ELEGIR LA SALUD Laferrere: Victoria una agente de salud que cura ulceras y salva vidas
Victoria Acosta Galeano, tiene 66 años, es paraguaya y una de los más de 600 agentes sanitarios que se han formado en la sala de salud del barrio María Elena durante estos 26 años que se dicta el curso. Trabaja en forma voluntaria de lunes a viernes en el servicio de enfermería y se especializa en todo tipo de curaciones de heridas y lastimaduras. Ella es una vecina histórica del barrio, está desde los comienzos de la formación del mismo y, como todos sus convecinos, peleó para conquistar la tierra para construir su vivienda.
ANDAR en La Matanza
(Emilio González Larrea) Como buena paraguaya, de origen campesino, habla bajo y pausado, buscando las palabras para expresarse en español. Le cuesta hablar de sí misma, dice que no tiene nada que decir, con esa sencillez de mujer humilde de pueblo: “Yo estoy en Argentina desde el año 1979 y en el barrio María Elena, desde 1984, desde que se comenzó a formarse el barrio”.
“Mi contacto con la sala fue desde cuando se inició; vine de Paraguay con mi hijo enfermo y quería conocer el tratamiento de la salud en la Argentina, en Paraguay es cara para nosotros los pobres. Durante muchos años vine a hacer atender a mis hijos, veía los carteles de promoción de los cursos de agente de salud, pregunté como eran y me animé a iniciar el curso en 1998; después me quedé trabajando en la sala como agente sanitario y de todo lo que hacía, lo que me más me gustaba era la curación de heridas y lastimaduras, así que me especialicé en eso”.
Especialista en curaciones de todo tipo.
Le pregunto cómo es realizar esa tarea, pues antes de sentarme a hablar con ella, entré a la enfermería mientras curaba a un hombre con unas heridas ulcerosas en ambas piernas, en estado de putrefacción en las que se le veía el hueso, lo cual significó un esfuerzo, sobreponerme al impacto y poder tomar una fotografía. Ella, mirando hacia abajo, como avergonzada, cuenta: “Yo voy a fondo con mi tarea, le limpio bien las heridas, paso a paso, veo cada detalle, como encontrar la forma de que crezca el tejido de nuevo y con mucha paciencia, curo todo tipo de heridas. Todo lo que sé, lo aprendí acá, en la sala, a través de la práctica. El tema de las úlceras externas es muy complicado, no todos están preparados para hacer las curaciones, nosotros atendemos casos muy graves, pacientes con ulceras en las dos piernas que se les ve el hueso y sufren mucho, a veces hay riesgo de vida con estas enfermedades. Nosotros preparamos los medicamentos que usamos para las curaciones ya que no siempre nos envían lo que necesitamos y también preparamos gotas para ojos y oídos. Si faltan algunos medicamentos y no nos lo envían, en la sala lo preparamos, no le decimos al paciente que lo compre, tratamos de atenderlo con lo que tenemos. Se dan situaciones que nos faltan medicamentos y no podemos prepararlos aquí, entonces nos vemos en la necesidad de derivarlos a algún hospital, pero ellos vuelven, porque no los curan o lo hacen desprolijamente. Yo me especializó en todo tipo de curaciones, pero también hago todo lo que hace a la enfermería, solo dejé de vacunar”.
Feliz al ayudar a la gente en la enfermedad.
A Victoria le gusta atender a la gente y ayudarles con su enfermedad. Continúa relatando: ”En mi caso trato de dejar mis problemas personales en mi casa, no trasladárselos a los pacientes, ellos vienen a buscar alivio a su dolencia y debemos tratarlos lo mejor que podemos, el trato humano es muy importante. A mí me hace feliz venir a la sala a trabajar, ver a los pacientes que se van contentos por la atención que le brindamos. Hay veces que me buscan en mi casa para que los ayude con algo de mi tarea. Los pacientes, son mis vecinos, yo siento un gran compromiso hacia ellos y me retribuyen con afecto y cariño. Además, muchos son paisanos míos ya que en esta zona hay muchos paraguayos y cuando vienen hablamos en guaraní, lo que los pone muy contentos. Ayuda mucho poder hablar la misma lengua en estas situaciones. Pienso comprarme un diccionario español- guaraní para poder hablar mejor los dos idiomas, porque a veces me cuesta hablar uno u otro”.
Victoria quisiera estudiar para conocer más sobre la salud y hacer mejor su tarea “pero no es fácil desde donde vivo, por el viaje y los horarios”. Y como colofón, remata con orgullo, que su hija tiene una escuela de peluquería y decidió colaborar y venir un día a cortarles el pelo a los pacientes a beneficio de la sala.