Manifiesto a 8 años sin Luciano
Un recorrido por el camino transitado buscando justicia en primera persona. Vanesa Orieta hace su balance a 8 años de la desaparición de su hermano y describe su lucha.
ANDAR en la Matanza
(Vanesa Orieta/ Familiares y amigos de Luciano Arruga) Después de 5 años y 8 meses estando Luciano desaparecido y de una intensa búsqueda, familiares y amigos, fuimos transitando distintos avances que materializamos, como así también reconceptualizamos nuestras consignas en función de los momentos de la lucha.
El acampe de 68 días, en el que convivimos con la gendarmería instalada en el ex destacamento, nos permitió arrebatarle una comisaría a la Bonaerense y al Municipio de La Matanza. Este fue uno de los logros más importantes de la lucha y fue la transformación de una de nuestras consignas: ya no queríamos un espacio para la memoria, sino la cesión definitiva del inmueble para familiares y amigos, la transformación de un destacamento en un espacio que refleje la problemática actual que miles de jóvenes de nuestros barrios sufren día a día en democracia. Un lugar que en la actualidad nos permita hacer el ejercicio de memoria respecto a metodologías que continúan intactas en el aparato estatal, entendiendo que pensarlas como un fenómeno que sucedió en un momento histórico particular, nos quita la posibilidad de entender la represión policial y los mecanismos institucionales que aseguran la impunidad, durante los diferentes gobiernos constitucionales.
Así vamos reconstruyendo y levantando el espacio con nuestras propias manos, al mismo tiempo que significamos y señalizamos esos lugares en donde la perversidad siniestra del accionar del Estado dejó sus huellas. Nombramos y reconstruimos los hechos sucedidos el 22 de septiembre del 2008 en la cocina del ex destacamento, en donde Luciano con 16 años fue detenido e incomunicado por 10 horas, víctima de torturas físicas y psicológicas perpetradas por la maldita bonaerense. Esa jornada de horror para él no sólo fue un hecho traumático en sí mismo: también fue su sentencia de muerte. Ese día le advirtieron que no iba a volver a vivir tranquilo. Hoy tenemos una condena por torturas contra el Bonaerense Julio Diego Torales, que estuvo a cargo del destacamento en aquel momento. Esa condena da cuenta del episodio como un antecedente directo de la desaparición forzada y no como un hecho aislado que no se volvería a repetir.
La actividad que se desarrolla en el ex destacamento, hoy Espacio Luciano Arruga, es de estricta lucha por los derechos humanos. Así inauguramos la biblioteca popular Jorge Julio López, que contiene material de investigación en dicha temática. Apuntamos a la acción a través de la cultura como herramienta de transformación y de formación crítica a la que nosotros consideramos que los niños, niñas y jóvenes de nuestros barrios deben acceder de forma gratuita: talleres de teatro, guitarra, huerta, cine, son nuestros primeros pasos en esta línea con el apoyo de compañeros y compañeras comprometidos en esta lucha, que se van sumando al lugar.
La entrega del cuerpo de Luciano por parte del Estado significó un antes y un después en la lucha y, por sobre todo, la expresión máxima de impunidad de las instituciones estatales en esta causa. No creemos que esas siniestras condiciones sean casuales. Nuestra condición de pobres lo sintetiza. No importa la vida de un joven pobre, negro y villero. La clase social a la que pertenecemos es la razón por la que tenemos que soportar ese entramado perverso. Nosotros no tenemos derechos. Desde quienes lo atendieron en el hospital, quienes no dieron respuestas a Mónica y a Vanesa en la mesa de entradas del Santojani, quienes realizaron la autopsia, quienes pusieron su firma para enterrar su cuerpo como NN, quienes nos decían que estaba en Córdoba, quienes nos hablaron de un caso hospitalario o de accidentes, todos despersonalizaron a Luciano, todos le negaron el derecho a la vida, todos le truncaron la existencia. La causa por la desaparición forzada de Luciano requiere respuestas urgentes por parte del Poder Judicial. La investigación a fondo es una necesidad de todos, queremos una justicia de punta a punta para todos los responsables políticos, intelectuales y materiales, sin ninguna excepción.
Nuestra actividad se fue perfilando en el contexto en que lo hacen los organismos de derechos humanos. Consideramos que aún nos falta para definirnos como tal pero, con seguridad, velamos por la independencia política absoluta de todas estas organizaciones. El vínculo político con gobiernos y el Estado nos quita la posibilidad de decir la denuncia completa, porque los crímenes de lesa humanidad son cometidos por el propio Estado, igual que las violaciones a los derechos humanos, y esa represión se perpetra ininterrumpidamente durante dictaduras y gobiernos constitucionales. No vemos casos aislados, no vemos errores, manzanas podridas, falta de control o ausencia de instituciones. No vemos violencia institucional, vemos represión estatal, impunidad y complicidad.
NO A LA BAJA EDAD DE IMPUTABILIDAD
BASTA DE CRIMINALIZAR A LOS JOVENES DE NUESTROS BARRIOS
NO A LA REFORMA DE LA LEY 24660, LEY SEPULTURA
EXIGIMOS AVANCE EN EL JURY DE ENJUICIAMIENTO AL JUEZ GUSTAVO BANCO Y LAS FISCALES ROXANA CASTELLI Y CELIA CEJAS.
BASTA DE REPRESIÓN POLICIAL – BASTA DE GATILLO FÁCIL
BASTA DE PERSEGUIR LA PROTESTA
BASTA DE DESAPARICIONES FORZADAS.
LO MATO LA POLICÍA LO DESAPARECIÓ EL ESTADO.
JUICIO Y CASTIGO PARA TODOS LOS RESPONSABLES MATERIALES Y POLÍTICOS DE LA DESAPARICIÓN FORZADA Y ASESINATO DE LUCIANO ARRUGA