BALDOSAS POR LA MEMORIA «Acciones para visibilizar las historias»
Durante el 11 y 12 de junio se desarrolló en Tandil un homenaje a los desaparecidos a través del descubrimiento de lo que se denominó “Baldosas por la memoria”, que tienen plasmados los nombres de las 30 víctimas de la dictadura que vivieron en la ciudad.
ANDAR en Tandil
(Esteban Velazco) Las baldosas están situadas en los establecimientos educativos a los que concurrieron los jóvenes desaparecidos y en dos lugares de donde fueron secuestrados. El homenaje fue organizado por el grupo Memoria por la Vida en Democracia y la asociación civil Incubadora de Arte de la ciudad.
El primer acto se realizo en el Hotel Turista, donde fueron secuestrados Carlos Martínez y María Hebe Traficante. Después le siguió el acto en donde se descubrió la baldosa del Dr Reynaldo Medina, que fue secuestrado de su casa ubicada en Irigoyen y Uriburu.
El día viernes se llevó adelante una marcha por los distintos establecimientos educativos a los que concurrieron las víctimas de la dictadura. La movilización comenzó en la Escuela Normal donde, además de familiares de víctimas y la comunidad educativa en general, estuvo presente el director ejecutivo de la Anses Diego Bossio.
Allí se descubrieron las baldosas correspondientes a Pedro Mazzochi, Mario Suárez Nelson, Susana Valor, Mario Salerno, Guillermo Almarza, Carmen Calvo, Gustavo Yotti, Diana Shatz, María Eugenia Sanllorenti, Andrea Calvo y Edgardo Caparrós. En el Colegio Sagrada Familia se descubrió la placa de Dora Marta Landi y en la Escuela Técnica 2 de Ricardo Gabriel, Ricardo y Santiago y Omar Alejandro. En tanto, en el Colegio San José fue el turno de Oscar Luis Lauge, Angel Lito Marzocca, Mario Marzocca, Jorge Luis Mereb, Edgardo Fuentes Del Corral, Carlos Luciano Canziani y Daniel Ricardo Lapera. Finalmente, en la Escuela 1 se descubrieron las baldosas con los nombres de Juan Roger Peña y María Graciela Toncovich.
Pilar Jaureguiberry, de Incubadora de Arte, explicó que la iniciativa surgió del grupo Memoria por la Vida en Democracia a partir de la experiencia de un grupo de familiares de Buenos Aires que señalizaban los lugares en los que habían sido secuestradas las víctimas del terrorismo de Estado. Fue así que se les ocurrió plasmar en Tandil los nombres de los desaparecidos en baldosas de cemento situadas en escuelas y lugares donde fueron detenidos.
“En Incubadora montamos espacios donde ellas (las madres de las víctimas) pudieran armar las letras de sus hijos, preparamos el cemento y lo demás y una vez que fraguaba, ellas eran las encargadas de armar la baldosa”, detalló. Y añadió que “es como una marca territorial que aporta a la memoria de Tandil, porque lo va a ver cualquier persona que camine por esa vereda. Se van a colocar 12 baldosas con los nombres de todos los desaparecidos de Tandil, que son alrededor de 30”.
Cielo Tailmitte Toncovich, hija de Graciela Toncovich, expresó que “instaurar las baldosas es un acto de invitación colectiva a la reflexión, es una hermosa oportunidad para el pueblo de Tandil, y sobre todo para deconstruir la desmemoria, y para construir juntos una memoria más reflexiva, más crítica”. Y enfatizó la importancia de pensar “en presente no sólo la memoria cristalizada de esa vida maravillosa, valiente, que por ejemplo, considero que tuvo mi madre, sino la vida cotidiana, de lucha de cada uno de nosotros, cada uno de los oprimidos, los que están sedientos de justicia y que eso no tiene tiempo presente, pasado o futuro, eso es un presente constante”.
[pullquote]instaurar las baldosas es un acto de invitación colectiva a la reflexión[/pullquote]
“Me parece que a todos los pueblos nos hace falta mirar para abajo para levantar la mirada y ver cómo me estoy comprometiendo con lo que pasa. Yo tenía seis años y tenía una madre con una presencia muy fuerte o por lo menos es lo que a mí me quedó, entonces tengo recuerdos de ella. En lo personal es una combinación extraña, es una oportunidad de traerla de la desaparición forzada, y a su vez es un intento de subsanar el duelo que no pudo ser”, expresó. Por otra parte, consideró que “las baldosas se parecen en algún punto a una lápida, y en ese sentido creo que tiene que ser una lápida que lo que entierre sea el olvido”.
En tanto, María Rosa Toncovich, de Memoria por la Vida en Democracia, manifestó que “fue un día de mucha emoción, amor y entrega, todos esos sentimientos acompañada de mi sobrina y mi sobrina nieta que vinieron desde Carmen de Patagones”. Y subrayó que le gustaría que “cada vez que la gente vea esas baldosas recuerde que alguien de Tandil en un momento dio su vida por ponerse en el lugar del otro, si todos hacemos un poquito eso, las cosas van a cambiar”. Para concluir aseveró que “siempre vamos a hacer acciones para visibilizar la historia de los compañeros que no están”.