Seccional SUTEBA de Tigre: La fiera prende la mecha
Atraso en el pago de salarios: precarización laboral y pedagógica resultado de una política educativa privatizadora
Por Julieta Gonzalez Porcella y Lorenzo Labourdette, con aportes del grupo editorial de Punto Docente (CAPEGH).
ANDAR en las escuelas
Pensar el problema de los atrasos salariales en el sector docente necesariamente implica un abordaje que ha de considerar una diversidad de temas interrelacionados.
En primer lugar ha de tenerse en cuenta que la base salarial sobre la cual se expresa este problema es la resultante de varias negociaciones colectivas que han retraído el sueldo de cara a la inflación a la vez que han desvalorizado la antigüedad docente, desconociendo la importancia de la experiencia en el trabajo educativo, en el construcción vincular con lxs alumnxs y en la relación estructural con el sistema. Al mismo tiempo, esta desvalorización del trabajo expresada en los índices salariales conlleva una recarga laboral compensatoria que intensifica la precarización laboral, pedagógica y en los niveles de formación a la vez que conduce necesariamente al incremento de las enfermedades laborales.
En perspectiva histórica ha de considerarse que esta lógica (los atrasos salariales) es una reivindicación que la lucha en el sector había logrado superar hasta mediados de julio de 2012, cuando la desidia del Frente Gremial Docente decide, en complicidad con el Estado, no entenderlo como cuestión central del conflicto. En esa ocasión (junio de 2012) ante el anuncio gubernamental sobre la “imposibilidad” de pagar aguinaldos, la reacción gremial del conjunto de los trabajadores del Estado se tradujo en tal nivel de oposición y movilización que se logró revertir la posición oficial. En adelante, recurrentemente lxs docentes suplentes y provisionales (titulares también en el momento de asumir el cargo como tal) enfrentaron el dramático problema de no cobrar en tiempo y forma los cargos (horas o cargos de base) que han sido asumidos en los correspondientes actos públicos. Esta lógica responde a una perversa, consciente y precarizadora política oficial orientada a financiar al Estado con los recursos de lxs trabajarxs.
La gravedad del problema radica en el hecho de que el sector docente más perjudicado es justamente aquel cuya vulnerabilidad dentro del sistema educativo es superlativa. Lograr estabilidad laboral en este ámbito implica años de trabajo y de realización de cursos extraescolares (en muchos casos relacionados a negociados entre el sector privado y el Estado que implican gastos adicionales para lxs trabajadorxs). Es justamente este sector, el de lxs suplentes y provisionales, el que se encuentra atravesado por la problemática del atraso salarial, lo que imprime un aditivo más a la precarización laboral caracterizada por la inestabilidad. Así, cada vez que un/a aspirante a la docencia toma un cargo se encuentra en una situación en la cual no recibe salario por el término de cuatro, cinco o seis meses: en muchas ocasiones esto se expresa en percibir la remuneración luego de meses de haber concluido su trabajo en la escuela (ha de considerarse que en ocasiones este solo dura un par de días o semanas cuando las suplencias cubiertas son de limitado alcance). Lo cual a la vez conlleva el problema de transitar por distintos lugares (sindicato, SAD, escuela, etc.) en un periplo que implica gastos de viático, tiempo, enojos, stress. Consolidándose así la precarización y desvalorización del trabajo y del trabajador/a.
Como no hay problema que atraviese a lxs trabajadorxs de la educación sin que ello tenga repercusión en el aula y en el sistema, debemos agudizar la vista también hacia las derivaciones pedagógicas y de privatización que implica. Desde este punto de vista el primer problema que ha de considerase es la falta de cobertura de cargos. De cara a la oferta de suplencias cortas, y ante el problema de no saberse cuando se va a cobrar lo laborado, en un contexto de apremiante inflación, las horas cátedras/módulos/cargos quedan descubiertos: no considerados como opción laboral por muchos docentes. Ello se expresa en la escuela a través de la ausencia de personal que implica un incremento sustancial de horas libres. Complementariamente, el mismo Estado que genera este escenario, en complicidad con el Frente Gremial Docente, trata de soslayar el problema con la sobreexplotación laboral del personal efectivo en las instituciones (1) impulsando el Plan de Continuidad Pedagógica(2) en el caso del nivel secundario o recargando las aulas (a límites extremos) de lxs maestrxs en el caso de primaria.
Desde esta perspectiva el atraso en el pago de haberes conlleva graves consecuencias pedagógicas al incrementarse la cantidad de horas libres, la discontinuidad de las clases y el agotamiento del personal educativo efectivo en las escuelas. Este resentimiento del sistema público de enseñanza generado por la política oficial, claramente determinada por la voluntad de bajar el presupuesto educativo en 6 puntos porcentuales en los últimos 6 años (3) , fortalece por derivación el discurso privatista (relacionado al ausentismo docente y la cantidad de horas libres) incrementando la participación del sistema privado en el escenario más general del sistema educativo.
Hoy la grave situación vivida en todo el territorio de la provincia de Buenos Aires, encuentra eco y se plantea una situación de enfrentamiento a la situación en la Seccional Tigre del SUTEBA (acompañada solidariamente por el conjunto de las seccionales opositoras –Multicolor- a la conducción del SUTEBA provincial –Lista Celeste- y por agrupaciones políticas, movimientos sociales y trabajadorxs de distintos sectores: estatales y privados).
Es necesario hacer visible una política educativa (propuesta por el gobierno nacional y provincial, y sostenida por el accionar directo e indirecto del Frente Gremial Docente Bonaerense) que atenta contra la salud laboral, incrementa los niveles de precarización de lxs trabajadorxs de la educación, genera un perjuicio pedagógico de medidas inconmensurables y que aporta con su acción al discurso y a la privatización del sistema.
Notas:
[1] Ha de recordarse que éste personal efectivo en los establecimientos es, a la vez, insuficiente si se contemplan las necesidades y la falta de designaciones correspondientes, estipuladas en las resoluciones de POF/POFA (Res. 3367/05-333/09-1004/09) . No se crean la totalidad que éstas determinan como necesarias para el buen funcionamiento escolar, lo cual conlleva sobrecarga laboral del personal activo: preceptores asumiendo el rol de directivos o de EOE; maestras asumiendo el rol de preceptoras en los recreos; etc. etc.
[2] Ver el Documento de Trabajo Punto Docente N°1: “Plan de Continuidad Pedagógica. Historia, Conflicto y Posible Respuesta Institucional”. Disponible en: https://puntodocente.wordpress.com/punto-docente-sugiere/
[3] Es significativa la desinversión y el recorte en educación. En la provincia de Buenos Aires el presupuesto para el año 2008 fue de 33%, reduciéndose a 31,3% para 2012 y 30,33% para 2013. Bajando a 29,56% de cara al 2014 y 27,81 para el 2015.
Agradecemos una devolución crítica de este material que pueda profundizar el debate y enriquecer los argumentos ya sean a favor o en contra de lo expresado. PuntoDocente.CAPEGH@gmail.com