor metodista Aldo Etchegoyen agregó: “para los católicos el día que falleció Aldo fue el día de todos los santos. Seguramente tenemos un santo más en el cielo”.
A su turno, Nora Cortiñas, madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, expresó sentirse muy agradecida por la invitación de “tantos compañeros y compañeras que quiero mucho”, y reflexionó acerca de la importancia de reunir a tantos jóvenes de la provincia en un encuentro que “debe servir para construir conciencia acerca de las violencias que perduran en el país. Estoy contenta porque hoy apareció la nena que estaba desaparecida, Layla. Estas mafias hay que desarticularlas y hay que decir que tenemos mucha tarea aún por hacer”. Luego recordó al obispo Aldo Etchegoyen y dijo que “es una realidad de que vamos quedando menos, pero es una eventualidad. Nosotras seguimos porque están ustedes, sepan que los necesitamos. No estuvimos nunca solas, como dice una canción, pero no fue fácil para las Madres este camino. Tuvimos que afrontar cambios, tuvimos dolores, la pérdida de nuestros hijos e hijas; tuvimos muchos logros, el principal los juicios, y no fueron regalos. Son producto que le debemos a la lucha popular. Los logros que hemos conquistado fueron por 40 años de movilización popular. Lo que hemos conseguido es porque todos estuvimos en las calles, si no nadie nos hubieran escuchado”. También expresó que se encuentra muy contenta de integrar la CPM, un organismo que ha logrado abrir los archivos a toda la comunidad. “Nosotras esperamos que se abran todos los archivos de nuestro país que sabemos que hay, hay que ordenar esas aperturas” y afirmó que “nosotras nunca vamos a permitir la reconciliación ni el olvido. Con los genocidas y los hacedores del terror nunca vamos a caminar de la mano. Seguiremos levantando las banderas de lucha de los detenidos desaparecidos y de los que han caído en estos años de democracia. Sigan con la misma fuerza porque vamos a vencer”, concluyó.
Nora Cortiñas es madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Su hijo Carlos Gustavo Cortiñas fue secuestrado el 15 de abril de 1977 y aún permanece desaparecido. Desde entonces, Nora busca a su hijo y a todos los hijos y nietos, reclama el castigo a los responsables de los delitos de lesa humanidad y acompaña las luchas populares. En más de tres décadas de militancia social y política ha recibido innumerables distinciones y homenajes en el país y en el exterior por su vocación y compromiso con la defensa de los derechos humanos.
El padre Pepe es un referente del trabajo eclesiástico en las villas; él mismo se define como “cura villero” y dice que es indispensable realizar una tarea de evangelización y contención de los jóvenes que han quedado afuera del sistema y que hoy sufren el avance de las drogas, principalmente el paco. Desde su trabajo territorial, y junto a otros sacerdotes, denunció que las villas eran zonas liberadas para el tráfico de drogas y armas; por ese motivo, fue amenazado de muerte y tuvo que autoexiliarse. En 2012, volvió y se hizo cargo de la Capilla Nuestra Señora del Milagro en la villa La Cárcova. En la actualidad, continúa con la experiencia de Hogar de Cristo, un programa de recuperación, acompañamiento e inclusión para consumidores de paco.