«Es un programa creativo, liberador y concientizador»
ANDAR en Chapadmalal
(Adolfo Pérez Esquivel, Presidente CPM/ Opinión)
Creo que el programa Jóvenes y Memoria se fue consolidando a través del tiempo en un proceso evolutivo, de participación, de toma de conciencia, de conocimiento público. Cada vez hay mayor interés de los docentes –para los que también es un aprendizaje- en tomar conciencia, compartir cosas con los alumnos, y para los alumnos, este hecho de hacer memoria no es para quedarse en el pasado. La memoria nos ilumina el presente y es a través del presente que podemos generar, construir la vida, y esto es lo importante. Y creo que tanto los alumnos como los docentes van haciendo un recorrido también de esta memoria, entre luces y sombras. Las luces que hoy tenemos como una perspectiva de una democracia que se construye todos los días, y las sombras de lo que pasó en Argentina. Tanto en la época de la dictadura militar como en los tiempos actuales. Lo que pasó con los desaparecidos y lo que pasa en el día de hoy, por ejemplo, el caso de Luciano Arruga. Que si bien esto no es resultado de una política de estado, son remanentes que van quedando y es necesario cambiar y educar a los integrantes de las fuerzas de seguridad para que tomen conciencia de que la democracia significa derecho e igualdad para todos. Y creo que desde Jóvenes y Memoria, se viene haciendo muchos aportes.
En los últimos años el programa empezó a ser un espacio abierto a todo el país, y eso es muy importante. Ahora es un desafío dar otro salto cualitativo, por ejemplo, incorporando escuelas indígenas, bilingües. Sería muy importante que esos pueblos y esas culturas que tienen un gran conocimiento y sabiduría ancestral, puedan participar y contar cómo es su vida, qué es lo que pasa con los pueblos originarios en el país. Hay que seguir abriendo estos espacios desde el punto de vista pedagógico. Esto va generando otras miradas sobre quiénes somos, adónde vamos, qué queremos como país. Y tiene que ver con la construcción democrática, tiene que ver con que los derechos humanos y la democracia son valores indivisibles, el derecho del otro y de la otra…qué pasa con nuestras comunidades.
Todavía el Programa jóvenes y Memoria va a crecer y a aportar muchas otras cosas. Jóvenes y Memoria plantó huellas y otros la van a seguir. Es una construcción colectiva, no es una construcción que viene de arriba hacia abajo, sino que es participativa y esto es lo más hermoso que tiene.
Jóvenes y Memoria es un espacio creativo, concientizador y liberador. Un aporte importante a una sociedad que reniega de los jóvenes, de los pueblos indígenas. Hay que repensar la democracia que vivimos y tener en cuenta que tenemos una gran diversidad que es la riqueza de los pueblos, y que además tenemos los mismos derechos. Y éste es un aporte importante que se hace desde el programa.