Entrevista a Dahiana Belfiori Presentación del libro «Código Rosa. Relatos sobre abortos»
El 16 de julio a las 18.30 horas en el Pasaje Dardo Rocha (calle 50 entre 6 y 7, La Plata) se presentará el libro de Dahiana Belfiori (*) Código Rosa, relatos sobre abortos. Con una mirada crítica feminista la autora recopila y ficcionaliza relatos de experiencias de mujeres que decidieron abortar y lo hicieron acompañadas por las socorristas. La presentación contará con la presencia de la autora, y estará a cargo de Yamila Balbuena, historiadora y activista feminista. También participará el elenco de teatro espontáneo NuNca en BaBia coordinado por Diana Fainstein.
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(Agencia/ Paula Bonomi) “Código Rosa pone a circular socialmente otras sensibilidades con respecto al aborto que emergen en nuestro presente, sin que ello implique desconocer grados de fragilidad y ambivalencia a la hora de decidir. Sentirse dueña de sí misma, aliviada, alegre por haber abortado, no implica afirmar que abortar pueda ser invariablemente una experiencia feliz a la manera de la felicidad plana y plena que ofrece la sociedad capitalista de consumo. Se trata, en estos relatos sobre el aborto medicamentoso en el contexto del socorrismo, de una alegría difícilmente conquistada junto con otras, en un contexto no desprovisto de fuerzas oponentes, muchas veces con dolor, entre las dudas, miedos y el saber de la vulnerabilidad del cuerpo”, dice Nayla Vacarezza en el epílogo.
¿Qué clase de mujeres abortan? ¿Tienen hijos, pareja o trabajo? ¿Por qué toman esa decisión? ¿Qué impacto tiene la clandestinidad en su deseo de no continuar una gestación?
Dahiana Belfiori se auto presenta como activista, feminista, integrante de la colectiva feminista Enredadera de la ciudad de Rafaela, provincia de Santa Fe. También es socorrista y escritora. “El feminismo y la escritura son mis dos modos de habitar el mundo”, dice. Desde ese lugar nace Código Rosa, relatos sobre abortos. Una propuesta de trabajo que, en el año 2013, la colectiva feminista La Revuelta de Neuquén le propone: “Ellas habían acompañado durante el 2012 a muchas mujeres a abortar con misoprostol y, a partir de esos acompañamientos, el contacto con esas mujeres y sus testimonios se construyeron estos relatos ficcionalizados que dan forma al libro”.
– ¿Los relatos son ficcionalizados por decisión ético-política?
Fue una decisión estética, ética y política. La idea es instalar otras narrativas en torno al aborto y por ello, en ese deseo, las Revueltas eligieron el discurso literario -en este caso de mi mano- para trabajar sobre el aborto. Por supuesto las identidades son cuidadas para preservar el principio de confidencialidad. En los relatos nos encontramos con la particularidad y al mismo tiempo con rasgos universales de todas las mujeres: pertenecen a distintas clases sociales, profesan distintas religiones, poseen diferentes edades, algunas ya son madres. Son 17 relatos de mujeres neuquinas que engloban la diversidad de mujeres que abortamos, somos todas. Lo literario ayuda a generar empatías sobre un tema que sigue siendo complejo de abordar en algunos contextos. Con el libro nos acercamos a la vida de estas mujeres en un momento particular, con un embarazo que deciden abortar; por supuesto, cuando toman contacto con la red están acompañadas por las socorristas. A partir de ese instante, el aborto es una experiencia diferente y a su vez es vivido de manera diferente gracias al acompañamiento.
– ¿Cómo surge el nombre del libro?
Nace de la experiencia de las Socorristas en red, feministas que abortamos y que en cada lugar del país toma distintos nombres. Socorro rosa es un nombre que se toma en clave genealógica, particularmente de las feministas italianas y francesas de la década del ´70 que así llamaban también a su servicio de acompañamiento a mujeres que decidían abortar. El nombre del libro, Código Rosa, surge de una anécdota cuando una mujer llamó a la línea socorro rosa, en Neuquén, y dijo: “¿hablo con código rosa?”, en lugar de decir socorro rosa. Nosotras nos preguntamos rápidamente por qué esta mujer había reemplazado las palabras. Un poco en broma y un poco en serio nos preguntamos qué pasa con el espionaje. En realidad sí hay un código y es entre mujeres y sí, hacemos un tipo de espionaje que hace visible este código.
– Han replicado y federalizado ese código común y se juegan por visibilizar una práctica clandestina, un negocio también que pone en riesgo la vida de las mujeres. Hay un Estado que le da la espalda a una respuesta, una salida de salud y respeto por el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, negando la implementación del aborto legal, seguro y gratuito en los hospitales públicos.
Sí, esto es así: tenemos el código, lo interpretamos, lo compartimos, lo hacemos visible. Sacamos el aborto del ocultamiento. Creo que la sociedad en su conjunto viene hace años demandando que el Congreso de la Nación debata y sancione una ley de interrupción voluntaria del embarazo. Es la responsabilidad del Estado garantizar este derecho de las mujeres, que sigue siendo negado. Para mí la mayor dificultad es la ilegalidad del aborto, y los legisladores no parecen estar a la altura para dar respuesta a esta demanda social. En Argentina, según cifras oficiales del Ministerio de Salud de la Nación, abortamos entre 300 y 400 mil mujeres al año. Esto da cuenta de muchas cuestiones pero, básicamente, es una realidad que da cuenta del negocio clandestino que existe y seguirá existiendo. Hace años que las feministas reclamamos la implementación real de la ley de educación sexual integral en las escuelas de todo el país. En algunos lugares se ha avanzado un poco más, en otros no tanto por la persistencia de sectores reaccionarios y conservadores que tienen injerencia. Creo que hay que seguir exigiendo y trabajando para su total implementación; por otro lado, hay que seguir exigiendo el cumplimiento de los abortos que ya son legales en la Argentina para los casos de salud y violación.
– ¿Persiste la negativa en ejercer el aborto no punible?
Siempre hay resistencias en todos los sectores de la sociedad pero hay que reconocer que hay muchos médicos y médicas que son amigables y garantizan los derechos de las mujeres en hospitales y centros de salud, tanto pública como privada. Existe una nueva guía para la atención de los abortos que son legales en el país, que celebramos y consideramos que hay que difundirla y trabajarla. Los profesionales de salud deben aplicarla. Es una realidad que se continúan negando esos derechos y nosotras vamos a continuar exigiendo y trabajando para que se garanticen. La judicialización no debe hacerse en ningún caso, por eso es muy importante que los profesionales de salud -y todos- lean y se informen con el protocolo de aborto legal y también con la guía de atención pos aborto.
Hay que dejar de tener miedos y combatir la desinformación de los médicos y médicas que incluso no acceden a estos debates en las facultades de medicina donde no se habla del aborto. Como integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Seguro Legal y Gratuito insistimos en la legalización del aborto. Hace 10 años presentamos y sostenemos un proyecto de ley que debe tratarse en el Congreso.
– ¿Cómo es formar parte de la red de mujeres que acompaña a otra mujer en su experiencia de aborto?
Es una experiencia maravillosa porque podemos hacer circular otros aspectos del aborto. Cuando acompañamos a una mujer que logra llevar adelante su decisión nos encontramos con la alegría, pero es una alegría difícilmente conquistada. Tiene que ver justamente con transitar los abortos desde un acompañamiento feminista. Las mujeres comprendemos que podemos vivir los abortos sin culpa, sin el sesgo moral instalado cultural y socialmente. El aborto pasa a ser una experiencia más de la vida de las mujeres, no construye un antes y un después, es decir no es vivido de manera traumática o dramática. Los abortos son contextualizados, son posibles de realizar con misoprostol gracias a la experiencia socorrista. Claramente no todos los abortos son vividos de esa manera, pero nuestra experiencia indica que, si se puede transitar de este modo, el aborto no sólo no es un drama sino que no termina con la vida de las mujeres.
Socorro Rosa comenzó en 2010 como un servicio de información y acompañamiento para mujeres que deseaban interrumpir su embarazo. Por primera vez en Neuquén y en el país, un grupo de mujeres se organizó para facilitar el derecho de otras mujeres a abortar. Funcionó primero con el boca a boca, sin demasiada difusión pública para garantizar seguridad y evitar posibles persecuciones. Pero, con el tiempo, el derecho a abortar fue ganando espacios y cuerpos, el servicio se consolidó y la sonoridad de Las Revueltas se hizo federal. En 2013 se conformó “Socorristas en Red”, una red de activistas feministas que arman socorros rosas en distintos puntos del país. Este año Las Revueltas presentaron el primer informe sobre el servicio en Neuquén difundiendo así números reales sobre abortos con misoprostol. Esto fue posible porque desde 2010 Las Revueltas llevan un ordenado registro de las mujeres que acompañan.
(*) Dahiana Belfiori nació en 1977, en Rafaela, provincia de Santa Fe, lugar en el que reside. Cursó estudios universitarios en la ciudad de Córdoba. Es activista feminista, poeta y narradora. Pertenece a Enredadera Colectiva Feminista. Desde el año 2008 hasta la actualidad ha publicado notas de opinión, críticas de teatro y danza, entrevistas y crónicas en diferentes diarios y revistas nacionales y locales. Actualmente sus escritos pueden leerse en las contratapas del suplemento Rosario|12 del diario Página|12.
Contacto para conseguir el libro : edlapartemaldita@gmail.com