“Nuestro lugar en el mundo”
ANDAR en Chapadmalal
(Agencia) ¿Por qué existen hechos de violencia entre los grupos de jóvenes de Mariano Acosta, partido de Merlo? Con esta pregunta iniciaron su investigación los estudiantes de la ESB23, y el indagar los llevó a responderse sobre la identidad de esa localidad “dormitorio” que en los últimos años fue perdiendo los espacios de recreación y participación de los jóvenes. Fascinados, descubrieron una ciudad que desconocían. “Había bowling, cine, clubes…ahora no tenemos polideportivo, ni bibliotecas, ni centros de fomento”, se quejan. “Lo que hicimos fue juntar los dos temas y al avanzar en la investigación nos dimos cuenta de que todo está relacionado con todo: la violencia tenía mucho que ver con el tema de que no teníamos espacio allá”, reflexionan. Sin embargo, Camila (por dos), Nicolás, Cami, Mariana (por dos), Soledad, Melanie y Paula están felices y lo transmiten cuando hablan: “Mariano Acosta es hermoso y es nuestro lugar. Yo desde que nací vivo ahí, y el lugar fue creciendo, cambiando. Uno se siente bien, conocés a todos, tenés a tu familia”, dicen a coro.
La investigación sobre la localidad de Mariano Acosta los llevó a preguntarles a sus padres sobre la ciudad que fue, a hablar con historiadores locales, y a realizar encuestas en la población alrededor de los ejes identidad, violencia, esparcimiento, transporte. Así descubrieron que donde ahora hay comercios antes había canchas, o clubes, o cines. “A nosotros nos sonaba re divertido” –dicen- “y nos preguntamos por qué no tenemos eso; además sentimos que la violencia se produce por la falta de pertenencia, y no tenemos lugares para expresarnos en Mariano Acosta”, subrayan.
El otro problema importante que trabajaron es que en Mariano Acosta no hay fábricas, grandes empresas ni industrias. “Por eso le dicen ciudad dormitorio”, explican, “porque muchos se tienen que ir a trabajar a capital; acá no hay nada que fomente el quedarte”.
Y gracias a la llegada del ferrocarril es que creció el pueblo a lo largo de los años.
Eso es lo que el grupo decidió volcar en un video, pero de una manera muy original: a través de la utilización de muñecos de play móvil y con la técnica de stopmotion (que consiste en sacar decenas de fotos que van dando cuenta del movimiento que se le imprime a los muñecos en la escenografía). El resultado: una película preciosa que da cuenta, a través de la historia de un personaje, qué es lo que quiere él, sus amigos y su familia para Mariano Acosta.
“Nunca lo habíamos hecho…eran fotos tras fotos, muñecos que se caían y tenías que volver a la foto anterior y escuchabas a los que movían a los muñequitos, y salían manos por todos lados”, cuentan entre risas, y esa diversión se visualiza en el producto final.
El video finaliza con un rap cuyo autor e intérprete es Nico, el único varón del grupo: “Este es mi barrio/ el cual vos discriminás/ sólo porque escuchás/ malos comentarios de los demás/ donde además de los delincuentes / hay gente humilde que trabaja/ que se levanta/ muy temprano a la mañana/ para traer un par de pesos y que no falte un plato de comida en casa”. Nico explica cómo lo ayudó la música a él: “es un tema que hice, muy personal; lo escribí pensando en mi barrio, donde tuve una infancia como la mayoría de los chicos en ese barrio con el problema de la delincuencia y otras cosas más; con el tiempo traté de apartarme de ahí y de hacer cosas que me hicieran ser alguien en la vida”, dice, y concluye: “Y me dediqué al rap y a la música y ahora me está dando sus frutos”.
Ya tuvieron un buen recibimiento al mostrar el video antes de Chapadmalal en la escuela, donde los compañeros se lamentaron de no haber participado de la experiencia y prometieron sumarse en la próxima. Los jóvenes, sin embargo, pretenden mucho más con este trabajo: “Que haya más espacios, que haya hospital -tenemos sólo salita pero no tiene recursos y lo que hay es privado y hay que pagar-. Y que haya otros espacios de esparcimiento. Es una linda ciudad y queremos que haya más cosas para que los jóvenes estén contenidos, porque entonces va a haber menos violencia, menos inseguridad. En el proyecto hablábamos de la violencia entre barrios y eso sucede porque los jóvenes se sienten de lugares distintos, y en realidad somos todos de Mariano Acosta. Si hubiera lugares de punto en común se conocerían y no se pelearían”, finalizan.