“El juicio por Monte Peloni está siendo presenciado por jóvenes con conciencia crítica”
Petra Marzocca, integrante del colectivo Memoria por la vida en democracia, reflexiona acerca de la amplia participación de los estudiantes secundarios en todas las audiencias del juicio, y destaca la importancia de que en Olavarría se haya comenzado a desvelar el manto de impunidad que se mantuvo durante décadas.
ANDAR en los juicios
(Por Petra Marzocca) Desde los organismos de DDHH rescatamos el valor histórico del juicio sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos en la zona durante la última dictadura. Esto permite la visibilización de lo que significó el circuito represivo que abarcaba los distritos de Tandil, Azul, Olavarría y Las Flores.
Si bien hace años que venimos trabajando -primero con los juicios por la verdad, ahora con los juicios penales, las señalizaciones y trabajos con jóvenes respecto a los centros clandestinos- los organismos de DDHH de las ciudades implicadas sentimos este nuevo juicio como un broche a todo nuestro recorrido.
El juicio tiene una característica muy particular: en Olavarría, a diferencia de Tandil y otras ciudades, muchos de los represores convivieron con el resto de la población durante todos estos años y, en algunos casos, tuvieron cargos otorgados por gobiernos democráticos.
Cuando fuimos desde Tandil a acompañar la apertura del juicio en Olavarría, encontramos que un sector importante de la población quería seguir negando lo ocurrido durante la dictadura mientras que otro -que tiene que ver con la universidad, los sobrevivientes, familiares, militantes y gente comprometida con estas luchas- sí estaba abocado a esto.
No hubo un acompañamiento mayoritario por parte de la población como sí ha ocurrido en otros lugares, especialmente en ciudades más grandes. No obstante, rescatamos esto de que no se va a enterar sobre lo ocurrido durante la dictadura el que no quiera enterarse.
Sentimos que está actuando una fiscalía muy respetable, valiosa, que toma en cuenta la humanidad de los testigos, que en otros casos no se respeta. Esta fiscalía, integrada por Adler, Moreno y Silvani, consulta a los organismos de DDHH. Con respecto al tribunal, que ya lo conocemos en intervenciones en distintos juicios, está integrado por jueces sumamente respetables y no tienen fisuras por las cuales podríamos cuestionarlos.
Por otra parte, nosotros hemos trabajado muchos sobre los archivos de medios en Tandil con respecto a publicaciones durante la dictadura, las versiones fraguadas de los asesinatos y la legitimación del proceso militar.
Vemos que en estos años se ha producido una ampliación de los medios como Infojus, la Agencia ANDAR y portales locales que intentan visibilizar las tergiversaciones de aquella época y promover la memoria, verdad y justicia. Hay una aparición de medios comprometidos con estas causas por los derechos humanos, particularmente en Olavarría.
Además, es muy interesante la participación de la juventud, esta articulación de los educadores comprometidos con la verdad y la justicia que llevan a sus alumnos a escuchar la voz de la justicia y de los testigos. Esto, a futuro, contribuye a la construcción de una conciencia crítica que no se va a poder aniquilar. Esto lo vemos con los trabajos de jóvenes y memoria y lo vemos en el juicio, ya que en todas las audiencias ha habido acompañamiento de los jóvenes.
Por último, quiero resaltar el compromiso tan importante de los organismos de derechos humanos y de los sobrevivientes para testimoniar, de los familiares acompañando, y una parte de la población que está presente en este juicio.