YA PADECEN LOS EFECTOS SOBRE SU SALUD Virrey del Pino: un barrio lucha contra la contaminación
Los vecinos denuncian a que la cementera Parex Klaukol los está envenenando. Desde 2009 que realizan reclamos, estudios y presentaciones pero todo sigue igual. Ahora un grupo de vecinos instaló un campamento en la puerta de la empresa exigiendo una solución a este grave problema.
ANDAR en La Matanza
(Emilio González Larrea) El barrio Las Mercedes está ubicado en el km 44.500, entre la ruta 3, el límite de la fábrica Mercedes Benz y lindando por una estrecha calle con la cementera Parex Klaukol. Son 11 manzanas con 300 viviendas. Los vecinos están instalados en el lugar desde el año 1972, muchos años antes de que se instalara la cementera que arrancó con la producción en 1980 y en el año 2000 fue vendida al Grupo Parex, una multinacional de origen francés, a partir de lo que se disparó la producción en forma exponencial y comenzaron los problemas para los lugareños quiénes desde el año 2009 vienen denunciando a la empresa por la contaminación ambiental que produce su actividad.
Desde el lunes 9 de marzo, un grupo de vecinos ha instalado un campamento en la puerta de la empresa exigiendo una solución a este grave problema. Susana Aranda, vecina y vocera del grupo, espera al NCO, sentada bajo una de las carpas desplegadas al lado de la entrada, en medio de varios carteles y banderas alusivas, colgadas de los alambrados de la fábrica. Después del saludo de rigor y de ofrecer una silla, comienza diciendo: “Vivo en este lugar desde 1972, previo a la instalación de la fábrica. Pero desde el año 2000 con la aparición del Grupo Parex que se hizo cargo de ella comenzaron las consecuencias ambientales que venimos sufriendo los vecinos. Esta fábrica trabaja las 24 horas y expulsa material particulado al aire y al suelo, que nos tapa el barrio, no de una simple arenilla, es un cóctel químico. Se han hecho análisis de este material y aparecen restos de partículas como plomo que resultan altamente contaminantes”.
La OPDS (Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable) de control ambiental provincial que debería controlar este tipo de industrias (de categoría 3 como es el caso de Klaukol) dice que no es de su competencia y no controla. El caso lo tomo ACUMAR, que comprobó la contaminación y propuso una serie de sugerencias como que se hagan veredas, asfaltos, medir el aire a 1 o 3 metros del suelo para monitorearlo permanentemente, instalar un centro de salud para la gente contaminada, “pero sobre cómo evitar la contaminación para no enfermarnos y morir, no proponen nada”, agrega Susana. Los vecinos creen que “estos organismos no pueden accionar porque es una empresa multinacional y depende de una decisión política. El intendente Espinoza cuida los intereses del monopolio y no de los vecinos, le da el permiso para funcionar, dice que La Matanza es la capital de la industria, para nosotros, por lo que vivimos en nuestro barrio es la capital de la contaminación. El caso de Klaukol es de absoluta impunidad y no se realiza ningún control por parte de los organismos competentes del estado municipal ni provincial”.
Efectos sobre la salud
“El 99% de los habitantes del barrio usa PAF (Aspiradores), con medicamentos para poder respirar, gotas para los ojos, cremas para la piel ya que los efectos principales son sobre la piel, ojos y vías respiratorias. El promedio de vida en el barrio es alrededor de 60 años, no hay gente de más de 70 años, los más grandes tienen algún cáncer o la salud deteriorada y así disminuye la calidad de vida de los vecinos. En mi caso particular, mi nuera esta con cáncer, mis hijos y mis nietos usan PAF, en la vida cotidiana tenemos que andar consumiendo medicamentos permanentemente”, cuenta Susana.
[pullquote]El promedio de vida en el barrio es alrededor de 60 años[/pullquote]
“Estuvo ACUMAR con un hospital móvil haciendo estudios y por medio de una diputada nacional obtuvimos el informe de esos estudios y es lapidario. Allí dice que todos los chicos que pasaron por el hospital tienen plomo en la sangre, lo que no dicen es que los valores se van incrementando con el crecimiento de los niños si no se les saca de la contaminación. Tenemos casos de chicos que hace unos años tenían 7 mg de plomo por litro de sangre y hoy tienen 17 mg. Los 74 chicos que se hicieron el estudio no tenían los parámetros adecuados de desarrollo intelectual y físico para su edad. El toxicólogo me dijo a mí señora váyanse del barrio porque esto es irreversible. La contaminación no se para. En el hospital nuevo de Cañuelas se va a crear un pabellón de ACUMAR para recibir a los casos de contaminación, tratarlos, pero no hablan de una solución definitiva”.
Dos jueces en la Causa.
Susana insiste que las conversaciones con Klaukol son ineficaces ya que “la empresa niega todo. No tienen obreros permanentes, son subcontratados, ni el personal aguanta mucho tiempo, creo que no es razonable un puesto de trabajo por la vida, como tampoco es razonable que los organismos de control no actúen buscando la verdad y proponiendo una solución. Últimamente está actuando de oficio el Juzgado Federal del juez Jorge Rodríguez quien interviene en las causas de Acumar, y también actúa el juez Jorge Salas del juzgado No 1 de Morón donde los vecinos radicamos la denuncia. Desde el 2009 estamos llevando la causa adelante, nos viven citando para hacer estudios del juzgado pero no han tomado una determinación sobre el caso. Nosotros somos gente de trabajo y tenemos que andar por todos lados. Ya nos han hecho suficientes estudios”.
El agua no sirve ni para las vacas
Según relata la vecina, la fábrica ya ha contaminado la tierra, provocando daños ambientales permanentes, por los cuales tendría que pagar una indemnización por esos daños: las napas están contaminadas, no tienen agua potable, reciben 3 litros de agua diario por persona, que les entrega ACUMAR. El barrio está dividido para la entrega de agua, una parte la entregan en la Sociedad de Fomento para repartirla y la otra mitad se la dejan en la calle frente a su casa; mientras muestra un plano con los colores azul y amarillo que cubren cada mitad del barrio, continua explicando: “el agua no es apta para el consumo humano, ni animal, al lado de la fábrica hay una señora que tiene 20 vacas, pidió asesoramiento para un micro emprendimiento para poner una ordeñadora y como tiene un molino donde extrae el agua para los animales, los técnicos del SENASA no se lo autorizaron ya que no es apta ni para las vacas”.
Las Tolvas
Hay cuatro tolvas gigantes (chimeneas) que expulsan las partículas al aire, sobre todo durante la noche, que tapan los techos de las casas, las plantas, la ropa colgada que queda dura como si tuviera apresto, esas tolvas están separadas unos metros de donde termina el barrio. Los vecinos comentan: “tiran la basura sobre nosotros”.
¿Por qué tenemos que abandonar nuestros hogares?
La vecina continua: “El expediente de esta causa enumera una cantidad de cosas que no posee la empresa en materia de seguridad para no contaminar el medio ambiente. La policía ambiental ha tomado muestras de la arenilla que largan cuando prenden las tolvas y el resultado que nos dan es que resulta altamente contaminante. Lo que no dicen, pero es la realidad, es que el barrio y Klaukol no pueden estar en el mismo lugar, o se va uno o se va otro. Dicen que para el nivel de producción de esta planta sería muy costoso instrumentar medidas técnicas para garantizar la no contaminación. Para nosotros no se puede privilegiar el negocio a costa de vidas humanas, se tiene que trasladar la empresa.
Susana además denuncia que la han amenazado. “Me han pegado, me subieron a un auto y me pasearon por San Justo, a la noche se instalan autos frente a mi casa. Hemos decidido protegernos entre los vecinos, hacemos ruido cuando vemos algo anormal, nos llamamos por teléfono, estamos en alerta. Vinieron medios nacionales y periodistas renombrados, pero no publican nada de lo que ven e incluso uno me dijo que le ataron las manos, el ParexGroup pone mucho dinero para publicidad ya que maneja también otras empresas como la Royal Canin y Rovafarm”
Para terminar la nota Susana exige: “Pedimos que el gobernador Scioli, el intendente Espinoza, ACUMAR y el presidente del grupo Parex kLAUKOL, se sienten con los vecinos para dialogar y salvar vidas”